domingo, 3 de junio de 2018

Libre madrugada liebre


Alrededores de la catedral de Jaca, de noche. Fotografía de José Antonio Abad que se puede encontrar aquí

Libre madrugada liebre


La libre madrugada liebre
será pasajera que libe
la nieve apagada fiebre,
encendida de fantasía,
abnegada.


En la liebre madrugada libre
y saltarina,
a través del cristal hierve
mi silueta,
en el interior del pequeño bar,
mi veleta abatida.


No deseo refugio de hogar,
no quiero volver a soñar
con la muerte.
Pues la libre madrugada
es una liebre que se escapa
para interpretar los sueños
en la negra lágrima que se descuelga,
pendular,
enigmática,
tatuada.
El llanto no consuma en tu pupila,
la nieve se oscurece de repente,
el deseo es mi animal yacente,
latente en el pliegue de mis sábanas.


La madrugada en llamas
es
la liebre que se apaga.




La canción que añado después del poema es "I've been to town" de Frank Sinatra. Sobre ella escribo esto y traduzco su letra a continuación:

La ciudad como ecosistema. 

Sin duda, una de las canciones más urbanas de Frank Sinatra es "I've been to town" del introspectivo LP "A man alone". La música es obra de Eddy Arnold pero la letra, que es lo que más interesa, es obra del poeta Rod McKuen. Esta es su traducción: 

"I've been to town" ("He estado en la ciudad") 

"He estado en la ciudad 
Caminé las autopistas y también los puertos. 
He hecho cosas que nunca pensé hacer. 
Ahora mientras estoy aquí sentado, mirándote, 
preguntas por qué es que frunzo el ceño. 
Creo que es porque he visitado la ciudad. 

 He estado en la ciudad, más allá de los bulevares 
y abajo, en la playa. 
He aprendido cosas que solo el tiempo puede enseñar, 
por ejemplo: el amor es algo más que un discurso. 
Es intentar conseguir un suelo común. 
Lo sé porque he estado en la ciudad. 

 No me cuentes ya más mentiras, no puedo desperdiciar ya más años. 
He visto mi reflejo en tus ojos disolviéndose en lágrimas de decepción. 
He estado en la ciudad. 
Tú me preguntas si conozco la vía láctea. 
Sí, la conozco y además te diré que no es una vía blanca y láctea sino sucia y gris. 
Especialmente cuando todo tu mundo se derrumba. 
Lo sé porque he estado en la ciudad."

martes, 29 de mayo de 2018

Nertóbriga

"Nertóbriga" es la estupenda revista anual editada por el IES Cabañas de La Almunia. Este año se ha publicado su número 21 que ha contado con la implicación completa del alumnado como Proyecto de Innovación Pedagógica dentro de la programación de 4º de la ESO, favoreciendo el diálogo y la convivencia, incluyendo contenidos de la comunidad escolar pero también de la sociedad que nos rodea y reflexionando sobre nuestro papel en un mundo globalizado. Gracias a María Coduras (profesora de Lengua y coordinadora de la revista junto a Marta Lapuente) he podido disfrutar de este número. Es muy reconfortante encontrar, en una revista realizada casi exclusivamente por alumnos del instituto, cómo destaca el carácter universal de sus contenidos, así como la interculturalidad y la solidaridad. Por todo ello, quiero escribir aquí una breve reseña.

