Reloj blando (Salvador Dalí. 1954) |
Una ciudad me habita,
orgía de luces y sombras,
músicas y ruidos,
que raramente dan tregua al descanso.
Rotos ya todos los guiones
que contaban un final feliz
y siendo, tú y yo,
una morgue de vagones apilados
en la vía muerta
de alguna estación olvidada,
sin embargo,
la luz traspasa,
el viento borra
y la ceniza siempre añora al incendio.
El reloj doblegado a la mano del que escribe
es la única carta marcada.
Mientras se deshacen los días
como se derrite el tiempo en un cuadro de Dalí,
capturo vívido el instante vivido, veraz,
y huyo del reflejo abisal
que irradian los espectros
en las afueras de mi ciudad.
Suena el tema principal de Taxi driver (Martin Scorsese. 1976), obra de Bernard Hermann.
Me gusta mucho, Marcos. Este poema es puramente tu voz urbana que grita versos vivos en la ciudad. Abrazos
ResponderEliminarLas cartas marcadas del tiempo... Me ha gustado, Marcos. Un abrazo más allá del tiempo.
ResponderEliminarHermoso...intensamente hermoso, aún con esa fractura de guiones... "la ceniza siempre añora el incendio" ¡¡que imagen tan bella muestra ese verso!
ResponderEliminarPrecioso Marcos. Un beso
Me alegra que lo veas así, Anaís. Besicos y abrazos.
ResponderEliminarLas tiene marcadas, muy a nuestro pesar, Roberto. Suerte para Huesca! Un abrazo.
Gracias Ángela. Me alegra que te haya gustado precisamente ese verso. Besos.
Qué bonito... este es un poema para tu tiempo detenido, si :)
ResponderEliminarBesos abisales
Nunca sé si lo tuyo es un grito o un suspiro...amor o desamor pero ¡ qué profundo!
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado. Y con la música se lee de otra manera (es que primero lo he leído sin ella).
ResponderEliminarUn saludo.
Una ciuda que casi no duerme, embaucadora.
ResponderEliminarUn abrazo sinatra
Aunque la mezcla de Dalí y "Taxidriver" me resulta desconcertante, debo asegurarte que este poema crepuscular me ha encantado.
ResponderEliminarSaludos.
Aunque nada más sea, Abismo, por cómo queda el reloj daliniano. Gracias por pasar. Besos.
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar tus palabras, abril. Besos.
Es que es un temazo, el de "Taxi driver" Gracias por pasar, David.
Otro para ti Jonhancome. Gracias por pasar.
Desconcertante, quizá, Licantropunk. Pero es que el saxo y la ciudad y el tiempo, siempre van de la mano. Abrazos. Gracias por pasar.
SInatra sonríe desde el cielo: te ha quedado un poema precioso y estremecedor.
ResponderEliminarSALUD!!
Te lo digo una vez más, no me canso, admiro enormemente esa capacidad que tienes de combinar de esta manera tan perfecta imagen, música y palabra. Maravilloso tu poema. Besos, Marcos.
ResponderEliminarImagino Marcos que en estos días tu ciudad será una mezcla de lluvia,música de tambores y ruidos de los que yo huyo para evitar me alcancen los espectros del pasado.
ResponderEliminarUn saludo.
... "Una ciudad me habita"...
ResponderEliminarDesde el primer verso me sumerjo en tu poema y todavía no he salido... será porque si me habita una ciudad, me habitan entonces un montón de relojes con manecillas que no paran... Y voy descubriendo por tanto un montón de guiones. Yo trato de dejar algún guion de final feliz por el camino (con tu permiso). No quiero romperlos todos... Algunos los dejo ocultos en sitios secretos...
Besos
Hildy
Gracias sastrecillo. Abrazos.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado la combinación de música, palabra y pintura. Besos Clementine.
Pues sí, lo es. Ya sabes que la Semana Santa de Zaragoza atrae a cierto número de turistas pero, para los que vivimos aquí...bueno, ya sabes, es más de lo mismo. Un abrazo Yuri.
Gracias Hildy, eres muy amable. Es mejor no romperlo todos, sí. Besos.