Audrey Hepburn como Eliza Doolittle. Francamente, nunca se ha visto mejor que como pordiosera. |
My fair lady se encuentra definitivamente entre mis musicales favoritos si bien no es el que más me gusta. Y es que ingredientes tiene de sobra para que sea una de las mejores y más simpáticas películas que se han rodado. En primer lugar, porque es difícil encontrar mejores temas musicales, uno detrás de otro que, más tarde, se convirtieron en clásicos populares que interpretaron los mejores cantantes de la época. En segundo lugar y más que por la actriz que encabeza la entrada, por el magnífico Rex Harrison que, incomparable, da vida al ya mítico Profesor Higgins. Y en tercer lugar, por la misma historia. Para buscar los orígenes de My fair lady hay que realizar varios pasos atrás en el tiempo. Esta película, más allá de las luces y la espectacular fanfarria musical , nos cuenta la obsesión del Profesor Higgins por crear a una criatura perfecta, partiendo de una base tan sumamente débil y simple como Eliza Doolittle, una pobre chica de barrio que se gana la vida vendiendo flores. Higgins tendrá la intención de crear, a partir de la nada más absoluta, a un ser perfecto, hacer pasar a una pordiosera de barrio por una dama de la alta sociedad londinense. Esto es, prácticamente, jugar a ser dios. Y Higgins modela esta escultura del mismo modo que Pigmalión crea a Galatea, en Las Metamorfosis de Ovidio. Ahí está el principio del profesor Higgins, en Pigmalión. Porque la película de George Cukor fue previamente una obra de teatro de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe que, a su vez, basaron su adaptación en la obra Pigmalión, de 1913, creada por George Bernard Shaw.
Rex Harrison, el Profesor Henry Higgins |
Rex Harrison como Profesor Higgins, tiene la perfección que da el haber representado la misma obra en Broadway durante varios años. Curiosamente y como recordara Hildy Johnson en esta entrada, el personaje de Rex Harrison vuelve a verse obligado aquí a renunciar a su amor, como ya le ocurriera años atrás en El fantasma y la señora Muir (Joseph L. Mankiewicz. 1947) Recordemos que en la película de Mankiewicz, Rex Harrison encarna a un espíritu que se enamora de la nueva inquilina de la casa donde siempre ha habitado. La huésped es Gene Tierney y el fantasma debe renunciar a ella, al final de la película, para dejarla libre y que así pueda llevar la vida que le corresponde. Pues bien, en My fair lady, Rex Harrison también representa a un hombre que, finalmente, debe dejar marchar a "su creación", a Eliza Doolittle. Y hay cierta fascinación que la señorita Doolittle manifiesta hacia el profesor. Y hay cierta devoción de Higgins hacia esa chica que él ha moldeado. Pero todo queda ahí. En algún momento, Pigmalión debe dejar que Galatea siga su camino.
Para comprender la película, también hay que comenzar por la obra de teatro que la precede y que se representó con gran éxito en Broadway y en West End. Rex Harrison también fue en aquella ocasión el Profesor Higgins. Pero el papel de Eliza Doolittle fue encarnado por la magnífica voz de Julie Andrews. Al trasladar la obra al cine, el productor Jack Warner rechazó a Andrews por ser una actriz totalmente desconocida en el cine (posteriormente sería Andrews la que rechazaría a Warner, por la oferta para el papel principal de Camelot). Y eligieron a Audrey Hepburn, entre otrras candidatas como Elizabeth Taylor, Vanessa Redgrave o Angela Lansbury. Pero lo cierto es que, para un papel musical Audrey Hepburn no contaba con la mejor voz. Estudió canto y se preparó durante varios meses para llevar a cabo una obra musical pero poco antes del estreno fue doblada en todas las canciones por la cantante Marni Nixon. Este hecho enfadó profundamente a Hepburn. Para más inri, aquel año 1964 se llevó el Óscar a la mejor actriz la propia Julie Andrews por su papel protagonista en Mary Poppins. Y Audrey Hepburn se quedó fuera de las nominaciones.
Independientemente de todas estas historias que rodean la película, la pareja Harrison-Hepburn en pantalla es fantástica.
