Parecía mentira que el día de hoy (ayer, uno de mayo) fuera un día de fiesta. Era necesario, cuidadosamente, ir deshojando la ciudad en aquella tarde vacía. Arrancar plazas como pétalos, fuentes como estambres y restar todo lo que sobraba para quedarse con el lugar adecuado, donde uno se reconoce. Había risas de niños en la plaza francesa y amantes que se besaban en los bancos. Pero eran momerntos ajenos. Era necesario completar la tarde vacía. Por suerte, tenía en mis manos Poesía Jazz de G. Luna Pérez Gastón. Y la tarde vacía se llenó de versos comprados en Barcelona, leídos en Zaragoza, imaginados en pupilas y directamente incluidos, de por vida, en la banda sonora preferida. El poemario de G. Luna Pérez Gastón está ilustrado por Rafael Becerra y es una delicia para los sentidos. No es necesario ser amante del jazz o de la poesía. Es, simplemente necesario, ser amante de la vida. Y dejarse llevar por la melodía que reverbera entre las palabras de cada poema, disfrutar de cada pausa y de la respiración, a veces desesperada, que palpita dentro de este hermoso libro que también concede tregua y descanso, relajación y sosiego. Poesía Jazz está editado este año por Traspiés (Vagamundos Libros Ilustrados) Desde este rincón, recomiendo ciegamente su lectura. Les dejo cn la voz de G. Luna Pérez Gastón recitando uno de los poemas de esta joya.
Ahora que, según parece, he conseguido solucionaer los problemas que me estaba dando blogger y después de escuchar el estupendo poema de G. Luna Pérez Gastón, me atrevo a escribir unos pequeños versos de esos que ayudan a sobrevivir la noche.
La arquitectura artificial
de esta noche invertebrada,
la anatomía raquítica del subsuelo
y los árboles vertebrados y ridículos
que, según dicen, adornan la ciudad.
La lejanía apestosa,
la madrugada en cenizas
y el aburrimiento de un móvil
que no se atreve a pronunciar tu nombre,
cuando te echo de menos.
Hoy ha sido el día
para escribirte las preguntas
que no obtienen respuestas.
Tres días y tres noches a tus pies
raptan esta semana
y hoy, bajo mis pies,
desaparece el asfalto
que no sabe de coffee shops
ni habitaciones de hotel.
Amar de verdad, a veces,
es permanecer en silencio.
Siempre la comprensión derrotando a la protesta.
Cierro los ojos y estalla mi ciudad.
Bajo un cielo violáceo
se ahuyenta el sol de los desiertos donde soy feliz.
Se escribe una historia de amor robada
mientras fumo la última hierba
de un club en ruinas.
Tu poema me ha emocionado, Marcos. Un poema con mucho sentimiento y con algunos versos que son como espejos en los que me veo reflejada.
ResponderEliminarLa canción es perfecta para acompañar tu poema.
Un beso.
Poesía y jazz... qué gran combinación. Me ha gustado mucho esa hierba fumada en un club en ruinas y por supuesto también la canción.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
El poemario Poesía Jazz tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarY tu poema, Marcos, es una joya. Brillante.
Un abrazo.
Un placer que veas espejos en mis palabras, Myra. Besos.
ResponderEliminarGracias amigo Miquel. Sabía que esa parte te iba a gustar. Un fuerte abrazo.
Es un poemario estupendo, Roberto. Gracias por pasar, amigo.
Qué maravilla esa fusión del jazz y la poesía. Pude disfrutar en el Jamboree de Paraules de Jazz y salí feliz de esa unión.
ResponderEliminarPrecioso tu poema y la música que lo acompaña.
Y esa mezcla de ciudades la practico con asiduidad...
"Amar de verdad, a veces,
ResponderEliminares permanecer en silencio"
Y cómo duele mantener amordazada a la rebeldía... Precioso post. Poesía y jazz, una combinación letal.
Un abrazo
Qué envidia, Laura. Y ame hubiMuchas gracias por tus cálidas palabras. Besos.
ResponderEliminarLetal pero hermosa, Lula. Abrazos agradecidos.
Calma el alma ciertos versos y ciertas personas.
ResponderEliminarUn abrazo
(yo también tuve problemas y no había podido dejar mi comentario...)
No sé si amar de verdad es permanecer en silencio.Tal vez sea mejor gritar a los cuatro vientos y que el mundo te oiga.
ResponderEliminarUn abrazo Marcos
La vida de un libro es imprevisible. Parece increíble pensar que "Las notas pérdidas" fueran hace muy poco un montón de papeles guardados en un mueble rojo y que hoy sean el libro "Poesía Jazz" que has leído y te pertenece. Rafa y yo queremos agradecer tus palabras y nos alegramos de que se hayan cruzado nuestros caminos.
ResponderEliminarSALUD, JAZZ, VIDA!!!!!
G. Luna Pérez Gaston
A ver si se acaban los problemas blogueros, Amaya.
ResponderEliminarSí, Yuri...es necesario gritar, a veces. Un abrazo.
G. Luna Pérez Gastón, es un placer tenerte (teneros) aquí. Gracias por todos los instantes que me ha deparado este "Poesía Jazz" Una delicia. Y una alegría que hayas cruzado pro este blog. Salud, Jazz, Vida.
Muy bueno, chico. Las musas del jazz son musas mayúsculas.
ResponderEliminarSaludos.
Comoo se puede comprobar en este libro, Licantropunk...Inagotables esas Midas del jazz. Un abrazo
ResponderEliminarBrindo por tí.
ResponderEliminarCorrespondo el brindis, por ti. Abrazos.
ResponderEliminarOjalá pudiéramos deshojar nuestras ciudades de tanta arquitectura artificial y tanto árbol de mero adorno, servidumbre triste de la naturaleza encadenada, la ciudad como reclamo del negocio de sí misma; ojalá pudiéramos deshojar nuestra soledad de tanta madrugada con los ojos abiertos, de esas habitaciones de hotel donde un luminoso va y viene entre las rendijas de la persiana…
ResponderEliminarTus poemas siempre son una invitación a deshojar ensueños.
(Anoto también esa recomendación que suena a jazz y sabe a buena poesía)
Un abrazo, Marcos.
Conseguir una ciudad desnuda de artificio que ya no sería ciudad. Deshojar la soledad. Precioso comentario Juan. Gracias por venir y dejar tus palabras. Abrazos.
ResponderEliminarPrecioso poema, Marcos, tus poemas crean una atmósfera que te hace pasear por una ciudad desconocida aunque sea la misma de siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, es mi Zaragoza siempre...aunque voy buscando nuevos paisajes ahora. Época de cambio. Besos.
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