sábado, 18 de enero de 2014

La vida secreta de Walter Mitty

No Danny, no saltes todavía. Todavía puede que haya solución...


En una conversación de barra de bar, hace unos días, discutía (sin violencia, entiéndase el término como valorar diferentes opiniones) con un hombre que esperaba el estreno de The Hobbit: la desolación de Smaug como agua de mayo, como todo un hito en la historia del cine. La conversación derivó al Cine, entendido como Arte y yo pronuncié una de esas frases que, aunque parezcan lapidarias, algo tienen de sentido: “El cine ha muerto” Como expresión artística, el cine pertenece al siglo XX o el siglo XX al cine. Cuestionamos cuáles serían las expresiones artísticas del siglo presente y lógicamente, sin que transcurriera mucho tiempo, la conclusión llegó al mundo del videojuego. ¿Realmente podremos convertir un juego en obra de arte? De momento, estamos en el año 14 del siglo XXI y los videojuegos, han  avanzado mucho desde su nacimiento, aunque siguen siendo eso, juegos. Pero, ¿podrán llegar a ser arte? En cualquier caso, no es este un blog donde hablemos de videojuegos. Hablemos de cine o de lo que nos queda de él. 
 











El gusto por el mal gusto y la falta de ideas campan a sus anchas en el panorama cinematográfico actual, desde hace ya unos años. Si realizar un remake de películas como Ocean’s eleven, La guerra de los mundos o Atraco a las tres resulta innecesario como también lo es, por poner un ejemplo, exprimir la historia de El planeta de los simios o las sagas como La guerra de las galaxias hasta el infinito y más allá, todavía más absurdo me resulta escoger una comedia normalita de 1947 para realizar un remake apestoso y convertir la clásica, de este modo, en algo más próximo a una obra maestra. Sí señores, La vida secreta de Walter Mitty ya no es ningún secreto. Lleva sin serlo desde ese año 1947, cuando el director Norman Z. McLeod escogió el relato homónimo de James Thurber para volver a juntar en la gran pantalla a la exitosa pareja Danny Kaye-Virginia Mayo que, dicho sea de paso, funcionaban bastante bien en la comedia. Títulos como Un hombre fenómeno (H. Bruce Humberstone. 1945) o El asombro de Brooklyn (McLeod. 1946 Por cierto, en el cine español, tuvimos El tigre de Chamberí, una suerte de remake) habían propulsado a la popularidad al tándem Kaye-Mayo y esta fue la tercera vez que coincidían. 

 La historia es bastante sencilla. Walter Mitty (Danny Kaye), que trabaja en una editorial de cómics corrigiendo y escribiendo guiones, tiene el gran problema de soñar despierto. Sueña despierto en cualquier momento que su imaginación le gasta una mala pasada. Por ejemplo, mientras conduce un coche, mientras escucha las aburridas charlas de su jefe o cuando comparte con su familia una agradable partida de cartas. Esta ensoñación sitúa a Walter como protagonista de las historias que después tiene que contar en los cómics y como una obsesión recurrente, siempre se aparece la misma mujer en estos sueños, una mujer irreal por la que, sin embargo, Walter se encuentra fascinado, mucho más que por su prometida en la vida real. El problema de Mitty provoca en su trabajo una máxima creatividad pero ni su jefe, ni su entorno, comprenden las fantasías del escritor. El enredo ocurre cuando la mujer que es protagonista de sus sueños, como no podía ser de otra manera, aparece en la vida real con el nombre de Rosalind Van Hoorn (Virginia Mayo) una misteriosa joven que intenta escapar de la amenaza que sobre ella se cierne. Un grupo de gángsters persigue una lista de nombres y números de teléfono que Rosalind tiene en su poder, aunque ni siquiera ella lo sepa. A la cabeza de esta banda está el gran Boris Karloff, encarnando al doctor Hollingshead que, en una escena memorable, con la técnica de la regresión, intenta conseguir información de Walter en su propia consulta de psicólogo.