La primera aparición de Audrey, en aquella tarde lluviosa de Covent Garden, es inolvidable. Como inolvidable es la reacción del Profesor Higgins y el Coronel Pickering (Wilfrid Hyde-White) al encontrar un espécimen tan extraño, con ese acento tan cockney (habitante de los bajos fondos del East End londinense). Según ell profesor, la manera de hablar de una persona condiciona su estatus social. Pickering no parece estar de acuerdo y el profesor le asegura que puede aleccionar a aquella chica para pronunciar el Inglés tan bien que pasaría por duquesa en el baile anual de la Embajada. Resulta una comedia fresca e irresistible, con unos números musicales sobresalientes y unos golpes de humor excelentes. La ironía de Rex Harrison con la innata simpatía de Audrey Hepburn convierten este musical en una película encantadora. Mención aparte merece Stanley Holloway en el papel del señor Doolittle, padre de Eliza, basurero y excelente bebedor de las cantinas londinenses que, después de tres días sin saber nada de su hija, decide ir a buscarla a la casa del Doctor Higgins, para proteger la dignidad de Eliza, ya que el doctor es un hombre soltero.
La primera aparición de Audrey, en aquella tarde lluviosa de Covent Garden, es inolvidable. Como inolvidable es la reacción del Profesor Higgins y el Coronel Pickering (Wilfrid Hyde-White) al encontrar un espécimen tan extraño, con ese acento tan cockney (habitante de los bajos fondos del East End londinense). Según ell profesor, la manera de hablar de una persona condiciona su estatus social. Pickering no parece estar de acuerdo y el profesor le asegura que puede aleccionar a aquella chica para pronunciar el Inglés tan bien que pasaría por duquesa en el baile anual de la Embajada. Resulta una comedia fresca e irresistible, con unos números musicales sobresalientes y unos golpes de humor excelentes. La ironía de Rex Harrison con la innata simpatía de Audrey Hepburn convierten este musical en una película encantadora. Mención aparte merece Stanley Holloway en el papel del señor Doolittle, padre de Eliza, basurero y excelente bebedor de las cantinas londinenses que, después de tres días sin saber nada de su hija, decide ir a buscarla a la casa del Doctor Higgins, para proteger la dignidad de Eliza, ya que el doctor es un hombre soltero.
El señor Doolittle (Stanley Holloway) se entrevista con el profesor Higgins |
La prueba de fuego para Eliza (y para Higgins, como profesor de fonética) será el encuentro con la alta sociedad londinense en Ascot |
El apartado musical, por otro lado, sostiene un nivel altísimo durante toda la película. Uno de mis temas favoritos está al principio del metraje y se titula Wouldn't it be loverly? Quiero mostrar aquí el video de la película, con Audrey Hepburn actuando, no cantando (recordemos que está doblada) y acto seguido la misma canción por Julie Andrews, tal y como la canta en Broadway, en una grabación procedente del Ed Sullivan Show, en 1961. Al menos, es un documento curioso. No pretendo sugerir que Julie Andrews era más indicada para el papel pero, al menos, no necesitaba ser doblada. Es más, su voz superó a la de Marni Nixon con creces. Sin embargo, la virtud de Audrey Hepburn como Eliza Doolittle, más allá del innato encanto que tenía esta actriz, reside en la cómica y exagerada pronunciación que hace del Inglés, en sus primeros encuentros con el profesor Higgins. Por eso y por muchas otras razones (como, por ejemplo, no aguantar la tonta frasecilla de La lluvia en Sevilla es una auténtica maravilla) es necesario ver My fair lady en su sonido original. Ahora sí, vamos con los videos.
El trabajo de Frederick Loewe y Alan Jay Lerner para la banda sonora de My fair lady tuvo tal resultado que las mejores voces del momento no dudaron un segundo en escoger algunos de los temas para grabar sus propias versiones. A continaución escucharemos a Nat King Cole y veremos a Frank Sinatra interpretando sus versiones sobre algunos temas de la película:
Frank Sinatra cantó Get me to the church on time y I could have danced all night
Y después de esta jazzística interpretación de I could have danced all night (es importante advertir que la versión de Frank Sinatra data de 1962, dos años antes de que se estrenara la película de Cukor. Es decir, Sinatra solo tenía la referencia de Broadway, cantada por Julie Andrews) doy por terminado este artículo sobre una de mis obras musicales favoritas. Todavía no sé cómo he terminado en Sinatra, habiendo empezado en Ovidio y su Pigmalión, pasando por George Bernard Shaw, Mankiewicz, Cukor y Rex Harrison, pero el caso es que aquí me encuentro, de nuevo. Bien, entonces, que Sinatra os bendiga y disfrutéis de My fair lady cuando queráis pasar una tarde agradable.
