jueves, 29 de agosto de 2013

Poema de Casino

Así estaba hoy la tarde, rojiza y lenta,  desde el salón de nuestra casa


Una sombra de reptiles

se extiende por la senda ciudadana.

Garras que se alargan

y quieren atraparme

en una yedra nacida del asfalto

que busca río

y no encuentra más que este sumidero

de aguas viscosas.



Ojos de reptiles son las ventanas de los edificios.

Me vigilan en esta madrugada de insomnio,

de fichas que no valen nada

y puertas que dan al patio

de la senda tenebrosa.



Pero las uñas de sus garras

no son tan largas…

El aroma que hiede la noche

surcando el río

no atrapa lo suficiente

para quedarme aquí un minuto más.



Hoy de mis cuadernos

sacudiré el polvo de esta ciudad.

Me han brotado alas en la espalda

que llevan tu nombre.



Esta noche los reptiles

se han quedado sin cenar.



Rodeado de ruletas rusas sentenciadoras y personajes decadentes perdiendo el tiempo y la vida en el Casino de Zaragoza, en uno de mis últimos días como persona empleada, escribí este poema.
Ahora empleo mi particular tiempo ganado en escribir, amar, ser amado... en definitiva, en vivir. Porque no hay mal que por bien no venga y mal que por bien no viene, no te conviene.

Hace unos días, en mi estimado Pirineo Aragonés, tuve el placer de coincidir con el músico Kike Ubieto. Aprovecho la ocasión para animaros a acercaros a sus letras y sus ritmos. Este tema, puro Ragtime, se titula Cretinos de prestigio.




 

viernes, 9 de agosto de 2013

Regreso en pleno agosto

Largas y felices vacaciones de verano deseo a todo el que pase por aquí desde este agosto de tramontana y cierzo, combinado a partes iguales. Algunos cambios trascendentales me han alejado temporalmente de este blog que ha quedado cerrado por "vacaciones forzosas" (de esas que tienen todos los que formamos ese grupo cada día más amplio del desempleo) Vuelvo hoy, nueve de agosto, con energías renovadas, lanzando palabras a la blogosfera, por si hay alguien ahí. también con "vacaciones forzosas en su ciudad", que quiera responder a la llamada.

"Me desperté liviano
dejando en la almohada,
como un mal sueño,
el pasado"
 (Raúl Garcés)

Mi cauce

Descansa, amor.
Que no te importen nuestras debilidades.
Si no fueras viciosa, no te amaría igual,
si yo no aprehendiera la vida de tus labios,
tú no me querrías.

Desde hoy veo todo un poco más claro.
Porque me llama el vacío
De un Café deshabitado,
el vaso medio lleno
o la última nieve del invierno.

La almohada adolescente
donde dejé el pasado,
como un mal sueño
del que desperté liviano,
es hoy el presagio de un llanto,
quizá la lluvia.

-Rain... wash me free-

Me reclama el cauce soterrado bajo mis pies
y diseñado para un río que se resiste.
No te entretengas buscando los meandros
que te alejen de este mar,
que no se enrede el sol
en descubrir la cara interna
en las ondas
de tus cabellos.
Hoy lo verás todo más claro.

Descansa, cierra los ojos.
Navégame.

Faro de Favàritx (fotografía de Maravillas Espín Guirao)