Angosta lejanía
Qué solas parecen
las viejas puertas
de estas viejas calles,
qué simples sus farolas,
márgenes que difuminan
cada rincón de cada portal;
qué vacío bajo el arco ojival,
hornacina para un beso
y pedestal,
o piedra para edificar.
Qué triste este hoy sin tu ayer
tan hermoso,
qué intangibles los abrazos
en los mensajes de texto,
qué necesidad en mi taza de café
y qué hacer
de estos viejos adoquines
en las viejas plazas,
qué hacer de este tú y yo
sin nosotros dos.
No deseo más kilómetros caminados
horadando nuestras huellas,
no deseo más mi piel sin tu piel
ni quieren escribir más
las yemas de mis dedos
sin plasmar versos de carne
rodeando las esquinas
y entresijos de tu cuerpo.
Fue estrecho el entramado de calles que albergó nuestro amor,
una mañana cualquiera de invierno.
Más angosto lo diseñaré yo,
estableciendo un punto de fuga
en tu vientre
y rompiendo los planos
hacia el infinito,
para hacer de estos recuerdos
una lejanía ceñida, sin distanciasArco del Deán de Zaragoza (ambas fotografías de este este autor ) |
Hermoso canto a la nostalgia.
ResponderEliminarEs curioso, a mí los cascos antiguos de las ciudades me producen también la extraña sensación de mansa nostalgia, de dulce tristeza que invita a pensar en tiempos pretéritos.
Buen día, poeta.
Es inevitable. Ya he hecho referencia alguna otra vez a las calles del Arco del deán y sus adyacentes pero no me canso de pasearlas. Abrazos.
ResponderEliminarCreo que es uno de tus poemas más melancólicos y por eso más lúcidos. Me ha encantado lo de intangibles abrazos en los mensajes de texto. Una buena forma de expresar la lejanía a pesar de lo bien comunicados que estamos. Abrazos, siempre es un placer pasar por aquí. Borgo.
ResponderEliminarSí, estamos bien comunicados pero hay cosas que no se pueden transmitir por mensajes... Gracias Miquel. un fuerte abrazo.
ResponderEliminar... y cuánta vida vivida tienen esos viejos rincones.
ResponderEliminarPor supuesto! Están llenos de vida y de historia. Abrazos.
ResponderEliminar¿Qué tendrán los poemas que nos regalas que nos transportan a esos lugares habitados por la nostálgia ? Imagino esos paseos..¡ qué sencillo placer !
ResponderEliminarUn beso con mi admiración, Marcos
"Más angosto lo diseñaré yo,
ResponderEliminarestableciendo un punto de fuga
en tu vientre
y rompiendo los planos
hacia el infinito,
para hacer de estos recuerdos
una lejanía ceñida, sin distancias".
Me gustan estos versos... cuando los cuerpos se convierten en planos o mapas... Cada uno con su geografía peculia y distinta.
A mí lo que me ocurre en las callejuelas y zonas antiguas de las ciudades o pueblos es que imagino que de pronto voy a pasar, así sin darme cuenta, a otros tiempos.
Besos
Hildy
Me gusta mucho más la segunda foto, si no tiene demasiada luz de noche puede ser perfecto, ¿no?
ResponderEliminarSepararse de ese alguien con quien se quiere estar es muy triste.
Es cierto que los besos y abrazos que nos lanzamos en los blogs no sirver para nada, aunque se echan de menos si no están.
Joder Marcos, acabo de leer tu poema desde mi smartphone mientras paseaba por la plaza de la Seo y me he tenido que ir corriendo a releerlo bajo el Arco del Deán. Es curioso que las nuevas tecnologías se hayan aliado con las piedras centenarias para conseguir emocionarme.
ResponderEliminarGran poema. Esta tarde estuve leyendo un libro sobre Salamanca, ciudad amada, y, claro, resulta que tu poema es exportable y apropiable. Siempre que las piedras sean venerables y magníficas, claro.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que un lugar así sería un punto de reencuentro estupendo...
ResponderEliminar(creo que tengo que callejear más... )
EL poema es tristemente delicioso
Besos abisales
ResponderEliminar...contando las horas. Y no habrá cercanía más dulce.
"qué hacer de este tú y yo
ResponderEliminarsin nosotros dos"
Me ha encantado. Tiene versos muy atinados.
Abril, qué tendrá una lectora como tú, me pregunto. Mil gracias. Besos.
ResponderEliminarEs algo muy cinematográfico, Hildy. Digo, un casco antiguo. Te sientes parte de una película. Gracias por destacar esos versos. Besos.
Bueno, en los blogs están bien. Pero los del teléfono móvil, son tan fríos... Por la noche no está muy iluminado, así que es perfecto. Gracias Jonhancome. Abrazos.
Se escriben poemas y textos y se publican entradas en los blog, amigo Mr. Lombreeze, para encontrar comentarios como el tuyo. Me ha encantado leerlo. Mil millones de agradecimientos. Un abrazo.
Exportable y apropiable... ¡Me gusta! Gracias Licantropunk. Salamanca es una ciudad que he de conocer los más temprano posible. Un abrazo.
Gracias Abismo. Un escenario perfecto para memorias imborrables y rencuentros. Besos.
Ese sería un bonito final para el poema, Anónimo. Gracias.
Muy sabinera me quedó esa parte jejeje G racias Roberto. Un abrazo.
Un bonito regalo Marcos para la nostalgia de los que en tiempos pasados sentimos que el amor traspasaba los muros de esas calles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acabo de viajar a Zaragoza con tus versos, aunque ha sido un viaje tan intangible como los abrazos en los mensajes de texto. Preferiría coger un medio de transporte y disfrutar del poema debajo del Arco del Deán como Mr. Lombreeze, jejeje.
ResponderEliminarPero de momento sólo con haber detenido el tiempo unos instantes para leerte me conformo.
Abrazos virtuales.
Si hay que elegir me quedo con estos versos. Un voz propia en tu poesía.
ResponderEliminarNi quieren escribir más
las yemas de mis dedos
sin plasmar versos de carne...
Un beso, Marcos
Y qué hermoso arco ojival convertido con tu canto en hornacina de besos... y nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Un fuerte abrazo Yuri, agradecido por tus palabras.
ResponderEliminarLos abrazos virtuales del blog saben mejor que los de un mensaje de móvil, Mucipa. Gracias por "dejarte viajar". Besos.
Gracias Anaís. Me alegro que hayas elegido esos versos. Besos.
Un abrazo, Marisa y mil gracias por pasar y dejar tus palabras.
Nostalgia y amor, dos ingredientes. Parece incluso fácil cuando uno te lee. Nada más lejos de la realidad. Hermosos versos, Marcos. Eres un artista.
ResponderEliminarAbrazos.
Amigo Kine, mil gracias por tus palabras. Me ha encantado tu comentario. Un abrazo.
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