Tony Leblanc en El tigre de Chamberí |
¡El eléctrico, el eléctrico!
Este es el Tony que me a mi más me gustaba: El jeta. El papel de caradura, que se colaba en el Bernabéu por la cara (Bueno, en Chamartín, porque así se llama en esta película), que timaba a los recién llegados del pueblo en Atocha y que se volvía loco por conseguir los favores de Laurita Valenzuela y o de Conchita Velasco (Sí, antes eran Laurita y Conchita) Y en El Tigre de Chamberí Tony realiza este papel como nadie.
Tony Leblanc (Manolo), José Luis Ozores (Miguel Orégano El Tarta) y Antonio Garisa (el entrenador del Tigre) |
La historia de El Tigre de Chamberí es simple y se trata de una versión libre de The kid from Brooklyn (El asombro de Brooklyn), película protagonizada por Danny Kaye y Virginia Mayo, dirigida por Norman Z. McLeod en 1946 que, a su vez, era un remake de La vía Láctea (Leo McCarey. 1936) Si cogemos estas dos películas y añadimos además la escena de boxeo de City lights (Chaplin. 1931) (aquí) tenemos en El Tigre de Chamberí una comedia bastante decente, en versión española.
José Luis Ozores y la francesa Hélène Rémy |
Película ambientada en el Madrid de los años 50 y presentada, como era costumbre, por una voz en off que va repasando la vida cotidiana de la ciudad. En este escenario, Manuel Orégano El Tarta (José Luis Ozores) es un hombre tímido, apocado, sin oficio ni beneficio, que además está enamorado de Marisa (Hélène Rémy), la hija del propietario de la tasca donde Miguel pasa las horas muertas junto a su amigo Manolo (Tony Leblanc). La película tiene un arranque muy divertido en el que Manolo y Miguel (en silla de ruedas)se cuelan para ver el partido de fútbol en Chamartín. Durante el partido, Miguel discute con un seguidor que está junto a él en la grada y de un golpe de suerte, consigue noquearlo y dejarlo tumbado en el suelo, sin conocimiento. A la mañana siguiente, todos los periódicos titulan en portada que el Campeón Molina, ha sido noqueado por un aficionado en el estadio de fútbol. Cuando Manolo descubre que el noquedaor del campeón de boxeo ha sido su inocentón amigo Miguel, el negocio ya está servido y su mente no para de trabajar para diseñar un nuevo Campeón de boxeo: El Tigre de Chamberí. El señor Román, Jose Marco Davó (el dueño de la tasca), será el primo, el socio capitalista al que Manolo saca hasta el último duro para lanzar una carrera de boxeo a partir de un hombre que no le haría daño ni a una mosca.
Los tres amigos se disponen a "merendar gratis" con tres mujeres solitarias que encuentran en la Sala de fiestas Miami. |
Sirva esta buena comedia para recordar a un ser muy querido por todos, que nos ha dejado en los últimos días, el gran Tony Leblanc. Actor y cómico que marcó una época en nuestro cine. Siempre estará en nuestro recuerdo.
Para ver la película completa aquí:
Para las personas de mi generación, Tony Leblanc era como de casa. Mis padres veían sus pelis, yo reía con sus actuaciones en la única tv de entonces de aquellas nocheviejas...
ResponderEliminarQué pena que se vaya marchando todos...
Un beso para ti, Marcos y mi recuerdo para Tony Leblanc.
Así es, como de la familia. Así eran estos actores de los que ya no queda casi nadie. Besos Myra.
ResponderEliminarPor una vez y sin que sirva de precedente en los tiempos que corren, Tony Leblanc es, era, de esos famosos de los que no nadie hablaba mal. Deja un buen recuerdo.
ResponderEliminarBesos Pilar
Siempre será recordado: una figura imprescindible en el cine español, actor genial.
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso homenaje a este genio del cine español cuya vida no le trató siempre con amabilidad, pero su trabajo en aquellos años del blanco y negro y el posterior, tras su rescate por Santiago Segura, siempre nos quedará presente como una huella fehaciente del pedazo de actor que siempre fue.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Estoy con usted, esos papeles de jeta, de buscavidas tramposo son los que le iban como anillo al dedo, sobre todo por la forma de expresarse, con solo escucharlo ya se sabía que había nacido para eso.
