domingo, 3 de marzo de 2013

Sesión de cine: José María Forqué (1ª parte) "Usted puede ser un asesino" y "Un millón en la basura"

José María Forqué fue uno de los directores de cine más importantes en nuestro país. Nacido en Zaragoza, en 1923, dirigió películas tan inolvidables como Atraco a las tres (1962), 091 Policía al habla (1960), Maribel y la extraña familia (1960), Amanecer en puerta oscura (1957), Usted puede ser un asesino (1961) o Un millón en la basura (1967) En 1994 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y murió un año más tarde, en Madrid.

Hoy comienza en este blog un repaso a toda su obra. Empezamos con dos textos que aparecieron en la revista La Caja de Pandora, dedicados a las películas Un millón en la basura y Atraco a las tres.

Usted puede ser un asesino (1961)
En 1961, José María Forqué ya había dejado clara su pericia y sus excelentes resultados al convertir un texto teatral en soporte cinematográfico. Un año antes había triunfado con la adaptación de Maribel y la extraña familia, obra de Miguel Mihura, con un Adolfo Marsillach en estado de gracia, acompañado por la bella Silvia Pinal, completando una comedia inolvidable. Ese mismo año había dirigido de nuevo a Marsillach, junto a José Luis López Vázquez, en una modesta incursión en el cine negro titulada 091: Policía al habla, otro éxito de taquilla. Y en 1961 llegaría otra adaptación, esta vez de una comedia de Alfonso Paso, titulada Usted puede ser un asesino, con guión del propio Forqué, Vicente Coello y Antonio Vich. Esta es la sexta película que José Luis López Vázquez realiza con el director aragonés, la número treinta en su extensísima filmografía, aunque hasta entonces, todos sus personajes habían sido mucho más secundarios (como en el caso de La noche y el alba, De espaldas a la puerta o la ya mencionada 091: Policía al habla) En esta divertida comedia comparte protagonismo junto a Alberto Closas (que ya la había protagonizado en teatro), como ya hiciera en Una muchachita de Valladolid (Luis César Amadori. 1958), La vida en un bloc (Luis Lucía. 1956) o, posteriormente, en Operación: Embajada (Fernando Palacios. 1963), La visita que no tocó el timbre (Mario Camus. 1966) y en la conocida saga de La gran familia. No es de extrañar, entonces, que la pareja López Vázquez-Closas haya sido considerada una de las más rentables y eficaces en la comedia del cine español. Completaron el reparto Amparo Soler Leal y Julia Gutiérrez Caba.



Usted puede ser un asesino cuenta la historia de dos matrimonios franceses, los Aldelbert (Simón, Alberto Closas y Margarita, Amparo Soler Leal) y los Picart (Enrique, López Vázquez y Briggitte, Julia Gutiérrez Caba) Mientras las dos esposas deciden pasar unas vacaciones en el campo, los maridos se quedan solos en París y aprovechan para preparar una juerga con dos jovencitas en la casa de Simón. Todo se complica cuando el hermano de una de esas señoritas, que se ha presentado en la casa antes que ellas para realizar un chantaje a los maridos infieles, muere después de mantener una discusión con Simón. A partir de este momento, los maridos que pretendían pasar una juerga divertida, intentarán esconder el cadáver del chantajista. A medida que la situación se complica, las esposas vuelven a casa de manera inesperada y un nuevo cadáver hace su aparición en la escena. La deformidad cómica de una realidad tan profundamente dramática como un asesinato, la intriga que se desata tras el descubrimiento del segundo cadáver y la historia, ajena, manejada por Forqué que se descubre también aquí como un director de nacionalidad indeterminada en cuanto a estilo y época, hacen de Usted puede ser un asesino una de las más divertidas comedias del cine español, rematada con broche de oro por una espectacular banda sonora de Augusto Algueró con piezas de jazz y destellos de swing que remiten directamente a músicos cinematográficos tan importantes como, por ejemplo, Henry Mancini. Si buscáramos influencias para José María Forqué en esta comedia, irremediablemente, tendríamos que acudir de nuevo a Frank Capra y salvando las distancias (sobretodo temporales, casi veinte años antes), a su Arsénico por compasión de 1944 Pero en la filmografía del director zaragozano no podríamos encontrar una comedia más divertida que Usted puede ser un asesino, equiparable a la ya mencionada Maribel y la extraña familia o a la mismísima Atraco a las tres.
Sobre Usted puede ser un asesino, José María Forqué destacará la necesidad de utilizar el plano secuencia como una exigencia de las situaciones que planteaba la historia, y su esmero en el tono y estilo de su interpretación. En cuanto al reparto, hace hincapié en lo acorde y en la tonalidad unitaria de la interpretación, ya que, excepto Alberto Closas, ninguno de los actores había representado la obra en los teatros y tanto Julia Gutiérrez Caba como Amparo Soler Leal eran prácticamente nuevas. Por esta razón, conseguir concordancia entre unos actores y otros fue un logro. En definitiva, Usted puede ser un asesino es una muestra de la buena comedia que solía producir Alfonso Paso, trasladada al cine con maestría y respeto por José María Forqué y una película que merece la pena ser rescatada del olvido.