"Nertóbriga" este año se inaugura con un artículo escrito a cuatro manos por Aritz Gómez y Hugo Lorente, alumnos de 2º de Bachillerato, titulado "Unos llegan y otros se van". En él, desde la perspectiva algo nostálgica pero principalmente satisfactoria de dos alumnos que abandonan el que ha sido su centro de estudios los últimos seis años, repasan sus experiencias y sentimientos a lo largo del periplo académico. Las secciones de la revista se inauguran con la Ciencia. Sara Robledo Royo (1º Bachillerato) recuerda la visita al CIBA (Centro de Investigación Biomédica de Aragón). En la sección también se recuerda la excursión a la Presa Mularroya (cuya construcción asegura y amplía las áreas de regadío en la zona), la actividad "¿Quién mató a Gonzalo Pangea?" o cómo resolver un asesinato utilizando técnicas de Geología forense, la participación de alumnos del instituto en la XXVII Olimpiada Matemática Aragonesa y la presencia de Científicos en Cabañas, con motivo del ciclo de conferencias organizado por el Departamento Didáctico de Biología y Geología. La Ciencia da paso al Cine, sección en la que Laura Longares (4º ESO) entrevista a Carmen Pemán y Raquel Viejo Orna, Directora y Subidrectora del Festival de Cine de La Almunia (FESCILA), respectivamente. La siguiente sección es uno de los bloques más importantes dentro de la publicación y precisamente, como decía al comienzo, se trata de la interculturalidad. Esta sección comienza con el artículo "Políglotas" donde nos cuentan la experiencia de los alumnos de 1º de Eso que crearon poemas en Francés dedicados a los colores en una actividad titulada "La danse de couleurs" sugerida por el Departamento de Francés. En el siguiente artículo, "Cabañas intercultural" está dedicado al centro. Un centro que se caracteriza por la diversidad e interculturalidad, algunas de sus mayores riquezas. Interculturalidad que se aprovecha como un modo de integración para mejorar la convivencia y por tanto, los resultados académicos. "En primera persona" es una sección muy interesante dentro de este apartado donde tenemos la oportunidad de conocer la experiencia de alumnos y profesores que han recibido o impartido clases en lugares distintos a su país de origen. La sección concluye con un artículo dedicado al Aula de Español del instituto que este curso ha cumplido ya 14 años. Finalmente, destaca la entrevista a Khalad, alumno sirio llegado a IES Cabañas que nos cuenta a situación en su país y su experiencia personal a través de su compañero Othman Znagui (4º ESO). Una sección dedicada plenamente a las mujeres se inaugura con el artículo "Las 'sinsombrero' en La Almunia". Sofía Esbert (2º Bachillerato) entrevista a Laura Ezquerra y a Olga Moreno, participantes en la recreación histórica acaecida en La Almunia y co-dirigida por Vicky Calavia. La sección termina con "¡Ni una menos!", artículo escrito por Juncal Martínez de Albéniz Aznar que nos cuenta la reivindicación de la no violencia de género y el recuerdo a las víctimas llevada a cabo por los alumnos de 3º ESO el pasado 24 de noviembre en la Plaza de los Cineastas de la Almunia. Además, se trabajó el tema en el instituto, a través de una charla impartida por CAVIAS (Centro de Asistencia de Víctimas por Abusos Sexuales), trabajando en la tutoría e incluso acudiendo a la radio municipal. El Deporte también está presente como una sección más de la revista. Clara Sánchez y Sonia Torres (4º ESO) nos cuentan su experiencia al participar el 22 de octubre, en Zaragoza, en la "Carrera de la mujer", como apoyo a todas las mujeres que sufren cáncer. Otras de las carreras en las que participó el alumnado y toda la comunidad educativa fue "Gotas para Níger", recaudando más de 1000 euros para la campaña promovida por UNICEF. También hay espacio en "Nertóbriga" para la creación literaria. Por ello, encontramos una sección de "Concursos" donde se publican los ganadores del concurso de microrrelatos y de epitafios. Así mismo, en la sección titulada "Creación" varios alumnos publican sus poemas y relatos. También podemos ver una representación fotográfica inspirada en "La Casa de Bernarda Alba" de Lorca, completada con dibujos dedicados a esta obra, realizados por Irene Romero (4º ESO). En esta sección los alumnos también repasan las obras de los profesores del centro. En este número, conocemos el disco "Rosarito" de Rubén Díaz (profesor de Música), la exposición en Nueva York de Elena Gastón (profesora de Plástica) y el nuevo poemario de María Coduras (profesora de Lengua), "Corazón de tinta". Esta sección complementa a la anterior, titulada "Letras". En ella Pablo Gil Ezquerra (4º ESO) habla del club de lectura de la Almunia y el recital de poesía erótica que se celebra anualmente. Destacan las entrevistas a dos autores que acudieron al club de lectura, Espido Freire (entrevistada por Ana Martín Gracia y Álvaro García Barcelona de 4º ESO) e Ignacio Martínez de Pisón (entrevistado por David Ibáñez, Ibón Artiaga, Imane El Moutanabbih, Celia Soria e Imane Jamai de 4º ESO). En esta sección, agradezco a Ana Usón (4º ESO) la entrevista que me hizo llegar al ser elegido uno de mis poemas para el programa "Poesía para llevar". Gracias por tan buena entrevista. El contenido de la revista se completa con una sección dedicada a la FP, un artículo sobre el Festival de 1º Bachillerato (escrito por Kennedy Osarobo Clement, Lidia Lamuela Fidalgo y Crina Maria Habic, de 1º de Bachillerato), el recuerdo de varias excursiones realizadas durante el curso y una última sección de "Pasatiempos".

En definitiva, creo muy recomendable la lectura de "Nertóbriga", no solo como revista escolar sino también como revista cultural, referente del IES Cabañas de la Almunia. Veintiún años ya y auguro muchos más para esta publicación.
La versión digital de la revista se puede consultar en https://lenguayliteraturaiescabanas.wordpress.com/

A continuación dejo la entrevista a la que respondo en el interior de la revista. Las preguntas fueron formuladas por Ana Usón, a partir de mi participación en el programa "Poesía para llevar" con el poema "Fotografía".

1 ¿Cómo supiste que tú vocación era la de escritor?

Desde que los sentimientos fueron más fuertes que el pensamiento y sentí la necesidad de canalizar todo ese torrente y dejar constancia de ello en un papel a fin de que no muriera con el paso del tiempo y el temible pero inevitable olvido.

2 ¿Cuáles son tus principales temas de inspiración?

Reconozco en la música y en particular en el jazz, una de mis mayores fuentes de inspiración. Por supuesto, el amor y su ausencia. También creo que especialmente la poesia debe ser una herramienta para contrarresta las injusticias sociales, una herramienta de protesta. Pero creo que el mayor tema de inspiración surge a través de la lectura. Un escritor, previamente debe ser, forzosamente, un gran lector de todos los géneros literarios.

3 ¿Qué piensas al respecto sobre el tema de los refugiados?

La muerte es una plaga en el mediterráneo. Seres humanos se dejan la vida huyendo del horror. Y somos todos responsables de ello. Empatía cero. Acogida cero. Muerte, solo muerte y desesperación. Mientras tanto vamos a seguir mirando hacia otro lado.Ojos que no ven... El mundo da la espalda a seres humanos que huyen de la barbarie humana, de la guerra. Por otro lado, es un problema que ahora vemos de cerca porque mueren al pie de nuestras casas pero existen países de África que llevan décadas acogiendo a refugiados, refugiados de los que nadie se acuerda. A este respecto me gustaría compartir un poema que leímos hace unos meses con el Ateneo Jaqués antes del pleno de Ayuntamiento de Jaca. Es un poema de la escritora somalí Warsan Shire y dice así:

