Algunos dicen que medieval, otros que si
romano. Lo cierto es que solo eres puente y como tal, la elección es sencilla:
cruzarte o lanzarse desde tus piedras. Y yo, cansado de esta anodina
existencia, había elegido la segunda opción. Pero, a medida que voy cruzándote,
el azote del cierzo me transforma. Una luz cegadora nace en el arrabal de la otra orilla.
Siento mi melena al viento, siento desentumecer mis piernas, siento vida y solo
quiero gritar, rugir de alegría.
¡Suerte en la sabana! Desde luego mucho mejor que lanzarse desde el puente.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho y la foto de las siluetas es buenísima ¿es tuya?
Un beso.
Ana
No, es del Ayuntamiento. Gracias Ana. Besicos.
ResponderEliminarEstupendo relato, ya sólo falta despertar a los leones del Congreso.
ResponderEliminarJaja, un cierzo mágico cruza sobre el puente...
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bonito!!
ResponderEliminarMe mudo con el león jajaja
Si, es un puente con encanto especial y más con esa luz de la foto
Besos abisales
Precioso relato. La silueta del león en alguna colina africana será mucho más hermosa.
ResponderEliminarSolo le falta la música de John Barry.
¡Pezado puente !
un beso, Marcos
Me ha encantado... qué puedo decir...
ResponderEliminarY que duro es cruzarlo cuando sopla el cierzo ¿o no?
El rey del Ebro aragonés embarcado hacia su bastante más cálido cetro africano ...
ResponderEliminarMuy original y poético, Marcos.
Un beso.
Muy bueno, Marcos, muy bueno. He sufrido recientemente un suicidio en la familia, ojalá hubiera cruzado ese puente...
ResponderEliminarBuenas tardes Mario, me has dejado bastante intrigado con el comentario que has puesto, no se si te refieres al "suicidio" de los blogs que tenias antes y su autor, o aun suceso mucho más trágico, espero sinceramente lo primero.
EliminarPor cierto Marcos disculpa la intromisión y que le haga esta pregunta en tu blog, pero leyéndolo ha sido mi primer impulso.
Los leones del puente de piedra se merecen cuentos tan buenos como el tuyo, desde luego. Solamente les falta rugir...
ResponderEliminarSorprendente. Y precioso. Eres un microrrelatista de lujo. Besos, Marcos.
ResponderEliminarAlguna vez ya he comentado lo difícil que me parece contar una historia con tan pocas pinceladas, difícil y meritorio.
ResponderEliminarEste relato, ¿se le puede llamar microrelato?, me ha encantado.
Qué bien que el león cruzara ese puente...
Un beso.
No nos engañes, Marcos. Esto es un poema en prosa, no un microrelato ;-)
ResponderEliminarPero me ha gustado.
Un saludito.
Me temo que esos no despertarán, Sr Cahiers. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, magico y potente Jonhancome. Abrazos.
Hola abismo. Darían ganas de exiliarse con el león, sí. Besos,.
Siempre más belleza en us hábitat natural. No estaría mal, no, con John Barry de fondo. Besos Abril.
Muy duro, sí. El frío te cala hasta los huesos y la humedad del río hace el resto. Gracias por pasar Laura. Besos.
Gracias Marisa. Siempre me ha llamado la atención que el símbolo de Zaragoza sea un león.
Ojalá sastrecillo. Lo lamento. gracias por pasar. Abrazos.
Solamente, Roberto. La verdad es que son unas estatuas muy bonitas. Abrazos.
Muy amable clementine. Gracias. Besos.
Sí Myra. Este lo escribí para un concurso pero un poquito recortado porque pedían cien palabras como máximo. Besos.
Pues tiene fondo poético, David, pero nació como relato. Quizá la idea sea poética pero también lo es la de "Portrait of Jennie", por ejemplo. Gracias por pasar. Abrazos.
Aún recuerdo una mañana de diciembre en la que una espesa niebla cubría hasta los leones no me hubiera extrañado al llegar a la otra orilla pisar la estepa siberiana pero no, al otro lado no me esperaban los leones ni los frios siberianos sino el calor de un hogar que no era el mío y una comida en agradable compañía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un relato muy original, Marcos. Enhorabuena, me ha traído muchos recuerdos la de veces que he atravesado ese puente, nací allí en el Arrabal y lo que tu dices sólo hay dos opciones...
ResponderEliminarUn beso
Un relato optimista, de los que hacen falta estos días. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un agradable recibimiento al otro lado del río, especialmente, un día de niebla espesa. Gracias por pasar Yuri. Abrazos.
ResponderEliminarSí, dos opciones. Bonita zona la que nombras. Me gusta pasear por allí. Besos.
Gracias a ti por pasar y comentar. Abrazos.