Jardín Botánico de San Fernando. Abandonado, en pleno centro de Lima (Perú) |
de la despedida que es dulce,
olvidado del café en taza de loza,
del amor en alambre de espino
y la jaula cerrada en el zoológico
que una vez fue mi hogar,
sigo la senda del instinto
y del sexto sentido, perdido,
cuando el hombre dejó de ser animal.
Rota la distancia
con una esencia primitiva,
quedo al límite.
Como horizonte, un abismo
donde solo me rodea la vida.
La noche es oscura
y el canto del ave nocturna,
claro.
Cierro los ojos, doy un paso.
No desfallezco.
Se marchitan los jardines botánicos.
Grita el bosque.
Me acoge un ancestro.
(Fotografía para ilustrar el poema extraída del blog Maquina verde)
Me encanta el poema, y eso que no he entendido ni papa. Me lo vuelvo a leer a ver, que este es de los de pensar...
ResponderEliminarYa me contarás si las próximas lecturas...jejeje Gracias, Roberto. Un abrazo.
ResponderEliminarNo, que no se marchiten los jardines botánicos!!! Un abrazo
ResponderEliminarAl menos, fotografíalos antes jeje Besos, Elvira.
ResponderEliminarEscaparse de un bosque de cemento y encontrar naturaleza de verdad puede ser mucho más que una aventura, casi un sueño.
ResponderEliminarAbrazote
Me encanta esa frase de: "Se marchitan los jardines botánicos. Grita el bosque" Como muy bien resalta tu poema el bosque es naturaleza, lo libre, lo salvaje frente a la vegetación domesticada del jardín botánico.
ResponderEliminar¿No había una canción que decía "Soy mecánico en un jardín botánico"? Tu poema me la ha recordado, pero no su autor.
Abrazos. Borgo.
No tengo yo tan claro que el hombre haya dejado alguna vez de ser animal si me pongo a pensar en nuestro sistema. Tampoco tengo tan claro que haya acabado de salir de esa jaula de tu poema si pienso de nuevo en los sistemas esclavistas encubiertos de nuestro sistema.
ResponderEliminarLo que sí tengo muy claro es que tu poema me ha gustado, Marcos, y que he disfrutado de Miles Davis.
Una lástima ese jardín botánico abandonado en el centro de Perú. Buen reflejo, quizás, de toda la situación actual.
Un abrazo.
Sí, jonhancome y algo necesario cuando uno está harto ya de tanta jungla de asfalto. Abrazotes.
ResponderEliminarLas imagen que das del jardín botánico, Miquel, era exactamente la que pretendía dar en el poema. La canción que recuerdas es de Radio Futura pero la versión que más me gustó a mí fue la que cantó Soledad Giménez, la cantante de Presuntos Implicados, en solitario. Un fuerte abrazo, amigo.
Hola Marisa. El hombre es un animal. Pero lo olvida con frecuencia en lo que se refiere al respeto por la naturaleza y lo recuerda en algunos comportamientos salvajes e irracionales, creo yo. Muy cierto lo que comentas de esa jaula que nos envuelve casi sin darnos cuenta. Gracias por pasar y dejar tus palabras.
Cuando el hombre dejó de ser animal para empezar a hacer el idem... Espero que ese ancestro nos acoja lo más favorablemente posible. Y al maravilloso son de Miles Davis, de lujo. Besos, Marcos.
ResponderEliminarUn poema muy, muy ágil. Me ha gustado, Marcos.
ResponderEliminarPero siempre haciendo el animal para lo negativo, Clementine. Esperemos. Miles Davis, otro que nunca pasará de moda. Gracias por pasar, amiga. Besos.
ResponderEliminarEs una alegría volverte a ver por aquí, Raúl. Gracias por pasar y por dejar tus palabras. Abrazos.