"Nadie se va de casa
salvo que la casa sea la boca de un tiburón.
Solo corres hacia la frontera
cuando ves toda la ciudad corriendo también.
Tus vecinos corriendo más rápido que tú,
aliento ensangrentado en sus gargantas,
el niño con el que fuista a la escuela
que te besó aturdido detrás de la vieja fábrica de hojalata
lleva una pistola más grande que su cuerpo.
Solo te vas de casa
cuando la casa no te deja permanecer.
Nadie se va de casa salvo que la casa te persiga,
fuego bajo los pies,
sangre caliente en tu vientre,
es algo que nunca pensaste que harías
hasta que la cuchilla quemó amenazas
en tu cuello
e incluso entonces llevaste el himno
entre dientes.
Solo rompiste el pasaporte en el baño de una aeropuerto
sollozando mientras cada bocado de papel
dejaba claro que no ibas a volver.
Tienes que entender
que nadie mete a sus hijos en un barco
salvo que el agua sea má segura que la tierra,
nadie se quema las manos
bajo trenes,
debajo de vagones,
nadie pasa días y noches en el estómago de un camión
alimentándose de periódicos
salvo que las millas recorridas
signifiquen algo más que viaje.
Nadie se arrastra debajo de las vallas,
nadie quiere que le peguen,
que sientan lástima de él.
Nadie elige campos de refugiados
o registros sin ropa
que te dejan el cuerpo dolorido,
o la prisión,
porque la prisión es más segura
que una ciudad de fuego
y un guardia de prisión
en la noche
es mejor que un camión lleno
de hombres que se parecen a tu padre.
Nadie podría soportarlo,
nadie podría aguantarlo,
ninguna piel sería lo bastante dura
Los: '¡Volveos a casa negros refugiados,
sucios inmigrantes, solicitantes de asilo,
exprimiendo nuestro país,
negratas con las manos tendidas,
huelen raro, salvajes,
destrozaron su país
y ahora quieren destrozar el nuestro!'
Cómo es que las palabras,
las miradas sucias,
caen rodando de vuestras espaldas
quizá porque el golpe es más blando
que un miembro arrancado
o las palabras son más tiernas
que catorce hombres entre tus piernas
o los insultos
son más fáciles de tragar
que escombros,
que huesos,
que tu cuerpo infantil
en pedazos.

Quiero ir a casa
pero la casa es la boca de un tiburón,
la casa es el cañón de la pistola
y nadie se iría de casa
salvo que la casa te persiga hasta la costa,
salvo que la casa te diga
que muevas más deprisa tus piernas.
Deja la ropa atrás,
arrástrate por el desierto,
vadea los océanos,
ahógate,
sálvate,
sé hambre,
mendiga,
olvida el orgullo,
tu supervivencia es más importante.
Nadie se va de casa hasta que la casa es una voz sudorosa al oído
que dice: -Vete, huye de mi ahora.
No sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier lugar
es más seguro que aquí-"



5 ¿Siempre te gustó la poesía?

No. No siempre. No me gustó cuando la estudié en la escuela. Apendí a apreciarla con la vida, como lector. Creo que comencé a amar la poesía cuando descubrí a Bécquer, a Baudelaire, a Lorca, a Miguel Labordeta, a Pedro Salinas y a los poetas de la Generación del 27 Posteriormente comencé con la lectura de poetas actuales y no tuve más remedio que intentar escribirla. Recientemente ha fallecido uno de los referentes actuales de la poesía aragonesa, a quien leí y admiré: Emilio Gastón. Lectura necesaria.

6 ¿Qué estudiaste para dedicarte a la escritura?

Mis estudios fueron Derecho e Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. No obstante, mi mayor inspiración para dedicarme a la escritura la obtuve de mi profesora de Literatura Universal en el IES Miguel Servet. Me enseñó a amar la literatura. También reconozco el inevitable amor por las palabras que en mí despertó el estudio de Latín y Griego clásico en mi etapa de instituto.

7 ¿Desde cuándo te dedicas a escribir?

Yo quisiera dedicarme exclusivamente a la escritura pero, lamentablemente, esto no es posible. Mi trabajo alimenticio pertenece al campo de la Seguridad Privada. Sin embargo, escribo desde la adolescencia, más o menos, habitualmente. Al principio, desde el terreno personal y exclusivamente privado, en un diario. Más tarde, comencé a escribir poemas y relatos de manera pública, compartiéndolos en la red, desde un blog. Es entonces, al exponerlos a la crítica popular, cuando realmente tomé conciencia de escribir de una manera más literaria.



8 ¿Vives de la escritura?

No. Es muy difícil llegar vivir de la escritura. Solo unos pocos lo consiguen y no necesariamente, los más brillantes. Actualmente la sociedad no atraviesa un buen momento para la creación literaria. No hay suficientes lectores. Es necesario recuperar un tiempo para la lectura y para la pausa en una sociedad que solo ofrece la inmediatez y la prisa en detrimento del pensamiento.

9 ¿Se puede vivir de la escritura? 

La escritura nos puede ayudar a sobrevivir. Es difícil llegar a hacer de la escritura tu medio de vida. Pero no hay que dejar de intentarlo porque en ello puede estar el mejor regalo que obtengamos de la vida.

Para finalizar y después de agradecer, de nuevo aquí, la excelente entrevista de la alumna de 4º de ESO Ana Usón, dejo mi poema "Fotografía", elegido para la actividad "Poesía para llevar"


FOTOGRAFIA

A una fotografía de Nilufer Demir y al niño Aylan Kurdi.


Cotidianamente, el eterno movimiento del mar
expulsa a tierra firme
cuerpos sin vida,
despojos de sal.

Si todavía pudiera hallar su pupila
bajo el duro párpado
vería reflejada la habitual crueldad,
tatuada la lágrima,
la horrible algazara del ser humano.

Opacos, sus ojos de alambrada,
ya libres, no verán jamás fronteras.
Pero, ¿qué libertad es la muerte?

Tan solo veo una cría de humano
varada en el líquido amniótico
de una injusticia propia,
la perpetua huella de sangre inocente
en la desconocida playa, 
la memoria en un caparazón vacío
de nuestra historia.
Veo sólo a un niño,
arrasado por la especie dominante,
la mueca vergonzante,
el parpadeo en el obturador fotográfico,
el titular,
en los periódicos de la mañana.

Papeles mojados.

Habitualmente, el eterno movimiento del mar
expulsa a tierra firme
el sueño sin vida.

 (©Marcos Callau)



sábado, 24 de febrero de 2018

Cartago cinema, cautivos del cine

Cartago Cinema: Cautivos del cine


Mi primera lectura del año ha sido "Cartago Cinema", de Alfredo Moreno, editado por Mira Editores a finales de 2017 y puedo decir que, como lector, no ha podido comenzar mejor este 2018. Sin necesidad de arrimar un revólver calibre 38 a mi sien ni llenar mis bolsillos con sobres procedentes de Suiza o Panamá, en cualquier foro estoy dispuesto a afirmar que se trata, indudablemente, de una obra brillante. Que, si bien respira cine clásico por los cuatro costados, no estamos ante ningún corta y pega de cualquier película, como he comprobado al leer algunos títulos de cinéfilos declarados y obsesivos. Nada que ver. "Cartago cinema" plantea una historia que bien pudiera ser intemporal pues los temas que maneja no pasan de moda. La consumada cinefilia, casi cinemanía, de su autor alterna con las bajas pasiones del ser humano, con el amor, la vida, la muerte; con la hegemonía del dios dinero, del dios poder, sobre todas las cosas (la actual comercialización desmedida del cine) y con la más penosa, pero repetitiva constante y filicida, historia de España. Bebiendo de clásicos como "El crepúsculo de los dioses" (Sunset boulevard, Billy Wilder. 1950) o "Cautivos del mal" (The bad and the beautiful, Vincente Minnelli. 1952) es una historia del cine contada desde dentro y como tal, alberga un argumento (un guión) que mejora la vida. En ella encontramos a un guionista, un magnate productor y a un director que, como buena vieja gloria desaparecida y casi olvidada, decide regresar por todo lo alto con una espléndida obra maestra, obsesión de toda una vida, que será el broche final para su breve pero mítica carrera. Lamentablemente, los planes de la productora, serán otros. Por supuesto, hay una chica, Martina Bearn. Y tiene el grado de malditismo necesario para ser irresistible. Será la secretaria del viejo y futuro director pero se elevará sobre todos los personajes como razón o espejismo que ayude a tener el entusiasmo necesario para llevar a cabo una empresa irracional y casi suicida como resulta el anhelado último rodaje. Martina canalizará, desde un aparente segundo plano, el peso dramático de la obra.

Impactante comienzo de "El crepúsculo de los dioses" (BIlly WIlder. 1950), una de las influencias reconocidas por Alfredo Moreno para su primera novela "Cartago cinema"

Desde el comienzo de esta historia cíclica, el lector tendrá la sensación de encontrarse ante una película de cine clásico, rodada por completo en blanco y negro, y no solo porque su protagonista principal padezca acromatopsia congénita. El aire que se respira a lo largo de sus 351 páginas, los diálogos, los ambientes a pesar de estar ante una historia contemporánea, tienen un marcado corte clásico, como aquellas películas dobladas en España entre los 40 y los 70. Algunos diálogos recuerdan a estas cintas. que todos guardamos en el subconsciente. Pero hablábamos de un guionista que ve la vida en blanco y negro y que se erige como protagonista principal de "Cartago cinema": Elliott Gray (nótese que el apellido se pronuncia igual que el color gris en Inglés, algo que no está nada mal para un tipo con acromatopsia). Gray es un guionista que recuerda a Joe Gillis (de la citada Sunset Boulevard) o al personaje Robert Towne (de la película "Chinatown", Roman Polanski 1974), al que le gusta pensar que tiene algo de escritor. De hecho, tiene mucho de escritor. Es un tipo que ha logrado sobrevivir (y esto ya es mucho) en el difícil universo de los guionistas de cine aunque su discreto mayor éxito ha llegado de manos de la televisión gracias a una serie. Sin embargo, no ha logrado cumplir su mayor sueño, su película y el trabajo más recurrente al que tuvo que dedicar sus horas fue el de corrector de guiones para la potente productora Gold Masks, propiedad de Bufford Sheldrake, productor sin escrúpulos. Además, es dueño de un humor marxista, sobretodo procedente de Groucho Marx, aunque como lector he encontrado un cinismo y humor negro cercano a Humphrey Bogart y sobretodo, a su papel como Marlowe. El humor está presente en "Cartago cinema" durante todo el libro en diversos momentos pero son especialmente delirantes las conversaciones telefónicas y las constante bromas entre Bufford Sheldrke y Gray que arrancarán, a buen seguro, más de una carajada. A pesar de esta relación amor-odio que unen a productor y guionista, Gray ve en Sheldrake su última oportunidad para crecer profesionalmente.
Otra imagen de "El crepúsculo de los dioses"

Bufford Sheldrake es un productor sin escrúpulos y oportunista que intenta amasar una fortuna aprovechándose de los demás. Podría ser un Harry Cohn o un David O. Selznick, pero su máxima reside en responder a los gustos y expectativas de un público cada día menos exigente. Para ello está dispuesto a pagar cualquier precio. Debe su apellido a dos personajes de Billy Wilder (concretamente de "El crepúsculo de los dioses" y de "El Apartamento") y se convertirá en la pesadilla a distancia que acompañará en su periplo a Elliot Gray. Respecto al director Ballard, digamos que la pesadilla es mutua.
Escena de "Cautivos del mal" (Vincente Minnelli. 1952)

La vieja gloria, el mencionado director que desea regresar con su proyecto vital: John Ferris Ballard. Para su personaje, el autor ha tomado como referencia al actor Lee Marvin en lo referente a rasgos físicos y temperamentales pero estamos ante un director del "Nuevo Hollywood", de finales de los sesenta que cuenta en su haber con un par de éxitos tempranos, una corta y fugaz historia de esplendor. Retirado durante un largo periodo de tiempo, junto a una esposa adinerada en la campiña francesa, nunca se ha separado de su fiel colaborador, Monty Grahame (que me recuerda poderosamente al actor Louis Calhern) y juntos han continuado trabajando e incluso rodando, pero en el ámbito puramente privado. Por alguna razón que se escapa, Ballard desea rodar la película que ha ocupado toda su vida como un proyecto irrealizable aunque terminará montando un decadente autocine, otro sueño roto. En esta obsesión, casi quijotesca, entra en escena España, como el cadáver dolido de una guerra cuyas huellas todavía están presentes. A lo largo de la novela, el lector podrá visitar la campiña francesa, Los Ángeles, París, Hollywood, Madrid y varias localizaciones en Aragón, fundamentalmente, como plató natural (una reivindicación del autor_pregunta onceava en esta entrevista). En Aragón encontramos, precisamente y a modo de Belchite, el pueblo destrozado por la guerra con su huella imborrable y camuflada, sepultada ahora, bajo una especie de moderna ciudad sepulcral y espectral, sin alma, sin gente; o, mejor dicho, habitada por gente sin alma, algunos de ellos, amontonando riqueza sobre las tumbas de los caídos. Tanto Sheldrake como Ballard, sirven de vehículos para contar la historia del cine y en este caso, una parte fundamental de la historia de España. Y en este periplo español y quijotesco, podemos recordar fácilmente la película "Mr. Arkadin" de Orson Welles.
Orson Welles

