domingo, 3 de enero de 2016

Natalie Cole

Natalie Cole, niña, descansa sobre el hombro de su padre, Nat King Cole
Repentinamente terminó la vida de Natalie Cole, sin poder entrar en el año 2016, la misma noche de fin de año, de manera inesperada y demasiado temprana, a sus 65 años, víctima de una insuficiencia cardiaca. Natalie Cole dejó de ser "la hija de Nat King Cole" desde que en 1975 apareciera su primer álbum titulado "Inseparable" y posteriormente "Natalie" o "Unpredictable" que, aun a sabiendas del peso de su apellido, la clasificaban inmediatamente como una cantante moderna, en la línea de Aretha Franklin en su madurez (salvando las distancias), virtuosa en el soul, el R&B y atraída incluso por el rock and roll. Natalie irrumpió con fuerza en el panorama musical de la década de los setenta, consolidándose en los ochenta, cuando  alcanzó su máxima cuota de popularidad, atreviéndose incluso a versionar Pink Cadillac de Bruce Springsteen.

Aquel primer momento de gloria fue más bien efímero, circunstancia a la que se sumaron graves problemas en su adicción al crack, la heroína y el alcohol, que la alejaron en diferentes etapas de su carrera. La sombra de su padre era muy alargada y el peso del apellido Cole que, en un principio, parecía haber superado, hacían mella de manera definitiva en su carrera. Natalie Cole volvió a acertar. Superó sus adicciones y las reconoció públicamente, paso que también contribuyó a la aceptación general del público estadounidense. Además, lanzó su primer álbum en el que recuperaba los clásicos de su padre, los clásicos del jazz. Todo un acierto que le valió regresar a una popularidad más consolidada que se mantuvo hasta el final de su vida. El disco, titulado Unforgettable...with love, gracias a las nuevas tecnologías recuperaba la voz de Nat King Cole para unirla con la de su hija en un emotivo dueto. Se estrenaba aquí de esa manera lo que después derivó en una absurda moda por la que los cantantes actuales podían cantar con antiguas leyendas de la música. Natalie ya no abandonó el jazz. Dos años más tarde veía la luz Take a look y al año siguiente The Holy and the Ivy, un más que recomendable LP que recoge los grandes clásicos navideños en clave de jazz y blues relajado. Siguiendo la estela de su padre, finalmente, en 2013 su último trabajo fue Natalie Cole en español donde recuperaba los boleros que ya cantara él allá por los años cincuenta, boleros por cierto, que en España cosecharon un gran éxito comercial a pesar de que Nat leía las letras, fonéticamente, sin tener ni pajolera idea de lo que estaba diciendo.

Natalie Cole en una de sus últimas actuaciones,
Siempre he sentido debilidad por esta voz aguda, aparentemente siempre joven, de esta mujer que interpretó como nadie las suaves baladas de jazz. Su voz quedará para siempre en nuestro recuerdo. Por ello, quiero dejar aquí una lista de aquellas que, aunque bien no serán sus mejores grabaciones sí conforman mis canciones predilectas en su repertorio.

1.- Non dimenticar
2.- Cry me a river
3.- Take a look
4.- Orange colored sky
5.- That sunday, that summer
6.- Smile
7.- L.O.V.E
8.- Let there be love
9.- Jingle bells
10.- Merry Christmas, baby
11.- Calling you
12.- My baby just cares for me

Y nos despedimos y despedimos a la tierna Natalie con uno de sus mejores éxitos. Non dimenticar es una canción italiana de P.G. Redi (Luigi Pulci) Nat King Cole la popularizó en Estados Unidos y Natalie grabó una versión deliciosa que aquí, en San Remo, canta en directo: