domingo, 6 de abril de 2014

Sesión de cine, de música, de... ¿lágrimas?

Glenn Miller. En la mano izquierda, el trombón. En la derecha, el cigarrillo. Durante algunos años sería la imagen de la marca Chesterfield.

Hace una semana, en el programa Cuarto milenio, Iker Jiménez hablaba de todos los aviones desaparecidos y nunca encontrados como ya hiciera en Más allá, Fernando Jiménez del Oso, en la década de los setenta, cuando descubría a los telespectadores españoles el triángulo de las Bermudas o el triángulo del diablo. Solo que en la actualidad, se supone, que hay muchos más aviones desaparecidos. Pero en Cuarto milenio, esta vez, echaron mano de cualquier caso para respaldar el misterio. Y uno de esos aviones desaparecidos que citaron fue el que llevaba como tripulante al músico Glenn Miller (por aquel entonces, ascendido ya a Mayor Miller en las Fuerzas aéreas) y a otras dos personas, el 15 de diciembre de 1944, vuelo que se dirigía de Twinwood (Londres) a París. Sin embargo, el misterio que se pretende en la desaparición de Glenn Miller no es tal y varias son las conjeturas que nos llevan a explicar su muerte aunque, bien es cierto, ninguna ha sido aceptada hasta el momento. Repasaremos cada una de las explicaicones aquí, teniendo en cuenta también la que se expuso en Cuarto milenio.
 
Glenn Miller creó The Glenn Miller Orchestra en 1937 después de formar parte de la orquesta de Ben Pollack junto al clarinetista por aquel entonces desconocido Benny Goodman. Ya en 1938, después de diversas grabaciones con RCA Victor y His Master's voice, la orquesta de Glenn Miller copaba los primeros puestos de las listas de ventas. Como músico, hay que reconocer su innovador sonido. Cierto es que, al sustituir en las baladas la cuerda por el viento (los violínes por los saxos o los clarinetes), creó un sonido más moderno que el resto de las bandas dotando de un toque diferente y metálico a las canciones lentas y creando un sonido potente y explosivo en los temas bailables de swing, motivado por el protagonismo que otorgó a los saxos y al instrumento del que era solista, el trombón. Pero también es cierto que la figura de Glenn Miller fue mitificada y en cierta manera sobrevalorada frente a otras Big Bands del momento. Y películas como The Glenn Miller Story (Anthony Mann. 1954), al servicio del sistema del American way of life, contribuyeron en gran medida a engordar ese mito y alimentar la falsedad de una historia que, a menudo, se adorna con misterios "sin resolver".
James Stewart fue Glenn Miller en The Glenn Miller Story Asombroso el parecido.


Es necesario tener en cuenta que, excepto Moonlight serenade, Glenn Miller nunca compuso una canción. La famosa In the mood (que suena en la cabecera de esta entrada) es una mezcla de partituras que Glenn encontró a la salida de una audición, en la década de los treinta. La base de la canción es una composición de Joe Garland y Razaf Andy. Bien es cierto que Glenn Miller aceleró el ritmo de la composición e introdujo unos cambios vitales para hacer de su grabación de 1939 la canción norteamericana por excelencia, el sonido insignia de la época de las big bands y todo un himno utilizado por el ejército norteamericano en la Segunda Guerra Mundial. Podríamos decir que Miller brilló en sus arreglos musicales más que en sus composiciones. Buena prueba de ello es la marcha militar titulada American patrol (compuesta en 1885 por Frank White) que Miller convirtió a en otro himno de guerra, dotándola de un sonido big band espectacular. Pero más que restar mérito  la figura de Glenn Miller músico, a la que yo admiro (melómanamente hablando), más apropiado es hacerlo con la imagen que se hizo de él. Como hemos dicho en la película The Glenn Miller Story, de Anthony Mann, se nos relata un cuento de hadas, una historia de amor, que nos presenta al músico como el mejor hombre sobre la Tierra. Aquel que fue obligado a alistarse en las fuerzas aéreas pero que, una vez en la guerra, "luchó" con su única arma, el trombón, por una causa justa y que practicamente con su música, derrotó él solito al ejército alemán infundiendo valor y energía a los ejércitos aliados. James Stewart se encarga de dar vida al mito en esta película de la que bien podemos salvar cuatro cosas: como siempre, la actuación de Stewart. Evidentemente, la banda sonora. El cameo de Louis Armstrong. Y por último, la primera parte de la película, que relata la vida de Glenn Miller antes de alcanzar la fama y de su manera digamos, poco ortodoxa, de pedir matrimonio a su esposa, la encantadora June Allyson en la película.


