Todos los lunes
deberían ser el Día Internacional del Jazz.
Porque el lunes es azul
como un blues
y es el comienzo que asciende en la semana
como un saxofón rampante
por un pentagrama
que al llegar al cielo ya es martes.
Pero los lunes de madrugada no se encierran en pentagramas.
Son libres.
Llevan el sombrero ladeado
y conocen el sabor de la esperanza asordinada.
Los días de la luna tienen altibajos, cambios de ritmo,
locas improvisaciones como Satchmo.
No intentes secuestrar en un compás 3/4
tus ansias de viernes, maldito lunes.
Suena libre, con decisión
y quizá entonces no parezcas tan amargo
pintando de sábado
tus horas alargadas.
Los lunes, ya lo sabes,
yo soy el del café cargado.
Carga entonces de munición tu revólver,
que está escrito en la pared de algún bar: el amor es un balazo de felicidad
y los lunes
es el día de las balas perdidas.
Ay!! Para mi, el día del jazz es el jueves y el viernes, pero eso nada tiene que ver con ese brillante poema y Nina con su Feeling good, insuperable, y mira que he escuchado versiones excelentes.
ResponderEliminarUn abrazo!!
A mí, particularmente, me gusta esta versión y la de Bobby Darin. No sé con cuál quedarme la verdad. Bueno, lunes, jueves, viernes...incluso miércoles...cualquier día es adecuado para el jazz. Gracias por pasar Laura.
ResponderEliminarSiempre sienta bien un poema y un rasgueo de guitarra o el lamento de un saxo..
ResponderEliminarPara empezar la semana no está nada mal..Feeling good, Marcos, feeling good
Besos
Cualquier día está bien para el jazz y cualquier momento es adecuado para este temazo (no te digo para la magnífica versión).
ResponderEliminarSaludos.
Feeling good, april. Gracias por pasar y buena semana. Besos.
ResponderEliminarGracias nury. Me alegra mucho que te haya gustado. Saludos.
El buen jazz le sienta muy bien a cualquier día, desde luego. Feliz lunes.
ResponderEliminarFeliz lunes Roberto y gracias por pasarte a comentar. Abrazos
ResponderEliminarA esos lunes sí me apuntaba yo, y a ese saxofón rampante, que parece salido de algún escudo, y a los dientes de Louis mientras carraspea un ohyeah y se seca el sudor.... Abrazos.
ResponderEliminarMe has alegrado el lunes con la voz de la maravillosa NIna Simone y con ese poema tan jazzístico.
ResponderEliminarUn beso.
Pedazo de tema y de versión, desde luego. Me ha encantado esta dedicatoria tuya al lunes y al eterno jazz. Hay además en tu poema frases preciosas... pues como siempre. Besos, Marcos.
ResponderEliminarNada mejor para empezar la semana que con una de tus Delicatessen Marcos aunque para mi el Jazz es para las noches y si es en uno de esos lugares dónde se disparan balas perdidas mucho mejor.
ResponderEliminarUn saludo.
Y quién no se apuntaría a un lunes de jazz en los años treinta? En fin, soñemos Juan. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarSuena bien lo de poema jazzístico, Myra. Me gusta. Gracias! Besicos.
Pedazo, pedazo, Clementine. Muchas gracias, amiga. Besos.
Sí, el jazz y el saxofón y la voz de Nina Simone pertenecen a la noche, sin lugar a dudas, Yuri. Un abrazo de balas perdidas.
Me apunto a las clases de jazz, pero prefiero los miércoles...
ResponderEliminarLLegó Marcos, muchas gracias por todo y un gran abrazo.
Desde que he leído tu poema me gustan más los lunes que por cierto es el día en que Wooddy Allen toca el clarinete en su club de jazz neoyorquino.
ResponderEliminarBalas perdidas, balas de felicidad y balas sobre Broadway.
Abrazos. Borgo.
Entonces. feliz miércoles Jonhan, espero que lo disfrutes. Y espero que también disfrutes el envío. Gracias a ti.
ResponderEliminarHola amigo Miquel. Definitivamente, después de lo que has dicho de Allen, el lunes es para el jazz jeje. Abrazos.
"Porque el lunes es azul
ResponderEliminarcomo el blues"
Me gusta mucho esto.
Es cierto, los lunes son azules.
El viernes verde
y los sábados rojos.
Gracias, se me acaba de ocurrir un poemilla con esto.
Abrazos, poeta.
¡Me alegro! Ya me enseñarás ese poema Acróbata. Abrazos y gracias por pasar a comentar.
ResponderEliminar