Todo es hermoso!!me encantan estas películas, musicales, Rex Harrison, increíble actor, precioso Blogs, abrazos poeta
ResponderEliminarGracias afro-charrua. Sí, en todas estas películas, todo era hermoso. Hasta el mundo de los indigentes y los poridoseros de Londres. Pero bueno, es un musical y se perdonan estas licencias. Un gran musical, además. Gracias por pasar.
EliminarMe gustan mucho los musicales así que cómo no ésta. Es una delicia verla de nuevo. Enternecedora y te deja con una sonrisa en los labios. Qué más se puede pedir.
ResponderEliminarYo también soy muy de musicales, nury. No me los tomo como una película. Es más, una diversión. Yo creo que también me recuerda a la infancia. Veía muchos en mi casa, cuando era pequeño. Ésta, en concreto, es de las más simpáticas. Gracias por pasar.
Eliminar¡¡¡Guau, qué artículo completo e interesante!!! Cómo lo he disfrutado leyéndolo y escuchándolo. Gracias por la referencia y el link. A mí también me encantan los musicales y disfruto muchísimo con ellos. Así que por supuesto My fair lady está en mi lista de imprescindibles.
ResponderEliminarTanto Rex como Audrey (qué disgusto se llevo la pobre con lo de no cantar) consiguen una química especial y auténtica que hace creíble su enamoramiento. ¿Hubiese existido la misma química en la pantalla de cine entre Rex y Julie...? Nos quedaremos con las ganas...
Me has provocado unas ganas enormes de volver a verla.
Besos
Hildy
El difícil alcanzar esa química que destacas entre Rex y Hepburn que, además, creo que es uno de los grandes pilares que engrandecen el musical a gran película. Y es que tanto Hepburn coo Rex son dos grandes actores. No tanto así en el caso de Andrews. Aunque, probablemente, con el partenaire que tenía al lado, también sacó buenas interpretaciones en Broadway. Me alegro de haberte provocad esas ganas de volver a verla. Gracias Hildy. Besos.
EliminarNo se me va la sonrisa que me ha puesto en la cara el bueno de Frank cantando aquello de Voy a casarme esta mañana… Qué versión tan condenadamente divertida. Y la película… Bueno, ¿cuántas veces puede verse? La emoción no se agota nunca. Es realmente algo memorable, como la interpretación de Rex Harrison, una de las mejores de toda la historia del cine. No en vano conocía el papel a las mil maravillas, lo había perfeccionado en el escenario representación tras representación. Dicen que la Warner, además de preferir a Audrey, le ofreció el papel de Higgins a Cary Grant, quién respondió que no sólo no aceptaba el papel, sino que si no lo hacía Rex Harrison ni siquiera iría a ver la película. Un tipo listo. Abrazos.
ResponderEliminarEsto me ocurre a mi con Frank, Juan. No puedo parar de esbozar una sonrisa cuando veo uno de sus videos. Totalmente de acuerdo en tu apreciación sobre Rex Harrison, uno de mis actores favoritos. También lo es Grant, pero desconocía la anécdota. Sin duda, muy listo. Abrazos amigo, gracias por pasar.
EliminarMe hace gracia como todo al final tiene que ver con Sinatra. Este hombre está en todo lo que aparece en este blog, caramba. Eso sí, canta de maravilla, eh, que quede claro. Un abrazo musical.
ResponderEliminarSí, todo me lleva a Sinatra. Es un universo del que no puedo salir, Roberto jejeje. Gracias por pasar. Un abrazo.
EliminarPero qué entradón!!