Pero el problema de la cinta, además de la excesiva sensibilería, es el final que dan al músico. Supuestamente Glenn Miller toma un avión para dar un concierto de Navidad, el día de Nochebuena. El avión se estrella, muere y la familia, consternada en casa, escucha en la radio y entre lágrimas el concierto que Glenn había programado (de este clamoroso final suponemos que viene el título que se le dio en España a la película, Música y lágrimas) Pero recordemos que, en la realidad, el avión partió el 15 de diciembre y el objetivo era dar una serie de conciertos en la Europa liberada, antes de Nochebuena. Lo cierto es que, probablemente, el avión nunca partió del aeropuerto de Twinwood. Como hemos dicho, conjeturas sobre la muerte de Glenn Miller hay varias y todas más creíbles que la misteriosa desaparición de un avión militar del cuál nunca se han encontrado restos. 


La hipótesis más lejana a la película es que Glenn Miller se encontraba en un burdel alemán cuando fue apuñalado por la prostituta con la que compartía habitación y que, para mantener la buena imagen de un icono del ejército norteamericano, nunca se desveló el cuerpo. Sin embargo, no se ha podido confirmar este morboso desenlace de la vida del músico. Por otro lado, en The Glenn Miller Conspiracy, su autor Hunton Downs afirma que el trombonista fue puesto a las órdenes de Eisenhower y posteriormente apresado por la Gestapo para llegar hasta él. Fue torturado, golpeado, asesinado y abandonado en un burdel de París. En esta hipótesis de Downs, publicada en 2010, el avión sí habría partido de Londres e incluso hubiera llegado a París donde el músico sería apresado. Pero la tercera y más probable de las explicaciones es que el avión fue derribado accidentalmente por bombarderos de la RAF que se disponían a lanzar un ataque sobre Alemania. Una vez abortado el bombardeo, las bombas se dejaron caer al mar para aligerar peso. Según el cuaderno de bitácora del piloto Frad Shaw, un pequeño avión monomotor fue avistado precipitándose en espiral y sin control al océano, alcanzado por una de esas bombas. Era el día y la hora en que Glenn Miller desapareció.
Aún con todo, la muerte de Glenn Miller, como muchos otros casos en los que está implicado el gobierno y ejército estadounidenses, (hay que reconocer que para desvirtuar la realidad y hacer desaparecer cosas, son los mejores) ha quedado sumida en el misterio y por supuesto, sin resolver. Un dato más. El piloto que manejaba el avión donde viajaba el músico el día de la tragedia, sería recibido en tierra por una corte marcial donde iba a ser juzgado por traficar en el mercado negro. Como vemos, existían numerosas razones para que el avión y sus tripulantes desaparecieran, sin más. Como ya he dicho anteriormente, admiro la capacidad de comunicación de Iker Jiménez y confieso que sigo asiduamente Cuarto milenio (por cierto, podremos ver a Iker Jiménez en Zaragoza el próximo diez de abril a las 18:30 en el Hotel Zentro de la calle Coso donde ofrecerá una charla) pero, únicamente, creo que "el caso Glenn Miller" no puede estar dentro de los archivos que se suponen clasificados por haber desparecido sin aparente explicación racional en mitad del océano. Afortunadamente el programa en cuestión continuó y solo se rozó de pasada el tema Miller. Después repasó la historia de otro accidente mortal rodeado por el misterio y lo hizo desde la admiración y el respeto al gran Félix Rodríguez de la Fuente. Son estos detalles, los que más me gustan en el programa de Iker. Pero, para no desviarnos del tema, digamos que como espectadores de la película The Glenn Miller Story, podemos relajarnos y disponernos a recibir la historieta de Anthony Mann como un cuento romántico. Y haciendo esto, incluso podemos disfrtuar de James Stewart y de una banda sonora irrepetible. Podemos creer que, ilusionado por el collar de perlas que entregó a su novia como regalo de bodas, Glenn Miller compuso String of pearls (aunque el compositor sea Jerry Gray) También podemos confiar en que Little borwn jug es un regalo de aniversario a su esposa y que el músico murió porque, desoyendo el parte meteorológico, tomó una avioneta en una desafortunada noche de niebla. Después de todo, la película de Mann nos ofrece la versión más amable de la vida de Glenn Miller y de hecho, la historia que creyó el público norteamericano de los años cuarenta y cincuenta.  En cualquier caso, el mejor legado que nos dejó el músico fue su banda. Ha quedado el sonido legendario de sus canciones como un icono de una época y como parte indiscutible de la Historia de la música del siglo XX Así que, ladies and gentlemen, The Glenn Miller Orchestra with Chattanooga Choo Choo!

