Existen ciertas casualidades que nunca ocurren en una vida.
Cada día soy cada vez más
el viejo del andén
que espera ese loco tren
llamado felicidad.
Contempla cómo pasa
y si algún día se detiene,
llega tarde,
no consigue subir a bordo.
La felicidad es una palabra suave,
llena de fragilidad.
El viejo no quiere romperla.
Hoy está sentado en un agradable local
de aire francés.
Susurra versos
tan lejos de la felicidad
que duda si ella está escuchando
o el viento borra las palabras
que valen horas
en el Café del péndulo fosilizado.
¿Por qué ha sabido hoy
de la nostalgia?
Son las palabras no pronunciadas
que agonizan en los labios,
el vinilo ensayando
canciones de los ochenta
a la chica de al lado
que desea soledad,
los días llenos de papeles blancos
cuando el viejo ha perdido el bolígrafo
en su traje repleto
de bolsillos rotos.
Nos has sumergido en ese aire bohemio parisino a través tanto de tu bello poema como con ese precioso vídeo de la increíble voz de Sole Jiménez y esas estampas parisinas que tantos recuerdos me han traído.
ResponderEliminarMe ha gustado especialmente esa metáfora del "traje repleto de bolsillos rotos" para expresar esos sueños e ilusiones truncadas por los que se derramó la felicidad.
Un beso, Marcos.
Cuántas palabras no pronunciadas se habrán escrito en esas calles de bohemia y qué bonito nos lo has contado en tu poema.
ResponderEliminarMe ha encantado escuchar esta versión de Sole mientras paseaba por Montmatre.
Un beso.
Bien, bien, nada de "mis pasos me llevaron" o similares, ni de "no pude resistirme" o variantes.
ResponderEliminarPero odio a Sole Giménez.
Abrazos
Excelente poema, Marcos.
ResponderEliminarYo hago de poli bueno y Alfredo de poli malo...
Maravilloso. Con este fondo musical me ha parecido que leía el poema en un bar del Barrio Latino saboreando un Pernod ¿Te gusta el Pernod? A mí me encanta desde que lo probé en París. Si algún día abro un bar ya tengo el nombre: Café del péndulo fosilizado, un nombre muy evocador. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMarisa, mil gracias por tus palabras. Es un ensayo de aire bohemio y la versión de Sole me gusta mucho. Besos.
ResponderEliminarEs bonito el video también, Myra. Montmarte lo merece. Aunque, fíjate, este poema está situado en Zaragoza. Zaragoza tiene que ver con París más de loq ue parece. Besos.
Pobre Sole, 39! A mí ya me gustaba en "Presuntos implicados" (Ahí está "Alma de blues" o "Actriz") Es la que más ha coqueteado con el jazz en nuestra música. Si bien, a veces, parece que abusa un poquito de esos giros propios de su voz, recuerda siempre canciones estupendas. Eso sí, donde esté la bohemia de Aznavour, que se quiten los ensayos. Gracias por pasar y un fuerte abrazo.
Vale...¿y yo? Haré de "ensayista" jeje Siempre es mejor que hacer de extra. Un abrazo Roberto.
Sí... y también lo probé en París, Miquel. Es un ritual necesario, desde luego. Vale... si lo abres, avísame, que tomaré uno o varios pernods. Un abrazo.
Qué bonito todo, menuda ambientación nos has regalado en esta entrada. Qué lujo. Y ¿cómo puedes expresar y transmitir tanto con tus versos, cómo se hace eso? A mí me encanta Sole, de siempre, tiene una voz maravillosa y un gusto exquisito al cantar.
ResponderEliminarMe encanta tu cabecera de ahora, es mi película preferida de uno de mis favoritos-favoritos-favoritos... Besos, Marcos.
Es cierto que "Existen ciertas casualidades que nunca ocurren en una vida." O quizás sea el otoño tristorro que nos hace sentir a casi todos, lo mismo.
ResponderEliminarEnternecen los hombres solitarios y bohemios.
Gracias por la imágen, ya la puse.
Un beso
Eres muy amable Clementine y te agradezco tus palabras. Mil besos.
ResponderEliminarGracias a ti Jonhancome por pasar y comentar. El otoño siempre causa efectos dramáticos, para bien y para mal. Besos.
La nostalgia es capaz de provocar poemas hermosos y canciones inolvidables.
ResponderEliminarBesos, querido Marcos
Hildy
Bonito poema que ambienta la canción de Sole. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Hildy. Besos.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Juan. Gracias por pasar y comentar.
Precioso poema muy apropiado para este lunes de lluvia. Me ha traído bonitos recuerdos de mis viajes a París.Oh!!!París.
ResponderEliminarBesicos, Marcos.
Me alegra haberte recordado París. ¿Qué más se puede pedir? Besos, Anaís.
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