Boris Karloff como el doctor Hollingshead
La fantasía se mezcla con la realidad hasta tal punto de confundir al pobre Walter Mitty que ya no sabe cuándo está soñando y cuándo vive la vida real. La película alterna el sueño y la realidad con escenas realmente disparatadas (sobretodo en las oníricas) para las que Danny Kaye tenía especiales cualidades. Incluso podemos asistir a un homenaje que especialmente Kaye quiso incluir en la película. Se trata de un recuerdo a El hombre mosca de Harold Lloyd cuando vemos a Walter Mitty huyendo por las ventanas y cornisas del edificio donde trabaja.
 








Aunque con el tiempo, quizá por la excesiva y temprana popularidad, Danny Kaye llegó a caer en el olvido, es innegable que fue un cómico innovador. Hijo de una familia inmigrante de judíos ucranianos y nacido con el nombre de Daniel David Kaminsky comenzó su carrera en Broadway. Y como un homenaje a sus raíces, alcanzó su popularidad con un número titulado Tchaikovsky en el que era capaz de recitar, sin respirar, 54 nombres de compositores rusos en 38 segundos. Este famoso número lo repitió en numerosas ocasiones, cambiando los nombres que recitaba o incluso el tema al que se refería, pero siempre demostrando su capacidad para pronunciar muy rápido. Como número en Broadway estaba bien pero, la excesiva repetición, acabó cansando al público. Pero, al menos, en La vida secreta de Walter Mitty, Danny Kaye nos hace pasar algún que otro rato divertido.
La mirada perdida de Danny Kaye nos indica que Walter Mitty está a punto de caer en otro de sus sueños
El famoso relato que Thruber publicó en 1939 fue propulsado por la película de McLeod y la historia de Walter Mitty llegó a ser tan popular que en el idioma Inglés se aceptó el término Mittyesque para definir a aquellas personas que pasan la mayor parte del tiempo soñando despiertas o creyendo que esos sueños son la realidad y anulando completamente ésta. Tenemos entonces una película importante para 1947 que tuvo su momento, su contexto histórico y su influencia en el público del momento. ¿Qué necesidad hay en la actualidad de volver a rodar esta película?

Virginia Maro, Danny Kaye y Boris Karloff

23 comentarios:

  1. quizá la otra pregunta sería: ¿por que no hacerla? ya dijiste que muchas ideas novedosas no hay.... y por lo que relatás no tiene mucho que ver en cuanto que la de Stiller se sitúa en otros (bellos) lugares y con otra vuelta de guión en cuanto a la pareja femenina... me da la sensación de que son muy distintas...

    solo por la escena con la canción Space Oddity de Bowie de fondo, merece la pena... y Stiller sigue armando una linda y sólida filmografía como director... salu2...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero la base de la historia es la misma, si no, hubieran cambiado el título. Y si pensaban contar otra cosa, ¿por qué utilizar a Walter Mitty? JLO Gracias por pasar. Saludos.

      Eliminar
  2. Es curioso, pero en su día ocurrió algo parecido con el propio Danny Kaye. Cuando cobraba de Samuel Goldwyn, que exprimió al máximo a la pareja Kaye-Mayo, el cómico pasó una época bastanta mala justo después de que su mujer le pidera el divorcio. El actor estaba sumido en una profunda depresión y Goldwyn no sabía qué hacer. Le consultó a Howard Hawks y éste le propuso hacer un remake de Bola de Fuego, pero en clave musical. Lo hicieron: Danny Kaye y Virginia Mayo en "Nace una canción", un desastre de peli, ¿realmente hubo necesidad de hacer una versión de la estupenda comedia protagonizada por Gary Cooper y Barbara Stanwyck? Cosas del cine.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. AL menos en el remake de "Nace una canción" hay una innovación cinematográfica importante (el color, que dio para muchos remakes como Ben-Hur..etc) y la convierten en musical, con buenos músicos, como fue la"Alta sociedad" respecto a "Historia de Filadelfia" Lo que no sabía er ala historia de Kaye. Muchas gracias Ethan. Abrazos.