Ya hemos hablado anteriormente de Martina Bearn que, junto a Ana, Laura y Christelle, conforman el elenco femenino de la obra. Pero sobre todas ellas, Martina. A modo del cine de John Ford, en "Cartago cinema", las mujeres lo condicionan todo aunque sea desde un plano aparentemente secundario que, en realidad, no lo es. Martina no solo coincide con una antigua obsesión de Ferris Ballard sino que encandila a Gray e incluso podríamos decir que Monty Grahame bebería los vientos por ella, de no sentirse demasiado anciano. A estas alturas incluso Laura, la adinerada esposa de Ballard, se esté planteando su orientación sexual a causa de la irrupción del torbellino Martina en su ordenada vida. Torbellino pero discreto. Más bien el torbellino lo causa Martina en las emociones de los personajes masculinos. Y para el personaje de Martina yo he imaginado multitud de actrices a lo largo de la novela. Desde la Shirley MacLaine de "El Apartamento", pasando por Marion Cotillard, la primera Jacqueline Bisset, la primera Claudia Cardinale, Ava Gardner, hasta incluso Gene Tierney (¿cómo no?) o una jovencita Monica Bellucci, algo más recatada. Pero, indudablemente, como todo personaje femenino en el cine de Ford o en el cine negro, resulta irresistible, tanto para los personajes masculinos de la novela, como para el lector. Todos somos Martina.
Grace Kelly y Ava Gardner, fueron dos mujeres dirigidas por John Ford, en Mogambo
Sin embargo, el riesgo de contar demasiado ya está rozando lo inaceptable. Así pues, convido a los que hayan terminado esta torpe reseña (que, en realidad, es un leve repaso de personajes) a leer "Cartago cinema". La novela comienza con una muerte sobre el agua lo que nos remite de nuevo a "El crepúsculo de los dioses" aunque no fuera el comienzo ideal que deseaba Billy Wilder para su película (la muerte, sí, pero no así). El argumento cuenta con las necesarias rupturas temporales que, lejos de extraviar al lector, hacen más atractiva la historia. "Cartago cinema" bien pudiera ser llevada al cine pues podría haber sido un guión cinematográfico. De hecho, algunos capítulos emulan el guión. Si se realizara y estuviera a la altura de la novela, seria una gran película. Sin embargo, dudo de estos tiempos y sus resultados cinematográficos. Puede que haya demasiados Sheldrake por ahí produciendo verdaderas barrabasadas. Y su autor, Alfredo Moreno, merecería una buena película. Precisamente, respecto a Alfredo Moreno debo decir que conocí su cinefilia leyendo el imprescindible blog 39escalones y posteriormente, leyendo su ensayo "39 estaciones: de viaje entre el cine y la vida" publicado por Eclipsados. Su salto a la ficción ha sido un regalo para todos. Un debut fenómeno. Regresando a esta primera novela de Alfredo Moreno, a "Cartago cinema" y referiéndome a sus capítulos, sin duda, ha sido un acierto que cada uno se titule como las películas que a lo largo de la historia han contado el cine desde dentro del cine. Películas de las que encontramos una breve sinopsis al finalizar el libro. "Cartago cinema" comparte con autores como Gómez de la Serna, Scott Fitzgerald o Edgar Neville, el privilegio y el buen gusto de contar una historia sobre las vidas de aquellas personas que hacen cine; la historia del proceso de producción, del rodaje, del guión...etc y comparte esta tradición con cienastas como Billy Wilder, Joseph L. Mankiewicz, Vincente Minnelli, Stanley Donen o Woody Allen...por poner solo unos ejemplos citados en el libro. Para el final dejo las apariciones fantasmales de don Luis Buñuel. Conozco bien el escenario donde el autor las sitúa y debo decir que no ha podido elegir mejor localización. Es la plaza de los Sitios de Zaragoza, una de esas viejas lonjas afrancesadas que, las noches de invierno y niebla, adquiere un aspecto romántico, algo trasnochado, simbólico y también fantasmal, cuando las clásicas farolas deciden arrojar su haz de luz entre las ramas bajas de los árboles y la niebla que llega desde el río, se encarga de amplificar, velar y tamizar esta luminiscencia como si el paseante perdido en sus pensamientos estuviera obligado a contemplar ese escenario a través de un lienzo, como en la película "Retrato de Jennie" (William Dieterle 1948) Terminé en enero la lectura de "Cartago cinema" pero hasta hoy no he podido escribir nada a la altura de las circunstancias si es que esto lo está. Y es curioso que sea precisamente hoy el día en que publique esta especie de reseña. Pues sí, hoy cumple años su autor, Alfredo Moreno. Valgan, amigo, estas líneas como regalo y acéptalas como tal o arrójame por ellas un zapato a la cabeza cuando me veas caminando por la calle. Así sabré si he acertado. Felicidades, Alfredo. No por ser tu cumpleaños, que también. Pero felicidades, sobretodo, por haber entregado al mundo una brillante historia.

