Fotografía de Javier Saiz Zaldo |
Yo nunca quise arrancarte del mar.
Simplemente, caminaba perdido
y en dos ojos brújula,
donde tu ángel
o el mismísimo demonio
enciende sus lámparas,
hallé una huida, una razón poderosa,
una barca.
Desconozco si en el punto de fuga
de estos muelles
posaste tu mirada
y me encontraste
pero en mi vieja ciudad,
que ahora contigo es otra,
el oleaje de un mar inxistente
arrastraba la posidonia de un río arcaico,
de otro pueblo olvidado.
Y llegaba a mis botas para enrredarse
en mis ansias de ti,
para abandonarme.
Nunca quise arrancarte del mar
ni invitarte a leer tus deseos
en el agua de las alcantarillas
que surcan mis ciudades, bajo los pies.
Pero, desde uno de esos puentes
que nunca debemos cruzar,
lancé un punto de fuga,
una botella,
allí donde se pierde el río.
Y en ese cabo suelto, inacabado,
llegaste como una certeza
para completarme.
El poema nos lleva al mundo de la ilusiòn y del amor, me quedo con estos versos:
ResponderEliminarY en ese cabo suelto, inacabado,
llegaste como una certeza
para completarme.
un abrazo
fus
Gracias fus. Me alegra que hayas elegido esos versos. Abrazos
EliminarBendita certeza! Un abrazo, querido Marcos, buen poema!
ResponderEliminarY tan bendita, Fran! Gracia spor pasar, amigo. Un abrazo
EliminarPrecioso poema ¿lleno de certezas?
ResponderEliminarImposible arrancar a nadie del mar, es demasiado poderoso.
Un abrazo!!
Habrá que unirse a su fuerza entonces, Laura. Gracias por tus palabras. Abrazos
EliminarEstá muy bien. Me sugiere amor con mayúsculas, verdadero, comprometido hasta sus últimas consecuencias, un amor que llega sin esperarse de un lugar distinto y que se queda sin condiciones. No sé, me dice eso más o menos. Igual me monté algo de película, Marcos. Un abrazo.
ResponderEliminarNo creo que te montes películas, Mr. Simpson. Me gusta lo que te sugiere el poema. Es lo que quería transmitir. Gracias. Abrazos.
EliminarLa certeza está en el camino que nos une. Y, agarrados, todos los cierzos que vendrán...una vida entera.
ResponderEliminarLu
Gracias, Lu. Por muchos cierzos más!
EliminarQué bonito, Marcos, qué bonito... También me lo he leído dos veces :) Besos, poeta de superlujo.
ResponderEliminarGracias Clementine. Espero que te llegue pronto y lo disfrutes. Ya me dirás. Besos.
Eliminar¡¡¡ GRACIAAAAAASS !!!
EliminarMe llegó... y ahora me toca disfrutarlo.
Muchos besos, Marcos.
Últimamente te veo muy inspirado, felicitaciones.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Licantropunk. Por cierto, estará al llegar. Ya me dirás. Abrazos.
EliminarPodrías titularlo "Cerveza" y no perdería el sentido...
ResponderEliminarUn abrazo
(se te ha colado una errata: "huida")
Sí, hay que beber bastante cerveza para colar esa errata... Así no es posible huir. Abrazos.
EliminarPrecioso Marcos!
ResponderEliminarGracias y bienvenido-a eif.
EliminarUn lujo de poema. ¡Ganas de leerlos todos juntos ya!
ResponderEliminarBueno Roberto, este no está incluido en "Concierzo de viento". Gracias, amigo.
Eliminar... Me atrapó ya desde el primer verso.
ResponderEliminar"Yo nunca quise arrancarte del mar"
... Y a partir de ahí un oleaje de versos... y de imágenes, y de historias.
Besos
Hildy
Gracias por tus palabras Hildy y por dejarte atrapar. Besos.
EliminarUna certeza nítida, y un diálogo de distancias. Me han enredado también esas historias de otras orillas que traen las olas entre manos.
ResponderEliminarSaludos!
Beatriz, es un placer leer aquí tus palabras. Mil gracias.
EliminarLa botella náufraga lanzada donde el río se pierde para convertirse en mar, marcó el camino de la certeza donde todos nos acabaremos completando.
ResponderEliminarUn beso, Marcos.
Tus comentarios son como micropoemas. Me encantan! Gracias. Besos, Marisa.
Eliminar'Cadencial'. Un poema muy 'cadencial', como las buenas certezas.
ResponderEliminarMe alegra que lo veas así, Raúl. Un abrazo.
Eliminarnadie debería ser arrancado del mar, por ningún motivo, no hay distancia más cruel
ResponderEliminar(precioso poema)
besos,
Gracias maslama. Supongo que, en ocasiones, es necesario alejarse de él. Pero soy de interior y no lo siento como alguien de costa. Besos
EliminarEste poema me recuerda lo mucho que se deja sentir el mar cuando lo tienes lejos. Ese oleaje de un mar inexistente que te atrapa como muy bien lo has descrito.
ResponderEliminarEsta semana he estado algo apartado de la actividad bloguera por una lesión en la mano típica de esas "cosas raras que sólo me pasan a mí". Ya lo contaré en un post.
Abrazos en Ítaca sobre un mar zaragozano.
Borgo.
Supongo que se echa de menos, Miquel. Te deseo pronta recuperación para tu mano. Ya te vale! Abrazos, amigo.
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