domingo, 16 de diciembre de 2012

It had to be murder (Cornell Woolrich. 1942) Rear Window (Alfred Hitchcock. 1954)


"Sí, el hombre era un voyeur, pero ¿no somos todos voyeurs?" (Alfred Hitchcock en El cine según Hitchcock, Françoise Truffaut)

Una de los mejores acontecimientos que me depara esta patraña llamada navidad está, sin lugar a dudas, en la Plaza de los Sitios de Zaragoza, donde en un mercadillo solidario de la Asociación Aragonesa contra el cáncer, se venden libros usados a precio anti-crisis. Y allí se encuentran, de vez en cuando, verdaderas joyas. Sería exagerado considerar una joya el libro que adquirí con algunos de los mejores relatos de Cornell Woolrich pero, sin duda, la lectura de It had to be murder (1942) me ha deparado más de una sorpresa. It had to be murder es el relato que proporciona la idea a Alfred Hitchcock para rodar su famosa ventana indiscreta. William Irish (seudónimo con el que Woolrich firmaría su relato) crea con esta historia una magnífica muestra de lo que fue el relato clásico de intriga y el lector que se acerque hasta ella podrá divertirse analizando las diferencias entre el relato de Woolrich y la obra de Hitchcock y comprobar así porque sir Alfred crea una obra maestra del suspense a partir de un relato que practicamente pasó desapercibido.

Woolrich nos acerca al patio interior de una comunidad de vecinos a través de los ojos de un inválido del que no sabemos absolutamente nada (aquí no es fotógrafo ni periodista). Ante su mirada pasa la vida de sus vecinos a los que considera individuos presos de sus hábitos, curiosamente, el mismo problema que acaba teniendo él, al final de la historia, por su afición voyeurista . Pronto la mirada del protagonista se centrará sobre un matrimonio de avanzada edad, formado por una mujer enferma, que nunca abandona la cama y un marido cansado, hastiado por esta situación. La pareja vive en un edificio que está en obras y al parecer, el desalojo es inminente porque el casero ya no cuenta con ellos. La mujer no parece abandonar en ningún momento su cama pero, un buen día, ésta aparece vacía. El protagonista Jeff, pronto va atando cabos, imaginando que el marido ha tenido que asesinar a la mujer enferma. En este sentido, excepto en el desenlace final, la trama del relato es prácticamente la misma que en la película. Sin embargo, los personajes de esa comunidad de vecinos que nos presenta el autor y que rodean esta circunstancia principal, son menos numerosos y mucho menos pintorescos que en la película de Alfred Hitchcock. Si bien existe la pareja de recién casados, en el relato, tienen como costumbre salir todas las noches de juerga, dejando todas las luces encendidas; por el contrario, en la película de Hitchcock, no abandonan el dormitorio en ningún momento así que, se supone, una frenética actividad sexual que es, desde luego, mucho más interesante que dejarse todas las luces encendidas. Y esto lo consigue el director inglés enseñando únicamente una ventana con las persianas bajadas y el rostro de James Stewart, en un estado entre pícaro y avergonzado. La señorita corazón solitario es otro de los hallazgos de la película. En el relato, Woolrich nos muestra a una mujer triste que, cada noche, arropa a su hijo en la cama y queda pensativa, ante un escritorio, echando de menos al que, suponemos, fue el padre de su hijo. Sin embargo, el encanto de la señorita corazón solitario en la versión cinematográfica va mucho más allá. Se trata de una solterona que no consigue novio. Por supuesto, tampoco tiene hijos. Unas noches  las pasa escuchando canciones melancólicas de Crosby, otras, se lanza a la aventura de citas siempre decepcionantes. Finalmente, una tarde decide suicidarse, tomando unas pastillas. En ese momento, el mirón de Jeff, interactúa con la señorita corazón solitario y por unos instantes, deja de pensar en su vecino asesino. Jeff llama a la policía para avisar de que una mujer está a punto de suicidarse pero, súbitamente, la actitud de la suicida cambia al escuchar una melodía que procede de la habitación de un solitario compositor, personaje que no aparece en el relato de Woolrich y que, finalmente, acaba con la soledad de la señorita corazón solitario. Tampoco aparecen en el relato, la gimnasta, la artista escultora, la pareja que duerme en el balcón, ni los dueños del perro que acaba también asesinando Thorwald. Además, el Jeff literario no tiene ninguna novia que vaya a visitarle y que le ayude en sus pesquisas sobre el caso. En su defecto, Jeff tiene un criado llamado Sam que es quien irrumpe en casa del supuesto asesino cuando éste ha salido (como Grace Kelly en la película pero con menos elegancia) Estos personajes que parecen no tener importancia, sin embargo, son elementos que rodean el tema principal en la película de Hitchcock y que, con el hilo conductor de las relaciones personales (los problemas de pareja que encuentra Jeff con su novia reflejados en los problemas sentimentales que observa a través de su ventana), están relacionados entre sí reforzando esa idea de "panal de abejas atareadas en los mismos hábitos de siempre" que en el relato sólo se esboza de pasada. Estos elementos (los vecinos, la novia de Jeff, la criada) ayudan a hacer crecer una historia que se convierte en una de las películas más recordadas de Alfred Hitchcock y de hecho, la preferida de Truffaut junto a Notorious.
Y la siguiente clave con la que Hitchcock inmortaliza su película Rear window es, sin duda, el asesinato de la esposa de Thornwald. En ningún momento observamos nada, porque Jeff no observa nada. Sin embargo, sabemos cómo ha sucedido. Thronwald ha asesinado y la ha descuartizado con un cuchillo enorme que, al día siguiente, el asesino limpia con cuidado, delante de la ventana. Woolrich, que en lugar de cuchillo emplea un revólver como el arma homicida, insiste en cómo Thornwald vigila las ventanas de los vecinos después del asesinato, pero Hitchcock insiste aún más, centrando la mirada alejada de Jeff en los ojos culpables del asesino. De igual manera, los viajes nocturnos de Thornwald con una enorme maleta, que también es limpiada cuidadosamente los días posteriores, no existen en el relato de Woolrich pero, con estos recursos, Hitchcock introduce la idea del descuartizamiento y de un asesinato salvaje en la mente del espectador que, realmente, no ha visto absolutamente nada. De la misma manera, los ojos de Jeff no han sido testigos del asesinato pero, a través de ellos, de la expresión en el rostro de James Stewart intercalada con las distintas imagenes al otro lado del patio, el espectador siente lo mismo que Jeff y también está convencido de que Thornwald ha asesinado a su esposa. Es el experimento de Liev Kulechov al que Hitchcock hace referencia en su entrevista con TruffautEl cine según Hitchcock.