21 comentarios:

  1. estoy escuchando el último video y cuando cantan, es la música de los dibujos animados! ja... que buen sonido y que bien se ve...

    ResponderEliminar
  2. buenísima la entrada, no sabía nada de todo esto... la 1er canción es un clásico absoluto y remixada en los 80's fue furor... ojalá lo haya matado una prostituta no? ja... salu2...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De todas las hipótesis sin duda la de la prostituta es la más, digamos, "romántica " pero la más probable parece la del bombardero que lo derriba por error. Eso sí, la música de Glenn Miller fue irrepetible. Gracias por pasar y comentar JLO Abrazos

      Eliminar
  3. Queda la música, que es lo importante. El cómo murió supongo que es lo de menos... mientras se entre en la leyenda, claro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mientra seas leyenda, qué más da cómo has llegado a serlo o, lo que es lo mismo: lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal...pero que hablen jeje Abrazos Roberto.

      Eliminar
  4. Conozco todos los temas. Es que pertenecen a la historia cinematográfica. Son clásicos. Muy interesante tu entrada de hoy.
    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A la Historia musical del siglo XX, Karin. No hubiera sido lo mismo sin Glenn Miller. Gracias por pasar.

      Eliminar
  5. Esta gente son muy dados a hacerse pajas mentales con casi cualquier cosa. A veces construyen aparatos imaginativos interesantes; otras, como con lo del avión, son simplemente ridículos en su empeño por buscarle tres pies al gato a lo que seguro tiene causas mucho más mundanas y absurdas que las pretendidamente sobrenaturales o conspiranoicas. La película de Mann, eso sí, es un truño importante. De lo más aburrido y peor de su director, que en sus westerns con Stewart resulta, sencillamente, magistral.

    Otro desaparecido aeronáutico durante la guerra, en un vuelo Londres-Lisboa (o al revés, ya no me acuerdo), fue Leslie Howard. Seguramente derribado por los alemanes, pero no ha llegado a saberse con exactitud. Winston Churchill cuenta el hecho en sus memorias de la Segunda Guerra Mundial, así que, como parece que no hay más misterio que la guerra, Íker pasa. Al menos hasta que alguien mencione a los extraterrestres que van a Portugal a comprar toallas...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En fin, nos quedaremos con aquellas otras veces en las que son más interesantes. Muy sensibilera la película de Mann, sí. Con lo bien que lo hace Jimmy... Madre mía, los extraterrestres llevándose toallas de Portugal.... Eso es una película, fíajte lo que te digo. Abrazos Alfredo.