ResponderEliminarUn actorazo. Qué buenos ratos nos ha hecho pasar...
ResponderEliminarNo comparto demasiado esta entrega unánime a la figura y a la calidad interpretativa de Leblanc. No cabe ninguna duda de su importancia en cierto cine español -del peor, casi siempre- de la dictadura; tal es así que su carrera prácticamente estuvo ligada a ella cronológicamente, por no decir en cuanto al tema de sus películas. Tampoco se puede dudar de que la mayoría de sus películas son bastante flojas, por no decir malas, siendo una excepción, por ejemplo, la que traes aquí hoy, sin ser nada del otro jueves. A mí, personalmente, pocas veces me ha hecho reír o disfrutar. No como galán, desde luego, pero tampoco como cómico, salvo excepciones muy puntuales. Ese carácter de listillo chulesco tan "madrileño" siempre me ha resultado más antipático y borde que gracioso. Sin embargo, Tony Leblanc fue una estrella de su tiempo, adaptando al mismo convenientemente el concepto de estrella, claro.
ResponderEliminarAbrazos
Ya me extrañaba a mí que se te pasara por alto Tony Leblanc... Yo ahora le estoy dedicando un ciclo (tengo muchas de él) y me vi ayer precisamente ésta para disfrutar mejor de tu entrada. Es muy divertida, tiene un guión muy decente y el reparto es de auténtico lujo. Muy acertada esa referencia que apuntas de "El asombro de Brooklyn", "La vía láctea" y "Luces de la ciudad" (qué mágica es "City lights", ¿verdad?).
ResponderEliminarTony Leblanc ha sido único en su especie, a mí me ha acompañado toda la vida, en "Primera Sesión", en programas de televisión... Para mí de los imprescindibles y por supuesto importantísimo en nuestro cine. Un genio maravilloso.
Inolvidable Tony. Yo crecí con sus películas divertidas, algo inocentes, pero llenas de ternura y humanidad, esa cualidad inherente al hombre y que tristemente se pierde cada día más. Gracias Tony por ser tan buen actor y mejor ser humano. Hasta siempre.
ResponderEliminarjavier
Es cierto, Pilar. Es algo digno de celebrarse, desde luego. Personas tan carismáticas como Tony Leblanc se echan de menos en estos tiempos. Gracias por pasar. Besos.
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar tus palabras Licantropunk.
Cierto, Marisa. También es tiempo de agradecer a Santiago Segura que lo rescatara para su Torrente. Y también a la serie "Cuéntame" Besos.
Sr. Cahiers, gracias por pasar. Ese acento madrileño que ponía en sus interpretaciones del buscavidas era único. Un abrazo.
Muy buenos, Roberto, es cierto. Siempre me he reído mucho con él. Abrazos.
Hola 39, gracias por dejar aquí tus impresiones. ¿Has visto "El suicida"? Es de la misma época que esta que traigo aquí pero el papel de Tony Leblanc es totalmente distinto. Es un tipo que lo ha perdido todo. Me gustó también en ese registro. Un abrazo.
Merecido ciclo el que le dedicas Clementine. Y anda que no hay películas suyas para disfrutar. A mí me gustó siempre. Gracias por pasar. Besos.
Gracias por tus sentidas palabras, amigo Javier. Y gracias a Tony, por supuesto. Es cierto lo que comentas de la inocencia de aquellos tiempos. Hasta de caradura era inocente, Tony. Abrazos.
Es mi película preferida de Leblanc. Además le acompañan los grandes José Luis Ozores (qué lástima que muriera joven, era el hermano con más talento) y el magnífico secundario Antonio Garisa.
ResponderEliminarHoy programan en la tele "Los tramposos" Cuentan que el director prohibió a Leblanc hacer improvisaciones pues el equipo se partía de risa con sus ocurrencias y no había manera de rodar. Abrazos. Borgo.
Hola Miquel. José Luis Ozores es inolvidable. Tiene muchas películas estupendas aunque, como dices, se nos fuera tan joven. Garisa siempre me gustó, también. Y "los tramposos" es otra de las buenas, sí. Desconocía la anécdota. Abrazos.
ResponderEliminarHola, deciros también que es mi tio el boxeador que intentan comprar pero por la presión de "los del pueblo" no cede al soborno. Fue campeón en España, Pedro Antonio Jiménez
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