En cualquier caso, Woolrich nos cuenta esta historia en 42 páginas y sin su It had to be murder nunca hubiera existido nuestra celebrada Rear window. Según palabras de Hitchcock, del resultado final de La ventana indiscreta, sólo le decepcionó la banda sonora. Considera esta película como la expresión más pura de la idea cinematográfica e incide en que, al otro lado del patio, existe cada uno de los diferentes tipos de la conducta humana.


23 comentarios:

  1. Un magnífico texto para una película estupenda Marcos. Tambien es una de mis preferidas despues de Notorius.
    Me maravilla cómo en un espacio tan pequeño, Sir Alfred mueve la cámara y nos muestra todo un catálogo de personajes. Nos regala eso, la pelicula desde el punto de vista del espectador.
    Mirones somos todos, ésto es una gran ventana y a ella nos asomamos. Si hicieramos un análisis hasta saldrian todos los arquetipos..¡ menos mal que no nos vemos en pijama! jeje :-)

    Un beso de tu vecina de patio :-)

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  2. Menos mal!!! Dice Hitchcock que, nueve de cada diez personas que ven a una vecina desnudarse a través de la ventana, no podrán evitar mirar hasta que ella apague las luces. Bien, algo de voyeurs tenemos todos, sin duda, pero él lo lleva al máximo extremo. Besos, abril y baja la persiana antes de irte a dormir...

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  3. Hola Marcos.
    No imaginas que sorpresa y alegría cuando llegué aquí por casualidad ¡¡ En mi caso he estado unos meses alejado de la blogosfera y tras tú despedida no tenía ni idea de esto. Así que este es el nuevo rinconcito que te has montado, parece genial. Por supuesto me quedo.

    En cuanto al post –estupendo como siempre- creo que estamos de acuerdo en que la Ventana indiscreta es simplemente perfecta. Obviamente el relato – y su temática- debió de captar de inmediato la atención de Hitchcock. Poniendo en marcha su truculenta y desbordante imaginación. El resultado lo dicho insuperable.
    ¿Un criado, como protagonista? Lo siento pero contodos mis respetos al autor del relato. Grace Kelly y sus fabulosos vestidos son el complemento perfecto. Un abrazo, nos leemos.


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  4. Progresando adecuadamente...

    Quedas oficialmente reclutado, democráticamente a dedo, para la sesión del IV Ciclo Libros Filmados en la que se proyecte esta película (está prevista para 2013, pero no puedo decirte aún la fecha). Ya sabes; tenemos eso pendiente.

    Abrazos

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  5. Hola Juan, bienvenido a la blogosfera. Me alegra volver a verte. Además, la novia de Jeff (Grace Kelly) incluye el complemento amoroso y el problema de las relaciones personales que se ven, también, a través de la ventana. En la novela no existe. Gracias por volver. Abrazos.

    Me he propuesto hacer los deberes jejeje. Agradezco y acepto esta invitación vía-blog. Tenemos eso pendiente y verios cafés. Un abrazo 39

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  6. Qué grande era Hitchcock.

    Saludos y gracias por pasar.