ResponderEliminarA ver.. yo creo que Audrey sí se ha visto mejor que como pordiosera en otras pelis (jaja)...pero vale, como pordiosera está genial.
Audrey cantaría y se prepararía, como dices...peeeeeeero...En youtube he visto alguna vez tomas con ella cantando y aunque no lo hace mal, no es Marni Nixon... Es curioso, porque Rex más que cantar, recita... y a él se lo aceptamos totalmente.
Julie Andrews me encanta. Y si ya fue una Eliza maravillosa en las tablas, seguro que en pantalla también. Pero mira, así la tuvimos como Mary Poppins.
Y por supuesto que es necesario ver "My fair Lady" en versión original. De hecho, todas las pelis deberían verse en su versión original.
Tengo el cd de Broadway con Rex y Julie...Pero te diría que casi he puesto más el de la peli (lo pillé años antes e igual estoy más acostumbrado a él; como Higgins a su cara ;-) )
Había visto en youtube un trozo de la escena, pero el vídeo que has enlazado no lo conocía.
A mí, con todos los temas tan fantásticos que tiene la banda, debo decir que mi favorito es el último...cuando Rex se da cuenta de lo que ha perdido, arremete contra ella y luego reconoce que se ha acostumbrado a su cara. Eso siempre me pone la carne de gallina. pero jo! escucho ahora a Julie cantando Just you wait! Genial también.
Coincido contigo. Entre mis musicales favoritos, si bien no es el que más me gusta.
Un abrazo.
Pues sí, me quedé agusto con el entradón, jeje. Aunque, para entradas extensas, esta: http://papersdebotil.blogspot.com.es/2013/11/celebrar-la-muerte.html (la de Lucía, jeje)
EliminarEs muy curioso lo que comentas de Rex Harrison y su manera de recitar las canciones. Y es cierto, a él se lo pasamos por alto. Pero porque incluso queda bien que sea así. Lo hace como un profesor inglés. Y te lo crees. Ya no podríamos imaginarnos al personaje de otra manera. ¿Quizá a Audrey también se lo hubiéramos pasado? No lo sé. No hemos visto así la película. La escena que recuerdas de Rex Harrison pensando en Eliza cuando se ha marchado es de lo mejorcito de la película. Sensacional. Un fuerte abrazo, David. Gracias por pasar.
Una película memorable, un musical estupendo. Todo lo que se diga es poco. Creo que en mi apartamento se escucha una y otra vez "la calle donde vives" entre otros de sus temas, desde hace..¡ una eternidad!.. porque ésta historia y la película son eternas.
ResponderEliminarBuen repaso..¡menuda entrada la tuya arrastrando el tema hasta llegar a Sinatra ¡ no podia ser de otro modo ! my way. :-)
Besos, Marcos
Besos
Bueno digamos que lo de Sinatra es el toque final. "La calle donde vives" es una bonita canción, pero prefiero la versión de Nat King Cole a la de la película, cien veces. Memorable, como tú dices. Gracias por pasar, Abril. Besos.
Eliminar¡Ya me la contaste! ¿Que al final no se casan? ¡Podrías haber avisado de los spoiler! Que no, que no es broma, que no la he visto: si un género ha gozado de mi pasividad espectadora, ese ha sido el musical, me temo. Me tendré que poner a ello. Pero un texto excelente el que te has marcado, Marcos.
ResponderEliminarSaludos.
Ya lo siento Licantropunk jeje No obstante, aunque haya desvelado que, al final, no se quedan juntos, es necesario verla, porque ese dato no es lo más importante de la película. A muchas personas les tira para atrás el género musical. "My fair lady" es un buen comeinzo. Gracias por pasar. Abrazos.
EliminarMagnífica película Marcos y es que "La lluvia en Sevilla es una maravilla".
ResponderEliminarProfunda reflexión sobre la relación entre hombres y mujeres,la educación ,las apariencias y sobre todo sobre las Clases Sociales.
Un abrazo Marcos
Sí, más allá del estricto proceso de "creación" a la que Eliza es sometida por Higgins, también es un buen retrato de las desiguladades sociales y la marginación. Gracias por pasar, Yuri. Un abrazo.
EliminarInteresantísima entrada, Marcos, de principio a fin, sobre este musical de auténtico lujo. Yo creo que Julie lo habría hecho también muy bien dirigida por Cukor pero Audrey es taaaaaan encantadora, preciosa esa primera foto que has elegido de ella. Éste es también uno de mis musicales favoritos, que no me canso de ver porque además no ha perdido nada de su magia. El próximo año cumple ya 50 así que se asomará, digo yo, por mi pantalla, qué menos... En cuanto a la banda sonora... para mí una de las mejores de la historia del cine, es impecable, vaya dos estos Loewe y Lerner. Uno de mis temas favoritos es "On the street where you live" y no conocía la versión de Nat King Cole... me encanta, menudo swing. En cuanto a las dos versiones Sinatra... Wow!
ResponderEliminarQué buen comienzo de semana he tenido, Marcos, ¡gracias! Muchos besos.
Ah, me gusta mucho tu nuevo look y esa preciosísima cabecera que te has agenciado. Muy elegante todo, Marcos "ya sabes" Callau :)
Hola amiga Clementine. Cincuenta años y está como el primer día esta "My fair lady", es cierto. Estaré atento a tu pantalla. Julie también tiene cierto encanto pero Audrey en esto le supera. En eso y en su calidad como actriz, claro. Pero no hay que olvidar que Julie la escenificó con Rex Harrison en los escenarios de Broadway. Supongo que hubiera hecho un papel genial y sin haber sido dolbada, se hubiera llevado también el Oscar que ganó con "Mary Poppins" En la versión de Nat King Cole, se van los pies irremediablemente. Gracias por pasar y feliz desarrollo de la semana. Besos.
ResponderEliminarUy, los musicales y yo, no nos llevamos muy bien, la verdad, aunque tengo algunos marcados en rojo por si algún día me da por intentarlo, y My Fair Lady será uno de ellos.
ResponderEliminarA mi también me gusta Preminger, y puede que me ponga en serio con las que me faltan suyas, como estoy haciendo ahora con la filmografía de Wilder, que poco a poco la voy completando ;)
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHola Charly. La verdad es que, según creo, el musical es un género en el que también tienes que disfrutar con la música. Aún así, te animo a que veas "My fair lady" porque es una comedia estupenda. De Preminger "Anatomía de un asesinato", "Laura", "El hombre del brazo de oro" o "¿Ángel o diablo?" me parecen imprescindibles. Abrazos.
EliminarPD: La respuesta de Lu. era mía pero casi te comento con el perfil de mi novia. Inconvenientes de utilizar el ,mismo ordenador jejeje
No hay duda de que se trata de un musical maravilloso. a propósito, acerca de la protagonista y su eterna rival me gustaría que revisaras una entrada que tengo al respecto. E
ResponderEliminarntra en:http://tigrero-literario.blogspot.com/2012/03/duelo-cuchillo-por-el-oscar-de-la.html
Ok Alí, ahora lo miro. Como tu dices, maravilloso musical y maravillosa comedia. Gracias por pasar!
EliminarEl musical no es lo mío. El musical de tres horas no es lo mío. Un musical sin Julie Andrews empieza a ser más mío (no la soporto). Afortunadamente, alguien tuvo la idea de no escogerla (ella se enfurruñó bastante), y eso hace que con la dulce Audrey esta "Pigmalión" en plan gorgoritos no se me haga tan difícil. Pero no es lo mío.
ResponderEliminarUn abrazo
Ýa conozco tu opinión sobre los musicales y sobre Julie (ni siquiera te gusta en "Cortina rasgada"jeje), aunque, si mi memoria no me falla, algún musical sí que te había gustado recientemente. Audrey está muy bien pero yo me quedo con el profesor Higgins. Qué pedazo de actor! Un fuerte abrazo 39
EliminarHe acentuado la Y???
