Sangriento atardecer. Imagen de la red, tomada de este autor |
Escarbo en el cielo
la tierra inalcanzable.
Me identifico con lo invisible
y me reconozco en las heridas del viento
azotado por las ramas de los árboles.
Navega mi universo.
Búscame en el humo de tabaco
que acompaña a la voz.
En el rastro de piel
que abandonó Rita Hayworth
dentro de un negro guante.
Estoy en el whiskey diluido
que surca la erosión del hielo,
en el carmín que rodea la copa
y me consuelo
con el rojo rumor
de un rutilante anuncio de neón
recién apagado.
(Rumiante amor)
Me congratulo
en la oscura estepa
de un cinema clausurado.
En el sabor a muerte anunciada
que desprende un beso
nimio, volátil, carnal.
Rastrea en el cielo
mis huellas
de suelo firme.
*La canción es Just friends y el saxo es de Plas Johnson
Ay Rita, Rita, Rita... Es uno de mis mitos confesables. Tan guapa y con esa melena roja... tremendísima.
ResponderEliminarEstoy a ver si me aficciono al jazz pero no termino de cogerle el punto :p
Un saludo.
"Lo que se da, no se quita...Rita, Rita..." Es un mito, sí. Siempre hay un momento para el jazz pero ¡ojo! hay que seleccionar el jazz que a uno le guste. A mí, no me gusta todo. Abrazos Charly.
EliminarJo, la primera foto es una pasada. En grande se nota más el barco...
ResponderEliminarLa segunda foto también es una pasada (jaja)
El tema igual no está mal (como el poema), pero es que estaba escuchando otra música muy distinta y me has "sacado" un poco..
Un saludito.
Me ha impresionado esa fotografía, sí David. Perdona por "sacarte" jeje Abrazos.
EliminarMe ha encantado eso de "En el rastro de piel
ResponderEliminarque abandonó Rita Hayworth
dentro de un negro guante". Una de mis películas de cabecera con una Gilda imagen del erotismo en estado puro.
Y que nunca pasa de moda, además. Gracias por pasar Cahiers y dejar tu cinefilia. Abrazos.
EliminarSugerente poema, Marcos, muy bonito. Me parece tremendamente nostálgico. Abrazos.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado Mr. Simpson. Un fuerte abrazo.
EliminarDiluido pero no invisible, en humo, en agua, en rumor. Quizás esas huellas de tierra firme se hallen escarbando en ese cielo que algún día se tocó.
ResponderEliminarTemazo el que dejas como acompañamiento. Tu poema no merecería menos.
Un beso, Marcos.
Gracias Marisa. Hay un punto de surrealismo ahí. Besos.
EliminarBuaaa, menuda maridaje que has orquestado alrededor de tu precioso poema. El tema impresionante. Y Rita una de mis favoritas sin dudarlo.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Gracias Laura. Con Plas Johnson y con Rita, no s epuede fallar jeje. Abrazos
Eliminar¿Ese poema es donde estás, amigo mío, o es donde quieres que te busquemos? Ay, Gilda. Donde nos buscarían a todos, si pudieramos.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
O donde quisiera encontrarme, Licantropunk jeje. Creo que nadie iba a renunciar buscar en Gilda. Gracias por pasar. Abrazos.
EliminarGran poema, a la altura de Rita, que ya es decir...
ResponderEliminarYa es decir, ya... Muchas gracias, amigo!
EliminarEstupendo homenaje. La Rita de la pantalla se lo merece todo. La otra ya... Me gusta que emplees "whiskey". Digo como palabra, no como combustible "poético".
ResponderEliminarUn abrazo
Ay los anglicismos...En ocasiones, me devoran. Peor me gusta llamarlo así. Lo veo más auténtico. Lo del combustible, bueno... No sé cómo saldrían los poemas. "Poemas sin huella"...serían Abrazos!
EliminarBueno, pues el poema me lo he leído dos veces, porque éste es de los de leer dos veces, la primera imagen preciosa y Gilda maravillosa, pero es que Rita no se quedaba precisamente atrás, era única. Y la canción con la que envuelves todo...pues que qué buen gusto musical tienes, caramba. Besos, Marcos Callau.
ResponderEliminarGracias querida Clementine. Gracias por leer dos veces el poema. Y por tus palabras. Siempre. Besos
EliminarYo me identifico en esas "heridas del viento", hermosa imagen, y en los ojos absortos que descubrieron la piel desnuda del brazo de Gilda. Y naturalmente, como lector de tus poemas, me reconozco en la luz de ese neón que ya es como una marca de la casa o quién sabe si un guiño cómplice a alguien, ese "alguien" para quien siempre se escribe. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo me gustan tus palabras, Juan. La luz del neón parpadeante como algunos amores. Un fuerte abrazo.
EliminarOlvidé decirte Marcos en tu anterior entrada que me encanta la portada y el título de tu libro de poemas así que imagino que el interior deslumbraría a la mismísima Rita.
ResponderEliminarAcabo de sentarme a contemplar el atardecer,me falta el Whisky y el humo del tabaco hace tiempo que lo cambié por el aire puro que a veces también mata con los recuerdos.
Saludos.
Espero que sea así, Yuri. Iba a enviarte hoy un correo pero he visto que no lo tengo. Si puede ser, ponte en contacto conmigo a la dirección marcoscallau@hotmail.com
EliminarEl aire puro es, sin duda, mucho más aconsejable que el tabaco. Pero su imagen es, sin duda, mucho menos atrayente. Gracias por tus palabras, amigo. Abrazos.
Un poema cargado de imágenes, a cuál más esclarecedora, a cuál más bella.
ResponderEliminarAbrazote, Marcos.
Gracias amigo Acróbata. Me alegra que te haya gustado. Abrazos
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