Hay una lámpara que desciende
desde el techo
y casi llega a posarse
sobre la mesa,
sobre mi vaso vacío.
Estas lámparas son un bosque
de árboles
que tienen sus raíces
en el cielo
y viven gracias a la fotosíntesis,
respirando el aire viciado
de tabaco y oportunidades fugadas
que pervierte, casi sin querer,
la tenue luz amarilla
de esta cantina.
Abandonaré la mesa
y probablemente
dejaré mi lámpara oscilando
como un péndulo
que marca unos segundos
ya inexistentes.
Abandonaré mi mesa
y el vaso vacío
y cantaré.
Mi voz sonará
como la guitarra de Eric Clapton,
lastimera,
en su profundo y negro río
repleto de lágrimas.
PERO...
¿Qué son estas luciérnagas
que me detienen
en la carretera
donde solo se mueve el viento?
¿Qué destellos salpican de miel
mi lengua acostumbrada
al sabor amargo
de la hiel?
Es nuevo para mí
pero es bueno
poder sentir.
Es una suave caricia
de aire primaveral
levantando en el viento
un remolino de hojas muertas
con poemas revueltos
y quizá resucitados
para volver a vivir.
Cada día, la arena recibe al mar
pero todavía se sorprende
por el inconfundible olor a sal.
Yo no sé qué musaraña eléctrica
da vida a estas luciérnagas,
o qué energía impulsa mi mano izquierda,
si yerra, acierta
o escribe quimeras.
Solo son garabatos.
En ocasiones, cigarrillos contra el techo,
palabras en tus labios
o solo una sonrisa de algún animal.
Pero lo cierto es que dicha luz
me hace feliz.
Y yo, me dejo vivir...
vivir volando entre ellas,
entre mis hermosas luciérnagas.
Vivir volando entre ellas...te dejas vivir... excelente remate. Un abrazo, amigo!
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Fran. Mil agradecimientos. Nos vemos pronto.
ResponderEliminarLetras que empiezan con un tono melancólico pero que llegado al "Pero..." rompen con esa línea para transformarse en un bello canto a la esperanza.
ResponderEliminarPoema ola, con su cresta y su seno, como la vida misma, que a ratos es de muerte y a otros para matarla...
Me gustó leerte amigo Marcos.
Abrazote.
Tú sí que iluminas los blogs...
ResponderEliminarEsa era la intención, Acróbata. Un poema con dos partes diferenciadas. Gracias por pasar. Abrazos
ResponderEliminarAhí andamos dando la lata, Roberto jeje
Pues das la lata de tal manera que no lo parece, Marcos. Qué maravilla de poema, un lujo, y precioso título le pones. Maravilloso también Eric Clapton. Besos.
ResponderEliminar... Las luciérnagas que inspiran capaces de:
ResponderEliminar"Es nuevo para mí
pero es bueno
poder sentir".
Y de:
"Y yo, me dejo vivir...
vivir volando entre ellas"
Si su evocación hace sentir y vivir... ¿por qué no mirarlas?
Besos
Hildy
Con gente como tú, Clementine..da gusto. Gracias por tus palabras siemrpe tan amables. Besos.
ResponderEliminarHola Hildy. Habrá que devolverles la luz. Besos.
¡Qué bonito Marcos!
ResponderEliminarSe me han ocurrido muchas cosas al leerlo. Los blogs por ejemplo, yo siento lo mismo cuando leo poemas como éste. ¡Ufff! Un besote.
¡Que lejos queda la guitarra de Eric Clapton ! tan lejos como los meses de junio en que cientos de luciérnagas iluminaban los campos de mi pueblo natal.
ResponderEliminarUn abrazo Marcos.
Las luciérnagas que se aunan son capaces de iluminar el camino más oscuro. Seamos luciérnagas, nos sobra luz!
ResponderEliminarL
Hay en el interesante poema un tecnicismo que hiere un poco: "fotosíntesis". Saludos.
ResponderEliminarLa noche en la gran ciudad siempre es rasgada por luciérnagas artificiales que sobrevuelan el sueño y los sueños. Hasta que amanece.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Tan insistentemente persiguida
ResponderEliminarque la luciérnaga se ocultó
en la luz de la luna
(de Ryota)
... pero tú la descubriste en ese anticipo primaveral
Me alegro que se te hayan ocurrido tantas cosas Jonhancome. Gracias por tu amabilidad. Besotes.
ResponderEliminarAñoranza en tu comentario, Yuri. Es una lejanía bonita, parece ser. Abrazos.
Sí que nos sobra luz, sí L. Gracias por tus últimos comentarios. Besos.
Gracias por pasar Angelus. Anoto esa apreciación sobre "fotosíntesis" Gracias!
Las luciérnagas artificiales son muy inspiradoras, Marisa. Gracias por pasar y dejar tu toque de magia, siempre. Besos.
Precioso fragmento el que nos dejas, G me encanta este intercambio. Abrazos.
Me gustó tu poema entre metafísico y surrealista. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gusta mucho, Marcos. Esa lámpara con raíz en el cielo es fascinante, y las luciérnagas que te llaman a la metáfora se añoran.
ResponderEliminarMuy bien, sigue escribiendo.
Saludos.
Grscias elpresley, me alegra que lo veas así. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Beatriz. Me alegran tus palabras. Gracias. Besos.
El poema no es que (pero ya sabes por qué, lo de que prefiero la prosa y eso)... aún así me gusta cómo a veces parezco leerte algo como de otra época y de repente zas! metes la guitarra de Eric Clapton en tus líneas (guitarra que por cierto suena muy bien ;-) )
ResponderEliminarOtro abrazo.
Vaya que si suena...Casi más que sonar, canta...o llora. Me encanta esa guitarra de "river of tears" Gracias por pasar y comentar, amigo David. Abrazos.
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