Un millón en la basura (1967) 


Mientras que el mundo entero da la bienvenida al movimiento Hippy, el rock and roll conquista las listas de los éxitos más vendidos, Gabriel García Márquez publica Cien años de soledad y El graduado de Mike Nicholls triunfa en la ceremonia de los Oscar, España sigue en su burbuja de acero y sumida en pleno aislamiento franquista, se vuelve a reclamar Gibraltar y se realiza un intento de acercamiento a los Estados Unidos desempeñando el papel de intermediario entre el país presidido por Lyndon B. Johnson y la Cuba de Fidel Castro. Poco más que destacar de ese 1967, excepto que se promulga la Ley Orgánica del Estado, Raphael vuelve a Eurovisión y Los Canarios y Los Bravos rompen las listas de los éxitos más vendidos, desbancando así a Luis Aguilé. Eran años oscuros en los que seguían intentando mantener al país dentro de un caparazón, ocultando la cruda realidad. Precisamente algo de esa realidad es lo que rescató José María Forqué con una película que pasó sin pena ni gloria (quizá porque interesaba, quizá porque no se quería mostrar el lado mísero de España) dirigiendo un guión de Vicente Coello, Pedro Masó y Antonio Vich en esta película titulada Un millón en la basura. La oscura vida del protagonista, Pepe (José Luis López Vázquez),  bien pudiera ser el reflejo de una gran parte de la sociedad española, todavía en aquella década de los sesenta, víctima de un desarrollo económico lento, en el mejor de los casos. La película fue considerada una comedia, dejando totalmente de lado el componente crítico y valorada más por su final estilo Capra, impuesto por el guión y por el estilo moralizante de Masó, que por la realidad que nos muestra, en algunas ocasiones de manera muy cercana al estilo del neorrealismo italiano (como en el caso, por ejemplo, de Mi tío Jacinto), con un toque de ironía. Pero, a pesar de no tener problemas con la censura, la película contiene frases tan intencionadas como “Acabaremos en la cárcel porque los pobres no podemos tener tanto dinero” (Julia Gutiérrez Caba) , la esposa de Pepe,  o la del compañero de trabajo, Faustino (Juanjo Menéndez), “¿Pero cómo vas a pedir un préstamo? ¿no sabes que hay un presupuesto, un superávit y un déficit?”
 
José María Forqué nos presenta a una familia compuesta por Pepe, su mujer Consuelo y dos niños, que sobrevive en una barriada deprimida, situada en el extrarradio de Madrid y que esa mañana fría, en vísperas de Navidad, cumple la fecha límite para pagar los meses de alquiler que deben. La familia no dispone de las tres mil pesetas necesarias para efectuar el pago y se ve, irremediablemente, condenada al desahucio. Sin embargo, como cualquier otra madrugada, Pepe sale a regar las adoquinadas calles de Madrid junto a su compañero Faustino (Juanjo Menéndez) pues ocupa el modesto puesto de manguero en la brigada de limpiezas públicas. Pero para su sorpresa, en uno de los cubos de basura que ocupan la calzada, hallará un maletín que contiene un millón de pesetas, lo que supone el fin de los problemas para su familia. Pepe decide creer que ha sido un regalo caído del cielo, un milagro, pero al llegar a casa, Consuelo le obliga a recapacitar y aunque algo reticente, comenzará a buscar al dueño del millón, cuyo nombre está en el maletín que lo contiene. A pesar de todo, Pepe no puede evitar gastarse un billete de mil pesetas (que después le será reclamado), como él dice, “para los Reyes de los críos”. En su periplo para buscar al dueño del millón, Pepe vivirá algunas situaciones realmente trágicas, siempre disimuladas por la facilidad innata que López Vázquez tenía para la comedia, pero que marcan la historia de una sociedad que no desea abrir los ojos ante la realidad que se vive en sus calles. Una tragedia disimulada por el desenlace de la historia pero con los escenarios de una sociedad gris y la decadencia que muchas familias vivían todavía en 1967, durante los oscuros años de la dictadura. Completan el reparto, en papeles secundarios, José Sazatornil, José Sacristán, Aurora Redondo, Rafael López Somoza, Rafaela Aparicio, Emilio Laguna, Guillermo Marín, Carlos Lemos y Lina Canalejas.