Don Luis Buñuel
Alfredo Moreno, autor de "Cartago cinema": Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Desde abril de 2007 mantiene la bitácora cinematográfica 39escalones. Además de participar en ciclos, conferencias y mesas redondas, ha publicado una veintena de artículos en diferentes revistas culturales y ha colaborado en programas de radio y televisión. Ha publicado el ensayo 39estaciones. De viaje entre el cine y la vida (Eclipsados, 2011) y los capítulos «Desmontando el género negro: del “glamour del mal” a las portadas de El Caso en El Crimen del cine Oriente» en el libro colectivo La obra narrativa de Javier Tomeo (1932- 2013): nuevos acercamientos críticos (Institución Fernando el Católico, 2015), y «Magos del “shock” latente en Méliès» en el libro Méliès (Libros del Innombrable, 2017), monografía dedicada al gran cineasta francés.
(Fotografía: Oliver Duch, Heraldo de Aragón )


viernes, 12 de enero de 2018

En un profundo sueño




Deep in a dream

Rastreo rastrojos astrales
en la faltriquera
que guarda mis memorias.
Buceo hinojos lunares
y en la mosquitera muere un pez
con sus historias.
¿Alguna vez rompiste un címbalo
un lebrillo
una alcarraza
liberando así un planeta?
Perseo manojos empuña 
de sierpes en vela.
Cambio la espera de la piedra
por antojos de cuna
persigo los ojos de mi amada
que parpadean mi condena.
¿Alguna vez divisaste un alcázar
un castillo
una almena
liberando así mi algazara?

Rastrojo rastreos astrales
en la pasarela,
heces blancas de luna,
legañas en vela;
tus sueños.

(©Marcos Callau)



sábado, 23 de diciembre de 2017

Méliès

Extraordinaria portada, obra de Juan Luis Borra, para el fundamental libro coral "Méliès" (Libros del Innombrable 2017)

Méliès. Cuando el cinematógrafo necesitó un mago


Estableciendo un inocente juego de palabras, un truco del lenguaje, resulta paradójico y fundamental destacar que Georges Méliès sembró de luces las sombras de Lumière. Sin la intervención de este mago y pintor, el cinematógrafo hubiera sido poco más que un alarde científico, tan solo una herramienta para documentar lo cotidiano, como la salida de la fábrica de unos obreros en 1895, precisamente filmada por los hermanos Lumière o trasladado a nuestro país y sus querencias eclesiásticas, otra salida, la de misa de 12 del Pilar de Zaragoza, filmada dos años más tarde por Eduardo Jimeno Correas. Un artefacto de feria y barraca para primitivos voyeurs, un espectáculo de exposición universal, poco más que el último grito científico del siglo XIX; en esto se hubiera resumido el cinematógrafo. Méliès, fascinado por el invento de los hermanos y tras asistir al pase inaugural de la primera proyección consiguió convertir aquel juguete de la ciencia en una verdadera fábrica de ensueños, en una nueva y deslumbrante manera de alumbrar obras de arte. Adaptando al cinematógrafo su experiencia en el teatro, la pintura, el gusto por los espectáculos circenses, la fantasmagoría, el ilusionismo, la prestidigitación, el escapismo, halló el truco perfecto y a su través, el diálogo mudo con un espectador que necesitaba creer. El cinematógrafo necesitaba un mago y el espectador necesitaba magia. Así se fraguaron las primeras películas fantásticas, la inauguración del lenguaje cinematográfico, de la ciencia ficción y de todos los géneros. Así nació el primer teatro de los sueños, la primera sala de cine, en el parisino teatro Robert Houdin, propiedad de Méliès. Allí nació el cine [...]

LEER LA RESEÑA COMPLETA EN: Odisea Cultural


A continuación, Le Manoir Du Diable (George Méliès 1896) Mefitófeles se transforma en murciélago y así Mélies anticipa el vampirismo en el cine. Además, hacia el final del corto cuando tiene lugar las transformación de la mujer, notable influencia de los grabados de Goya.


jueves, 16 de noviembre de 2017

Hablando de A.F. Molina (Libros del Innombrable. 2017)


"Hablando de A.F. Molina" es una edición de Ester Fernández Echeverría, ilustrada con los collages de María Elena Fernández, 'Asilvestrada' . Edita Libros del Innombrable


"Hablando de A.F. Molina" se presentó ayer, 15 de noviembre, en la Biblioteca de Aragón. Tuve la fortuna de participar en esta presentación, circunstancia que agradezco. Para tal ocasión preparé y leí este texto:

Momento de la presentación. De derecha a izquierda: Raúl Herrero (editor), María Elena Fernández (ilustradora), Eugenio Mateo (Asociación Aragonesa Amigos del Libro) y yo.

LA BLANCA BABOSA DE LA PERMANENCIA

Para alguien que ha conocido a Antonio Fernández Molina a través de sus textos pero no personalmente, el libro "Hablando de A.F. Molina" que ahora edita Libros el Innombrable resulta fundamental como aproximación  tanto a su biografia como a su personalidad. Pero también resulta un trabajo imprescindible para aquel que apenas conozca su obra, pues en estas páginas encontrará una guía excepcional, una herramienta para facilitar su comprensión que también proporcionará un oportuno capote a todo aquel que desee desarrollar un estudio sobre su amplia bibliografía. Pero esta recopilación de artículos, entrevistas y hasta relaciones epistolares, son la todavía necesaria reivindicación de un creador que debe ser ya reconocido como uno de los pilares fundamentales de la literatura española del siglo XX.

Año 2004. Homenaje a Antonio Fernández Molina en la Galería de arte Orfila de Madrid. Raúl Herrero lee un poema de Molina ante el maestro.

Personalmente, llegué a la obra de Antonio Fernández Molina de la mano del mejor maestro de ceremonias que, en este caso, podemos tener: Raúl Herrero, principal responsable de que la obra de Molina esté siendo difundida. A través de Raúl organizamos un homenaje durante la feria del libro de Jaca del año 2015 y proyectamos el documental "A.F. Molina un poeta incómodo" (Luis Vidal/Ester Fernández). Al año siguiente, también con motivo de la feria del libro jaquesa, se organizó un recital de poesía postista donde se leyeron varios poemas de Molina y en 2017 publicamos con el Ateneo Jaqués el dosier dedicado al Postismo en la revista cultural "El eco de los ibres" donde, de nuevo, Fernández Molina adquiere una relevancia fundamental. Y es que Molina es el paradigma más completo del Postismo. Al ser este un movimiento vanguardista literario y estético y al ser Molina, un creador total, un escritor/pintor, tenemos en su obra el mayor exponente de este ismo, tanto en literatura (en poesía y en narrativa) como en pintura. Porque el Postismo en Molina ya no es tanto la locura inventada que predicaba Ory sino una realidad alterada, una búsqueda de autenticidad en el primitivismo; el sueño recordado.
Antonio Fernández Molina y Fernando Arrabal

Volviendo al libro que nos ocupa, "Hablando de A.F. Molina" está fragmentado en cinco grandes bloques, atendiendo a las diversos géneros y disciplinas que abordó el autor: Poesía, Novela y narrativa, Teatro, Pintura y finalmente una recopilación muy atractiva de entrevistas, homenajes y recuerdos que nos acercan a su lado más humano. Firmas que van desde José Hierro, Gabino Alejandro Carriedo, Fernando Arrabal o Víctor García de la Concha a Luis Alberto de Cuenca, José Luis Calvo Carilla, Alejandro J. Ratia, Antón Castro o Alfonso Lopez Gradoli, pasando por Juan Eduardo Cirlot, Antonio Beneyto o incluyendo, por ejemplo, una carta escrita por María Zambrano, van desgranando la figura del autor que, a menudo, se tilda de inclasificable. Para entender la universalidad y la repercusión de A.F. Molina, también es necesario reflejar que encontramos artículos firmados en Ciudad Real, en Madrid, en Mallorca, pero también en Venezuela, Colombia o Nicaragua. Entre la mayoría de los autores incluidos en el libro podemos intuir de manera unánime que la obra de Molina, a través de los diversos géneros o disciplinas, es toda ella poesía y que literatura y pintura guardan una estrecha relación, caminando de la mano y nutriéndose de manera recíproca. En el mismo prólogo, Ester Fernández ya anuncia: "En AF Molina su obra literaria y plástica conviven, se relacionan y se mezclan". Ya en el libro, Manuel García Viñó apunta: "Poesía y pintura son esteticamente intercambiables encontrando en ambas la iconografía fernandezmoliniana de los peces, los paraguas, las corbatas, los sombreros..". Víctor García de la Concha admite que en Molina "la escritura está estrechamente relacionada con la pintura", Jean Tena asegura que "ve la realidad con ojos pictóricos" y en su carta, Maria Zambrano, hablando sobre la novela "Solo de trompeta", se dirige a Molina con estas palabras: "Se ve perfectamente que es usted un pintor y que el enano protagonista, en realidad, es Toulouse-Lautrec. A esta simultaneidad pintura/literatura alude especialmente Alfonso López Gradolí concluyendo que "tanto en literatura como en pintura, su obra es consecuencia del surrealismo pero sus orígenes están más allá, como en toda corriente onírica". Una de las frases que mejor representan esta circunstancia es la que pronuncia Gabino Alejandro Carriedo al exclamar ante una exposición de Molina: "He aquí lo que le hubiera gustado hacer a Federico: llevar la poesía al dibujo". Y precisamente, como el propio Molina reconoce en la entrevista con Antón Castro, él comenzó a tener confianza en su obra plástica cuando vio los dibujos de Federico García Lorca. Para concluir con este aspecto, recuerdo a Alejandro J. Ratia que en su atículo define: "A una poesía y a unas novelas repletas de imágenes corresponde un mundo plástico de dimensión lirica" e incluye también una estupenda apreciación de José Corredor Matheos: "Su poesía, con tanto dibujar, se ha ido haciendo más profunda cada día y más visual, y sus dibujos más poéticos, de modo que ya se ha visto claro que unos nacían para ilustrar a los otros y viceversa". Finalmente José Maria Montells deshace el entuerto y confirma lo que ya muchos sospechábamos "Molina, ni escribe, ni pinta. Hace magia". 
Un dibujo original de Federico García Lorca
Obra de Antonio Fernández Molina

Queda claro que, plástica y literariamente, hablamos de una obra unitaria en cuyo origen está la poesía. Alicia Silvestre, respecto a la novela "La liebre mecánica" nos habla de una sensibilidad poética en su narrativa. Jose Hierro, en 1975, ya afirma "Crear lo que no vemos es la poesía" y habla del proceso creativo fernandezmoliniano: "como niño, cree ciegamente en lo que ve a la hora de la fantasía" y concluye tildando a su obra como "arte de poeta, la vuelta a la imaginación y al irracionalismo frente al arte actual". José María Montells, en su excelente artículo que titula con un verso especialmente lúcido de Molina "Cae la nieve en el centro del verano", concluye que "Antonio Fernández Molina escribe oficialmente poesía": Ya lo había confirmado el propio autor en la citada entrevista con Antón Castro: "Para mí solo hay un género: la poesía" y creo que no se refería solo a la literatura. 
A.F. Molina y Philip West

Ya hemos hablado del Postismo anteriormente pero es que en este libro casi todos los autores vinculan la obra de Molina a esta ninguneada vanguardia. En 1989 Antonio Gonález Guerrero habla de "un renacimiento manchego a corrientes surralistas o postistas". García de la Concha va más allá y en 1993 asegura: "Toda la creación de Antonio Fernández Molina se mueve entre las derivaciones del Postismo y un surrealismo expresionista y lúdico" para en 1996 continuar "Pero el postismo habitó entre nosotros y aunque, en las catacumbas, pervivió hasta hoy". Joaquin Ferrando se refiere a los aciagos años de posguerra que vivió el autor y afirma: "En los oscuros años, Antonio Fernández Molina encendió una luz cercana a los postistas, una pequeña pero enorme luz de vida y nunca dejó de alimentarla". Indudablemente, se está refiriendo a la luz blanca con que Molina identificaba el postismo frente a la luz negra que irradia el surrealismo. Dámaso Santos lo sitúa junto a Arrabal, Ory, Sernesi y Chicharro en "aquel movimiento insólito y repudiado a diestra y siniestra en los años cuarenta" y cuenta que "Molina siempre creyó que el postismo era una posibilidad de prolongación de su sueño surrealista en España, sin admitir el rechazo que ocasionó". Victor Lope lo define como un "representante del Postismo, ese surrealismo blanco", Alejandro J. Ratia lo nombra "heredero de una tradición vanguardista representada en nuestra posguerra por el postismo" y Chus Tudelilla, respecto a su obra plástica, afirma que "la libertad de imaginación del ideario postista que derivó en el descubrimiento de los maravilloso en lo cotidiano ordinario le indicaron el camino a seguir". José Luis Calvo Carilla señala la revista y colección de libros que creó y dirigió Molina, "Doña Endrina", como continuación del Postismo, recordando que en su primer número publicó a Miguel Labordeta, el gran amigo zaragozano del creador manchego. Como en todos los aspectos el propio Fernández Molina cierra el círculo con la siguiente afirmación: "Mi obra está inmersa en el postismo, un surrealismo blanco, por decirlo así, la presencia de la intuición y las imágenes". 
Doña Endrina
Solo de trompeta
Coinciden también los autores del libro al citar los referentes de Molina. García Viñó habla de Dadá y Brueghel. Garcia de la Concha cita a uno de los referentes que más aparecen en el libro y uno de los más idolatrados por Molina: Ramón Gómez de la Serna, influencia decisiva, por ejemplo, en su obra "Pompón". García de la Concha también refiere los dibujos de Lorca, a Lautreamont y a Marx Ernst. Argenis Rodriguez, en 1970 y  desde Venezuela, compara a Molina con Cervantes o con Swift. Respecto a su obra Narrativa, Jean Tena compara el humor negro fernandezmoliniano a Quevedo, Goya o Buñuel y destaca el mundo onírico y la fantasía, aludiendo a Lewis Carroll. También Alicia Silvestre compara al Molina de "La liebre mecánica" con el creador de "Alicia en el país de las maravillas", pero va más allá y destaca el cinematografismo  en el estilo de Molina y cita también a Cervantes y a Valle Inclán. José Maria Pemán nos habla en 1960 del teatro sumergido de Molina y compara su farsa "Las alumnas" con Ionesco, señalando que "el anémico panorama del teatro español necesita una voz nueva como la de Molina". Francisco Martín Martín con su artículo "Teatro de cine" es quien más aborda las influencias cinematograficas en la obra del autor tildando de cinematográficas todas sus dramatizaciones. En esta línea compara a Molina con el Buñuel de Viridiana o con el Goya de "La última comunión de San José de Calasanz". Juan Eduardo Cirlot nos habla del Molina plástico en su célebre artículo "El amanecer de lo informe". Aproxima la obra de Molina a la de Michaux, Velázquez, Dubuffet, Groszo o Eugenio Lucas. Alfonso López Gradolí recuerda que en el año 1952 Molina fue el precursor de los "happenings" y compara su obra pictórica a Giorgio de Chirico, Bretón, Picasso, Dali, Miró o Prèvert. Y como curiosidad cita unas exposiciones colectivas en las que Molina participó junto a Cocteau o Arp para finalizar hablando de la admiración que el maestro sentía por Solana. Para hablar de la obra pictorica fernandezmoliniana, Gabino Alejandro Carriedo cita a Kandinsky, Miró, Rabelais, Mompó, Brueghel, Magritte, de nuevo Chirico o Joyce, mientras que Victor Lope habla de una fotografía tomada en 1952 que resulta esencial, pues Molina posa junto a seis de sus obras donde se anticipa a Tàpies y donde impactan las decisivas influencias de Paul Klee o Joan Miró. Alejandro J. Ratia cita una exposición de escritores pintores en la que Molina participó junto a Buero Vallejo, Cela y Gómez de la Serna. Calvo Carilla, en su ya citado artículo, realiza un exhaustivo estudio de las influencias de Molina a lo largo de las distintas etapas de su vida, vislumbrando en su infancia a Defoe, Stevenson o Melville y destacando de nuevo a Gómez de la Serna y su literatura del objeto, la "cosología". Calvo Carilla también recuerda algo fundamental. Eduardo Valadés incluye a Fernández Molina en la antología de relato breve "El libro de la imaginación", en el año 1976, como uno de los ejemplos hispánicos más relevantes junto a Gómez de la Serna y Cortázar. Como en anteriores aspectos, las mejores pistas sobre sus influencias nos las da el propio Antonio Fernández Molina, de nuevo, en la genial entrevista con Antón Castro, reconociendo a Velázquez o Víctor Hugo como los artistas de su vida. Y como curiosidad reconoce a Dalí como uno de los mejores escritores españoles de todos los tiempos.
Saura y Molina

La última comunión de San José de Calasanz (Goya_1819)
Viridiana (Buñuel_1961)
Antonio Fernández Molina posee una obra incomparable, única y fundamental en la literatura española del siglo XX y el paso del tiempo no causa en ella mella alguna excepto la de toda obra universal, la huella del reconocimiento que, de una vez, ha de llegar. Recuerda Luis Alberto de Cuenca cómo fue propuesto, sin éxito, como candidato a recibir el premio que otorga la Fundación Principe de Asturias. Montells, sembrado una vez más, sentencia: "Si Molina fuera francés ya estaría en los altares junto a Bretón, Ernst o Mallarmé. En España no hay mejor cosa que morirse para llegar a genio". Emilio Miró en "Ínsula" ya calificaba a Molina como "uno de esos nombres injustamente proscritos" y el propio Antonio, de nuevo en la maravillosa entrevista junto a Antón Castro, afirma: "Comparativamente a los méritos de otros me hacen faenas, tratan de ignorarme". Los que han ninguneado a Molina o tratan de pasar por alto una obra unitaria, intemporal y esencial para el siglo XX, ignoran que la blanca babosa de la permanencia que ya vaticinaba Arrabal en el año 1966, está aquí para quedarse. A mí me gustaría imaginar  a Antonio Fernández Molina, ahora mismo, oculto donde está, con la misma expresión satisfecha que, según Raúl Herrero, exhibía en el Museo Reina Sofía mientras recibía un multitudinario homenaje en el año 2003 Es, por cierto, el artículo de Raúl Herrero que cierra el libro, el más cercano y emotivo. Queda aún un camino por recorrer para situar a Molina donde corresponde pero este libro, "Hablando de A.F. Molina" ya es un seguro salto hacia adelante.

Plenos de satisfacción a la salida de la biblioteca. (Fotografía: Alfredo Moreno)