ResponderEliminarMagnífica entrada! Yo soy un fanático absoluto de "My Fair Lady", es mi película favorita, de hecho publicó Jesús Fariña una reseña mía en el blog de las mejores películas de la Historia del Cine, donde entraste a comentar, exponiendo tu muy interesante punto de vista. Ahora era lo justo entrar a comentar tu entrada. Cuando era niño era un trasto. Mis padres y mi abuela no sabían que hacer conmigo para que me portara bien. Sólo me calmaba una cosa: echaban mano del disco de vinilo de la B.S.O.(en inglés, por supuesto) de "My Fair Lady" (Con el cártel de Bob Peak impreso en la caja) y era escuchar esa maravillosa música y esas canciones y me quedaba quieto como una estatua y esbozando una sonrisa (y eso sin saber ni de qué iba tal historia pues aún no había visto la película). Recuerdo que las canciones de Stanley Holloway eran mis favoritas. El día de navidad de 1982 se estrenó en televisión, en el mítico espacio "Sábado Cine" de TVE. Se pasó toda doblada (incluyendo canciones) y me gustó, pero no me sonaban igual esas canciones que yo estaba acostumbrado a escuchar en el tocadiscos, al estar dobladas al castellano. Al día siguiente TVE volvió a emitirla por el antiguo UHF( La 2 de TVE) por la tarde y esta vez en V.O.S. y ah, amigo, esto ya era otra cosa. Me encantó, me maravilló escuchar la voz de Rex Harrison dialogando y diciendo las canciones de aquella manera tan peculiar suya. Desde entonces se convirtió en mi película favorita. Años más tarde, en 1986, TVE en un ciclo de la maravillosa Audrey Hepburn la emitió por tercera vez, esta vez mezclando las dos versiones anteriores para ofrecerla doblada pero con las canciones en V.O.S. La grabé en VHS. Se volvió a pasar así (doblada pero con las canciones en su inglés original) unas cuantas veces por telecinco hasta que llegó la versión restaurada del 30 aniversario, para la cual canal plus en su colección de clásicos la recuperó, pero con todo el doblaje (canciones incluidas), menos mal que tuvo unos cuantos pases en V.O.S (con un subtitulado mucho más completo que la versión antigua emitida por TVE). Y ni que decir tiene que me la compré cuando se editó en dvd por Warner para tenerla en formato anamórfico, una magnífica versión (no así la que ofrece actualmente Paramount, incluso en formato Blu-Ray que presenta unos defectos y alteración de la colorimetría lamentables). Es una comedia absolutamente deliciosa llena de matices y de temas muy profundos como la diferencia de clases sociales, la ironización que hace Shaw sobre los políticos (cuando Higgins le dice a Pickering aquello de que en sólo tres meses podría hacer pasar a Alfred por un ministro del gobierno u orador público en Gales), el mundo del profesor Higgins, envuelto en una mezcla de misoginia, soledad, e incluso desprecio hacia los que son de su clase también según de quien se trate, en fin, una auténtica obra maestra que uno no se cansa de revisar, es una historia que la puedes ver siempre. Un abrazo, Marcos.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=zemDqlv0Ug4
ResponderEliminarHola Alfonso. Agradezco infinito tu comentario en este blog. Me ha hecho mucha gracia lo del vinilo. En mi casa, mi tío conserva ese vinilo con la portada que comentas. Es una banda sonora incomparable y no me extrña que te calmara cuando eras un niño. Lógicamente, por edad, no recierdo ese estreno en 1982 por televisión de "My fair lady" en el espacio "Sábado cine" Pero sí me parece adecuado recordar cuánto bien hicieron por el cine y por los espectadores cinéfilos españoles aquellos espacios que, por primera vez, traían a España películas o que no se habían visto o que en el cine habían pasado desapercibidas, o las habían hecho pasar desapercibidas. Es cierto, nunca me canso de ver esta película. Ni de escuchar sus canciones. Gracias por venir a este espacio y enriquecerlo con tu comentario. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarY por cierto, gracias por el espacio Garci que nos regalas.
EliminarDe nada, es un placer. Fíjate en los comentarios de José Sacristán que es otro enamorado de esta maravillosa película y del insuperable trabajo de Rex Harrison componiendo su personaje de aquella manera tan especial. Un abrazo.
EliminarSí Alfonso y también me quedo con la reflexión de Luis Alberto de Cuenca. La verdad, es que acierta Garci en calificarla como la Traviata de los musicales. Qué más se puede decir. Les gusta hasta a los que aborrecen los musicales. Nuevos abrazos.
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