      Eliminar
    2. Bastante mejor "Alta Sociedad" que "Nace una canción", pero es verdad que lo que se salva de la película son los músicos: Hawks reunió a una banda maravillosa con los mejores músicos de Jazz del momento, de todos los momentos me atrevería a decir.

      Eliminar
    3. Los músicos salvan en ambas ocasiones las dos películas y por cierto, Louis Armstrong repitió remake y creo que con Danny Kaye son un total de tres películas las que protagonizó. Abrazos

      Eliminar
  3. Es verdad, el cine ha muerto. Yo lo vi ¡Fue horrible!
    No sabía que "El tigre de Chamberí" era un remake inconfeso. "La vida secreta..." era habitual en la TVE de mi niñez cuando emitían cada dos por tres las comedias de Kaye y Bob Hope.Recuerdo especialmente el papel del gran Karloff.
    En realidad la versión de Stiller apenas se basa en el clásico de Kaye, creo que el título no es más que un reclamo publicitario.
    Abrazos. Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja, Miquel. Bueno, yo diría que "El tigre de Chamberí" es una versión libre de "El asombro de Brooklyn"... a la española. Entonces, lo que habría que plantear es otra cuestión ¿Es ético titular de la misma manera una película solo para reclamar la atención del púlbico? Bueno, al menos, no la he visto. Abrazos Miquel.

      Eliminar
  4. La película de Ben Stiller (que a mí me ha encantado, por cierto) no es realmente lo que se considera un remake de una película, sino que su inspiración viene del mismo cuento que dio lugar a la primera, así que apenas tienen nada que ver, aparte de que el protagonista sea un soñador. A mí me pierden las películas de soñadores, con escenas oníricas bien trenzadas (el poderío visual de la de Stiller es alucinante, insisto), así que yo, por un vez, perdono la coincidencia de título.
    Tampoco creo que el cine haya muerto, para nada. Llevo una racha de buenas películas en cartelera que es una maravilla. El cine está muy vivo, los que no están muy vivos son los cines: el otro día vi la última de los Coen, en versión original en los Aragonia, y estaba solo en la sala. Pero en fin, yo voy a seguir yendo; hay que ir, sin duda, que si no luego nos lamentaremos de que los cierren...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que, en plan onírico, también te gustaría la clásica, Roberto. Yo, repito, no he visto lapelícula de Stiller. Simplemente planteo la cuestión. ¿Por qué recurrir una y otra vez a los clásicos? Bueno, en este caso y siendo que has visto la película, sería basarse en la misma obra literaria. Lo de estar solo en el cine, es una anécdota digan de un relato, Roberto jeje. Un abrazo, amigo. Yo también voto por la continuación de lass salas de cine, aunque abogo por la reposición en ellas también de los clásicos.

      Eliminar
  5. Cuando vea la película de Ben Stiller que tengo en casa, por cierto, daré mi opinión sobre ella.
    a mucha gente le ha gustado mucho.

    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, a mucha gente le ha gustado mucho, Karin. También "Titanic" fue muy oscarizada...jeje Bueno, espero que la experiencia sea positiva para ti. Saludos.

      Eliminar
  6. quizá el cine siempre fue un mero instrumento de diversión popular, como el circo, y tan solo tomó tintes artísticos cuando cayó en manos de artistas, en algunas raras ocasiones

    sobre la película que mencionas no las he visto, ni la antigua ni la moderna, y la moderna no sé si me animaré, no me atrae demasiado

    besos,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Evidentemente, maslama, es un instrumento de diversión popular pero convertido en arte no por tan pocos artistas, diría yo. Habría una lista importante que elaborar. Yo te animo a que veas al antigua, al menos, previamente. Besos!

      Eliminar
  7. Danny Kaye me remite a mi infancia. El caso es que recuerdo perfectamente al actor, pero no mucho sus películas y seguro que las ví en su momento, pero hace tantísimo... Tendría que volver a verla y ver la nueva versión (confieso que no tengo una especial predilección por Ben Stiller, no sé... )
    Creo que voy a optar por leer tus poemas primero (gracias por la dedicatoria), luego Danny Kaye y veremos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, a mí me ocurre lo mismo, me remite a mi infancia pero sí guardo recuerdo de sus películas. Espero que te guste el "Concierzo..." Nury. Saludos!