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  7. ¡Qué bien me lo he pasado leyéndote, Marcos! Cómo he disfrutado de la lectura de este post. El maestro del suspense era un mago a la hora de encontrar inspiración en pequeños relatos y novelas que luego convertía en obras maestras visuales. Aquí me devuelves unas ganas enormes de volver a ver esta película (la verdad es que nunca me canso de ello) y también por meterme en las páginas del relato de Cornell Woolrich. Gracias mil.

    Besos
    Hildy

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  8. Gracias a ti, Charly. Desde luego, filmar semejante película a partir de una historia que ocupa 42 páginas es admirable. Bienvenido al club. Saludos.

    Gracias Hildy, por tus palabras y por leer este post. Me resultó muy curiosa la lectura del relato de Woolrich que recomiendo a todo el mundo. Besos.

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  9. Pues no conocía el relato. Te has ganado hasta la admiración de Alfredo (y un bolo, qué caramba). Grandísima película, sin duda.

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  10. Todo un catálogo del comportamiento humano..Desconocía la existencia del libro. La peli es de esas que con cada visionado va ganando puntos. Todo un estudio psicológico.

    Un beso

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  11. Muy bueno, empujas a volver a ver la película y descubrirla como más de cerca, siendo voyeurs del propio Hitchcock.

    Un abrazo

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  12. Fñijate, Roberto! Para que luego digan que se pierde tiempo con los blogs...jejeje Un abrazo, amigo. Ya te prestaré el libro de Woolrich.

    No sé cuántas veces la habré visto, Myra y cada vez me quedo con algo distinto. Besos.

    Nunca es tarde para volver a verla, Jonhancome. Ahí estamos, ¡empujando! (jeje) Abrazos.

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  13. Después de leerte me han entrado ganas de volver a repasar esta genial película.

    Llegué a tu blog hace poco y estoy paseando a ratos por él pues es francamente bueno.

    Un saludo

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  14. Gracias Mr. Presley. También he llegado alt uyo y te felicito. Gracias por pasar. Saludos!

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  15. Un relato magnífico y además breve, no se puede pedir más. Es curioso que Woolrich tiene otro relato corto "El ojo de cristal" en la que la víctima intenta detener al asesino deslumbrándole con el flash de su cámara. Parece que Woolrich se autoplagiaba como Raymond Chandler. Cine en estado puro en el que Stewart toma el papel de la cámara cinematográfica.
    No recuerdo ahora la banda sonora, yo tengo claro que a esta película el jazz le vendría como anillo al dedo. Saludos. Borgo.

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  16. Hola, Marcos.

    Que interesante, desconocia este libro.
    Me lo apunto.

    La pelicula desde luego es una de las joyas de Hitch.

    Aunque por lo que he leido en tu entrada hay cambios, normalmente Hitch intentaba ser fiel a los escritores, ejemplos en Rebeca y en la posada de jamaica de Maurier.

    a mi la estética de este pelicula me gusta muchisimo, y el espacio tan reducido para dar de si tanto, y los efectos y movimientos de cámara , geniales.

    Ya te digo, me suele pasar, me entran ganas de verla esta noche!!.



    Saludos y hasta pronto!

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  17. Hitchcock no fue guionista, salvo escasas ocasiones. Sí que era un magnífico pescador de historias. Y, claro, luego las cocinaba como nadie.
    Saludos.

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  18. Ah, y buena pesca la tuya también, por lo que leo. Enhorabuena, ja, ja.
    Saludos.

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  19. Es interesante lo que cuentas, Miquel pues, seguramente, fue Hitchcock el que leyó "El ojo de cristal" para sacar la idea del flash pues, en este relato ("It had to be murder") Woolrich no emplea el final que emplea Hitchcock,. El flash sólo existe en "La ventana indiscreta", película. En el relato, Thornwald intenta abatir al mirón con un revólver. Es muy interesante, repito. Como en el libro que compré también está "El ojo de cristal" leeré esta historia. Abrazos.

    Hola William! Según creo, "Rebeca" es la mejor novela en la que se basó Hitchcock para una de sus historias. Aquí, hace bien en cambiar el final. Saludos.

    Hola Licantropunk. Pues he vuelto a ir de pesca en Jaca, en otor rastrillo donde vendían libros y la pesca ha sido buena...jejeje Gracias por pasar. Abrazos.

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  20. El que no tenga dentro de sí un pequeño voyeur que tire la primera piedra... La peli es magnífica. Poco que añadir. Buen post. No he leído la novela, pero me están entrando ganas...

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  21. Todos esconderán la mano, seguro. Me alegró verte el otro día! Un abrazo y gracias por pasar.

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  22. Qué casualidades, ahora me dispongo a redescubrir al maestro del suspense, gracias por el descubrimeito del lexto del que no tenía ni idea.
    Un abrazo.

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  23. Hola Bogart. Hay mucho por descubrir en películas que, sin embargo, son muy conocidas Un abrazo, amigo.

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