El próximo sábado, 28 de septiembre, a las 17,00 se presentará en el Pabellón Municipal de Montañana (Zaragoza) el nuevo poemario de Ricardo Usón titulado Lo que te quiero decir, publicado por Chiado Tengo el enorme placer de haber escrito el prólogo de este nuevo trabajo de mi amigo Ricardo, junto a Lucía Pons Escrich, a dos manos. También tendré el placer de presentar, junto a Lucía, digamos que a dos voces, Lo que te quiero decir, el próximo sabado. Y lo que os quiero decir, realmente, es que estamos ante un estupendo libro de poesía. Pero, bueno, esto ya lo comentamos en el prólogo, con mayor profundidad. Así que, como no hay mejor plan para este sábado, os invito a venir a Montañana para pasar un rato agradable, en buena compañía y disfrutar de la creciente poesía de Ricardo. Como aperitivo, dejo aquí el prólogo que escribimos Lucía y yo:
Cuando Ricardo Usón
decidió poner en mis inexpertas manos el prólogo de su nuevo hijo (así es como
llama él a sus poemarios), solo tuve que recordar las copas, las risas y los
momentos vividos alrededor de la poesía, desde aquel primer encuentro en el
Café literario El Ateneo, hasta el día de hoy en que, con alegría, puedo
asegurar que nos une una verdadera amistad. En él pude ver, desde el primer
instante, a un amante de la poesía y de la naturaleza, comprendidas como dos
partes de un todo común e indivisible. Porque Ricardo es un hombre de orígenes que
huyó de la ciudad para encontrarse de nuevo con el campo y con todos aquellos
paisajes que habitó siendo un niño. Ricardo huyó de la ciudad para
reencontrarse, en definitiva, con su identidad. Por eso, vive lo que escribe.
Porque Lo que te quiero decir es un acto de
amor al mundo que nos rodea, a la naturaleza siempre presente , una búsqueda de
identidad con una voz clara, madura que, a veces, necesita gritar para acabar
susurrando, en otras, aquellas palabras que llevaba tiempo sin pronunciar. El
autor viaja en busca de la verdad. Y lo hace, retrocediendo en el tiempo,
defendiendo la pequeña aldea donde habita frente a la ciudad que ahoga. Ensalzando
el pasado frente al presente, unos días en los que, según sus propios versos,
hace demasiado frío y pasa todo demasiado deprisa. Rastrea la verdad en el
instante pausado. En la sencillez del agua y en la lluvia, como elemento
purificador y esencial para encontrarse consigo mismo. Escudriña la certidumbre
en las montañas, en el río, en el vino o en una seta, en un bosque o en el
sencillo abrazo a un árbol, capaz de fusionar la sangre de un hombre con la
savia de un amigo. Sintiéndose parte de él. La esencia en una comunión con los
elementos del agua, el fuego, la tierra y el aire.
El grito y el
reconocimiento de la propia identidad va apaciguándose y derivando al recuerdo de
lo que fue. Un dragón en la sombra es el pasado que, sin embargo, atesora lo
veraz, la esencia. La vuelta a la infancia es el origen frente al hombre que no
se reconoce en su propio espejo. Según los versos del poema Y otra vez vuelvo a ser niño, al poeta le
reclama el pupitre de un aula. Necesita reanudar una infancia interrumpida. En este diálogo interior existe una lucha sin
tregua entre todas las voces que le habitan. Una contienda que finalizará en el
reencuentro con el pasado en que el autor habla con el niño que un día fue. Un
viaje donde los versos son las alas que hacen volar al poeta, una búsqueda
donde encontrará su propio yo en otro lugar distinto. Un tiempo que, quizá,
había dejado olvidado.
El amor imposible, el
no realizado, el solo soñado pero mezclado con una fantasía que puede o no ser
real. Podemos leerlo en sus poemas Se va
yendo, Quizás llevándome un amor,
El olvido y más contundentemente, sin
tapujos, en el poema Y seré cuerpo.
Pero estos amores, distintos, son parte de un mismo viaje, parte de esa
búsqueda que es toda la obra.
El poeta se desnuda
frente a un lector que sostiene entre las manos su vida. Es un poemario vital, sangra lo que escribe. En
líneas transparentes vemos la esencia del sencillo ejercicio de escribir acerca
de la búsqueda del natural instinto, con cierto recuerdo a la enseñanza de Walt
Whitman en Hojas de hierba y esa
comunión con la naturaleza que nos rodea y nos da la vida, sintiendo la Tierra
como una madre herida. Despojando al mundo de su falsedad y partiendo de la
esencia, haciéndola suya para mostrar al lector hasta sus entresijos. Desde la
sencillez de la primera esencia para llegar al todo universal y abrazarlo
desnudo frente al mundo.
Gracias Ricardo, por
confiarme el prólogo de Lo que te quiero
decir, por mostrarme tu particular visión de la poesía y procurarme tan
gratos momentos de lectura.
(Lucía Pons Escrich & Marcos Callau)
Para terminar con esta entrada, quiero dejar un aperitivo de lo que es el nuevo libro de Ricardo Usón. Se titula Solo yo y el aire , reflejo de la unión poeta-naturaleza.
Hoy quiero volar sin alas,
hace tiempo que no lo hago,
planearé con los ojos cerrados
oliendo el miedo de no ver.
Agudizaré los sentidos del olfato
para oler lo que hace tiempo que no huelo,
extremaré el oído
para oír lo que se pierde entre el ruido.
Y dejaré también que el aire roze mi piel
para ser escalofrío,
dejándome llevar por el viento
seré ingrávido.
Por fin,
en esta oscuridad forzada seré libre,
al fin veré sin luz,
se acabará el miedo.
Ssssssssss...
Ssssssssss...
Ssssssssss...
solos yo,
y el aire.
©Ricardo Usón
Ricardo Usón recitando en la pasada Feria del libro de Jaca |
Ay... si estuviera más cerquita o puediera teletransportarme como los de Star Trek. ¡Suerte!
ResponderEliminarA teletransportación...arreglaría muchos inconvenientes. Gracias por eliminar distancias con tus comentarios, Lula.
ResponderEliminarEstupendo prólogo, y una maravilla el poema de Ricardo. Seguro que será un libro buenísimo. ¡Corro a devorarlo!
ResponderEliminarGracias Roberto. Nos vemos pronto. Abrazos.
ResponderEliminarMuchos exitos!!!!!!!!
ResponderEliminarun abrazo
Gracias por pasar, Mery. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas felicidades a los tres por la parte que os toca. Me alegra saber que has escrito el prólogo con Lucía, es muy divertido y una gran experiencia escribir a dos manos. He de probarlo un día con los dibujos.
ResponderEliminarMucho éxito en la presentación. Al menos el poema de Usón "Un espacio en el tiempo" lo merece.
Abrazos. Borgo.
Gracias Miquel. Sí, es muy divertido y toda una experiencia porque es la primera vez que participo en un prólogo, exceptuando las palabras de "Escribiendo esperanza" Un abrazo, amigo.
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