      Eliminar
  8. La tecnología está tomando la delantera en nuestro tiempo, por ello quizá lo que más se valora en muchas películas de actualidad son los efectos especiales, aunque quedan todavía algunos locos con descabellados proyectos que centran la importancia más en la historia. Se me ocurre un título de momento, creo que es de el año pasado y no sé bien la traducción al español "Searching a Friend for the End of The World" Me pareció una propuesta interesante por sus matices surrealistas.

    Saludos, Marcos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los efectos especiales, hoy en día, no tienen la importancia que se les otorga. No he visto la película que comentas pero, al menos, seguro que no hay tanta tecnología. Graicas por pasar Beatriz.

      Eliminar
  9. Marcos, acabo de ver la peli de Walter Mitty. Te doy la razón, el film me causó unos bostezos constantes, la encontré larga y un poco densa.

    Pero es mi opinión. Que cada uno la vea y saque su conclusión.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Karin. Entocnes, ahora, te toca ver la antigua jejeje Espero que esta te guste más. Pero te agradezco tu opinión porque así sabemos a qué nos enfrentamos... Saludos!

      Eliminar
  10. La original la vi de crío. No sabía eso del recitado de compositores rusos. Curioso.
    ¿La necesidad? Pues bueno, si como bien dices, la original no era tan buena... Supongo que sncillamente, adaptarla a los tiempos actuales...sin más. No he visto el remake (ya caerá, pero no me muero de ganas por verla, la verdad).
    El cine no ha muerto. El arte lo encontrarás donde te lo encuentres. En películas viejas, recientes y en las que vengan... en los videojuegos, en las entradas de los blogs que visitas (no en el mío, que soy muy terrenal (jaja) )
    Un saludito.

    ResponderEliminar
  11. De todas formas, arriba apuntan cosas curiosas. Ya ves que lo de los "remakes" ya se hacía hasta por aquellos años...¿Qué necesidad tenía Hawks de rodar tres veces la misma película? Y oye, a mí me gustan las tres...bueno, la última es bastante más floja (hablo de sus westerns; pero también en comedia rodó "La fiera de mi niña" y "Su juego favorito", que repiten escena de vestido roto.

    ResponderEliminar
  12. Buenos días, David! Yo tampoco la he visto pero creo que no me apetece. Es que, aunque digan que no es exactamente un remake, a mí Stiller me tira para atrás. Sí, también está claro que el arte hay que encontrarlo y a veces, donde menos te lo esperas. Lo que me ocurre con los remakes antiguos es lo siguiente. Yo concibo y comprendo perfectamente que un mismo director realice varias versiones de una misma película. Por ejemplo, es comprensible que se realice "Su juego favorito" que es muy diferenete (y peor) a "La fiera de mi niña" Pero es que tenemos la diferencia del blanco y negro y el Technicolor. Y esa que es una diferencia importante. Además, si cogemos las dos películas, son muy diferentes una de la otra y solo es idéntica en la escena que comentas del vestido. Otro ejemplo sería "Historias de Filadelfia" y "Alta sociedad" Pues yo comprendo, perfectamente, que se haga un remake de "Historias de Filadelfia" convirtiéndola en musical, con grandes músicos y además, en color. Lo mismo ocurre con "Gran bola de fuego" y "Nace una canción" (con Danny Kaye y Virginia Mayo, por cierto) Es que en "Nace una canción" hay tal elenco de músicos participando en la película que ya, solo por eso, merece la pensa el remake. No sé, creo que antes estaba mucho más justificado hacer un remake de una película ya filmada anteriormente. Otro caso es "Ben-Hur" Imagina que no se hubiera hecho el remake. Agradezco mucho tu visita David, así como tus correos. Abrazos.

    ResponderEliminar