      Eliminar
  6. Vaya historia con la "Muerte Oculta" de Glenn Miller. Lo del burdel alemán sería un bombazo. Lo cierto es que los aviones han causado daño a la música: Buddy Holly, Lynyrd Skynyrd... y es curioso pero a mi padre también le parecía Millersobrevalorado. Él prefería al tropetista de jazz Harry James, el que se casó con Betty Grable.
    Yo también soy bastante fan de Iker, algunos reportajes suyos son sublimes como el del "Extraterrestre de La Rioja" ¿Irás a su charla?
    Abrazos. Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Miquel. No iré a su charla. Estaré en Jaca, con una actividad del Ateneo Jaqués. Es curiosa la mala relación de música y aviones, sí....pero ya lo explicó en "American pie" Don McLean. Harry James fue inimitable a la trompeta, al nivel de Armstrong. Como he dicho, creo que había muchas y muy buenas bandas en la década de los cuarenta y Miller se llevó la fama y tras su temprana muerte, el mito. Abrazos, amigo.

      Eliminar
  7. No hay misterio como el de la materilización del genio, esos tocados por la musa que nos dejan boquiabiertos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí. Segurmanete Glenn Miller pertenece a esta rara avis, Licantopunk. Abrazos.

      Eliminar
  8. Qué entrada más coherente, Marcos. Y desconocía un montón de cosas aunque sí sabía que la película de Anthony Mann es una adaptación "libre". Pero por supuesto que hay que ver "Música y lágrimas", aunque sea como un cuento de hadas, pero hay que verla. También la historia de "Amadeus" no se acerca mucho a la realidad, sobre todo en lo tocante a la relación entre Mozart y Salieri, pero como película no le pongo ni una sola pega.
    Glenn Miller... maravilloso, sin más :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí lo que más me gusta de "Música y ´´agrmias" es precisamente la banda sonora. Esto es, me quedo con la música y rechazo las lágrimas jeje "Amadeus" no la he visto. Gracias por pasar Clementine.

      Eliminar
  9. La muerte de Miller es uno de los temas recurrentes cada X tiempo ya sea en Cuarto Millenio (o Milenio 3) y La rosa de los vientos. Yo soy seguidor más de éste último a través de los podcast y el otro día hicieron una tertulia muy interesante sobre el triángulo de las Bermudas y cómo no, apareció el nombre de Miller por ahí.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero deberían de dejar ya de utilizar el caso Miller para estos programas, ¿no crees? Hay casos donde, de verdad está presente lo inexplicable y por tanto, el misterio. Pero el caso Miller, no. Había muchos intereses políticos en hacerlo desaparecer. Y sobretodo en no dar explicación a su muerte. Abrazos Charly.

      Eliminar
  10. Hola Marcos,

    Todo lo que tocaba "James Stewart" se convertía en algo bondadoso. Lastima que la realidad siempre esconda esas trampas amargas. En todo caso, debería ver la película.

    Esa música tan antigua y de buen rollo. ^_^

    Esto me recuerda a la anecdota del cadaver encontrado en playas españolas con planos de donde iban a desembarcar los aliados.

    No tenía ni idea que la muerte de Miller fuera uno de esos misterios sin resolver. Seguramente la teoría del error sea la más pausible.

    Me encanta cuando realizas estas mezclas entre Música antigua, Misterios y películas antiguas. (¿Ya dije antigua?) ;->

    "A mi manera" un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. UTLA, si ves la película disfrutarás de su banda sonora. Sí, yo también me quedo con la teoría del error. Me alegra que t ehaya gustado. Un fuerte abrazo, amigo.

      Eliminar
  11. No soy muy dado a las teorías de programas como este del cuarto milenio y demás parecidos. Es mas, me suelen parecer absurdeces elevadas a los altares. L

    La música es lo que queda de este hombre y digamos, que es uno de los pocos conocidos de la época de las grandes orquestasm que a cualquiera con un mínimo de interés le suena.

    Sin duda un grande, muriera en un burdel, apuñalado por la gestapo o por un hueso de aceituna. De cualquier forma,, curiosa e interesante la historia que me he leído hasta el final. Cuidate

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, hay veces que en Cuarto milenio cuentan cosas interesantes pero esta no fue el caso. Reconozco que la música de las big bands no es muy conocida y debierra serlo. Pero dentro de esa música, Miller es el más conocido y probablemente por méritos propios: su sonido moderno, ...etc Gracias por pasar y comentar Plared. Abrazos.

      Eliminar