Un millón en la basura fue la película número veinticuatro de José María Forqué, cinco años después de dirigir la que es considerada su mejor obra, Atraco a las tres (1962), a la que rinde un pequeño homenaje aquí cuando el personaje de Pepe (José Luis López Vázquez), irónicamente y ante la situación que están viviendo, responde a su esposa “Como no demos un atraco”. Posteriormente lo más destacado que dirigiría el director zaragozano fue la comedia Las que tienes que servir (1967)  y Una pareja… distinta (1974) Su última película fue Romanza final (Gayarre) en 1986


Según las palabras del propio Forqué, “realicé Un millón en la basura en cuatro semanas, utilizando dos cámaras. Me gusta mucho esta película porque prefiero la realidad; y es que también existen los pobres, aunque hay gente que parece que no lo sabe” El escritor, profesor y crítico, Florentino Soria Heredia, escribió sobre Un millón en la basura que “de haberla rodado Capra o Antonioni hubiera gustado pero que, por hacerla Forqué, ha pasado desapercibida”. En definitiva, lo más destacable de Un millón en la basura son esos planos de López Vázquez y Juanjo Menéndez, comiendo un bocadillo sentados en la escalera del metro; la vivienda paupérrima donde viven el matrimonio de Pepe y Consuelo, esa parte de la  sociedad que apenas se podía mostrar entonces y que en la actualidad todavía cuesta trabajo reconocer. Un millón en la basura es el realismo que ofreció José María Forqué para una sociedad, todavía, poco realista.

11 comentarios:

  1. Merecidísimo homenaje a quien es, efectivamente, como tú bien dices, uno de los mejores directores del cine español. Vi hace apenas un mes “Usted puede ser un asesino”, típica película de enredo con cadáver de ida y vuelta, y tengo muy fresca “Un millón en la basura”: apenas leí el título de tu entrada pensé en Frank Capra, y luego vi que lo citabas, de modo que no es sólo una apreciación mía. Pues con ser estupendas estas dos películas, supongo que hablarás más delante de su obra maestra, “Atraco a las tres”, que es como una película cañí de los Hermanos Marx dirigida por Billy Wilder. Y quizá también de su película más sofisticada e hilarante: “Casi un caballero”, también con Closas, López Váquez y el añadido impagable del hoy octogenario Alfredo Landa y de Concha Velasco.
    Qué gran cine (con trasfondo social, la más de las veces), y que grande también abrirle un hueco en estos espacios.
    Abrazos

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  2. El trasfondo social que comentas, es innegable pero está muy bien camuflado. Es lo que más me interesa de la obra de Forqué. Y sí, la sque comentas son fijas, por spuesto. Yo creo que la comparación con Capra en "Usted puede ser un asesino" es innegable, amigo. Un abrazo.

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  3. Uno de los grandes del Cine Español, que nostalgia da ver a esos grandes actores de sus películas, que son como de la familia. El cine nos devolvió la sonrisa en una larga posguerra. Supero una penuria, que por desgracia de tanta codicia, vuelve a clavar sus dientes insaciables en nuestra sociedad.
    Arvikis

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  4. Quizás con un punto algo más ácido "Un millón en la basura" podría haberla firmado el propio Berlanga. Claro que ese final a buen seguro que lo hubiera sorteado de alguna manera. Ni tan siquiera tuvo un final feliz aquel "Plácido", al que no le dejan aquella cesta de navidad para que la disfrute ni un momento.

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  5. Lo que presumía yo cuando vivía en la Plaza José María Forqué...

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  6. Mal panorama el que tenemos hoy en día, de nuevo, Arvikis. Lamentablemente, la historia se repite, aunque espero, que no toda la historia. Gracias por pasar y dejar tus palabras. Abrazos.

    Sí, el final feliz de "Un millón en la basura" no es muy creíble pero yo me quedo con la decadencia de una sociedad. Abrazos Cahiers.

    No me extraña! Un abrazo, Roberto.

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  7. Pues Marcos te leeré atentamente porque yo tengo una enorme laguna (vamos mejor dicho un océano) con José María Forqué y me has despertado el gusanillo de descubrir su obra. Me ha llamado mucho la atención Un millón en la basura...

    Quedamos en el próximo texto.

    Besos
    Hildy

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  8. Espero que te guste "Un millón en la basura" Y "Usted puede ser un asesino" te recordará a una screwball comedy. Besos.

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  9. Que genial!
    Parece que hace siglos de ese cine... y es de hace nada!
    Ideas vs tecnología

    Besos abisales

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  10. Hace unos meses Marcos me preguntaba: tanto viajar -cinematograficamente hablando-por Japón por China y por Francia ¿Y el cine de casa? y hoy me has encendido esa lucecita de alarma pues salvo alguna imagen ya casi he olvidado esa grandísima película de "Atraco a las tres" y del resto ni te cuento.
    Saludos.

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  11. Me quedo con las ideas y el cine en estado puro, Abismo...algo muy alejado de los tiempos que vivimos. Besos. Abisales.

    Hola Yuri. Sin emabrgo, a mí me convendría más viajar, ya ves. De hecho, agradecí mucho esas entradas en tu blog. Gracuias por pasar. Abrazos.

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