Tú no quieres los cuadernos
porque llenas con palabras folios en blanco
como los segundos del día, con besos,
colmando esta vida
y apurando al máximo
el cáliz del sexo.
Tú no escribes en cuadernos
porque no te gustan los límites.
He tardado en comprenderlo
pero, al fin, conozco lo sencillo que es amarte.
Ahora sé hacer de tu cuerpo
un folio en blanco.
Dar caricias sin renglones
y hablarte sin fronteras.
Ahora sé que tu amor
no es un cuaderno que se cierra.
Da mucha libertad escribir en folios en blanco pero, a la larga, formarían parte de un cuaderno con mis experiencias de vida... buenas...malas...
ResponderEliminar;) Escríbeme la vida en folios!
ResponderEliminarL
Me ha recordado mis tiempos de escolar, cuando estrenaba un cuaderno y uno empezaba con una letra tranquila, inmaculada, como si quisiera hacer una obra maestra. Después era otra historia...
ResponderEliminarPero qué bonito, Marcos, todo, el poema y la idea. Precioso. Besos, poeta de lujo.
ResponderEliminarMuy bien Amaya.
ResponderEliminarEn eso estamos, L! Besos
Sí, es cierto. Después la letra empeoraba. Gracias Cahiers.
Gracias Clementine!
Cuadernos, anillas, renglones que aprisionan las palabras. Recuerdo un poema de Martí Pol: "Hazme ver tu cuerpo en tus palabras. En las "O" tus ojos y en las "T" tu espalda" Tu poema, Marcos, es mejor. Espero que sigas llenando muchos folios en blanco.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
En un folio en blanco está todo por acariciar. Los cuadernos acumulan demasiado pasado hacia la izquierda, tiene uno que ir arrancando hojas, pero el olvido nunca es un trabajo perfecto, porque los dedos perciben ese adelgazamiento inducido. Un abrazo.
ResponderEliminarCuánto juego dan a la poesía los útiles de la escritura!!
ResponderEliminarBonito, Marcos.
Abrazos, amigo.
Hola Marcos,
ResponderEliminarLa poesía ese gran muro que nunca podré saltar. Por suerte tenemos blogueros como tu.
Por cierto, no solo la forma si no el contenido me ha gustado. Los límites no se encuentran en el mundo físico, me esta dando que pensar. Muy bonito.
Un abrazo Marcos.
Gracias, Miquel, tu comenario es muy amable. Habrá que seguir llenando. Abrazos.
ResponderEliminarHola Juan. El pasado acumulado hacia la izquierda es, en ocasiones, digno de ser releído. Como siempre, me dejas perplejo por tu comentario y tus bellas palabras. Gracias amigo.
Nos servimos de ella para crear estos juegos malabares, acróbata. Gracias por pasar. Abrazos.
Hola UTLA. Esperemos hacer de ella un muro que pueda ser saltado sin dificultad. Mil gracias por tus palabras y tu visita. Abrazos.
Un poema estupendo, Marcos. Folios, cuadernos, qué dilema, madre mía...
ResponderEliminarYa te digo. Y luego escribimos para solucionar dilemas jejeje. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarLa metáfora es estupenda Marcos.
ResponderEliminarManejas las palabras con mucho aire, como los folios y las hojas de los cuadernos que escribes. Me gustan los cuadernos. Atesoran pensamientos para mi y recuerdos.
Un beso
Es cierto, la literatura del amor o de la existencia no puede más que escribirse sin límites en el folio blanco de la vida.
ResponderEliminarSaludos.
En mi mirada: preciosa glosa de la creación poética.
ResponderEliminarUn beso, Marcos.
Atesoran recuerdos los cuadernos, sí. Gracias por tu visita y tus palabras, Abril. Besos.
ResponderEliminarMuy bonito tu comentario, Beatriz. Gracias, sin limites. Besos.
Gracias, Marisa. Una mirada muy amable. Besos