Marina
descansa con dignidad en el vaho del olvido.
En su mano
derecha, sostiene la Victoria sin cabeza,
un ídolo a
la derrota,
y en su
pliegue de siglos
guarda una
revelación que nadie interpretó.
A su lado,
en formación,
un ejército de recuerdos venido a menos
compone el
tesoro malogrado de la batalla.
Marina,
como si
fuera parte del Tártaro
y su paisaje inerte
vigila con
ojos ya de estatua,
pero no ve.
Ante su
ceguera de piedra
el último
animal suspendido,
medio
vida-medio sombra,
aprovecha
los últimos coletazos
y nada
contra corriente
hacia la
esperanza.
Marina ha
cerrado sus ojos.
Y quizás sería mejor que lo cerrara. Hay demasiada mierda en el mundo para que lo vean sus ojos.
ResponderEliminarExcelente la referencia al Tártaro, por cierto, estaba leyendo a Sísifo y a Tántalo.
Gracias Alex, tanto por comentar como por compartir el poema. Seguro que deja sus ojos cerrados. Saludos!
ResponderEliminarJoder que bonito, Marcos. Me ha gustado y no se, también me ha producido un poco de tristeza..
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu visita y tus palabras, amigo Charly. Un abrazo!
EliminarLo que habrá visto Marina, el desierto de los tártaros... ese lugar donde siempre están a la espera de que algo ocurra rodeados de silencio y piedras. Con tu poema has intentado dar voz a una estatua, las cosas que podrían contarnos...
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
El paisaje inerte poir excelencia, sería ese desierto. Muchas películas han puesto voces a las estatuas. Gracias por pasar, amigo Miquel. Un fuere abrazo.
EliminarEl poeta no para en verano, y sigue en buena forma, desde luego. Un abrazo grande.
ResponderEliminarSupongo que cualquier estación es buena para seguir escribiendo. Un abrazo, Roberto! Y nos vemos pronto.
EliminarCómo suena Paris-Texas ! El poema... bueno, ya sabes (jaja)
ResponderEliminarUn abrazo.
Y a ver si se queda el comentario, que es la segunda vez que lo escribo...
Cómo suena esa guitarra. La verdad es que ya solo ese sonido es suficiente para incitar misterio. Un abrazo David jeje ... a ver si se superan esos problemillas informáticos.
EliminarMarcos, que preciosidad de poema. Que manera tan original de recrear a esa Marina. Muy bello.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Se me había pasado Paris-Texas!!!! Una pasada.
EliminarEsta guitarra que suena en Paris-Texas le da el toque de misterio necesario. Creo que suena a reposar en el vaho del olvido. Gracias por pasar Luna Llena.
Eliminarque bueno es nadar hacia la esperanza. El poema me ha movilizado.
ResponderEliminarsaludos
Eso ya es mucho para un poema! Gracias Karin por pasar y dejar tus palabras. Abrazos.
EliminarEn las profundidades de uno mismo hay multitud de tesoros aún por descubrir a la espera de salir a la superficie.
ResponderEliminarUn saludo MARCOS.
Y pasamos la vida explorando esos tesoros me temo. Un abrazo Yuri,m gracias!
Eliminarve pero no ve, eso si da miedo... más aún que ser de piedra...
ResponderEliminarbellas palabras, yo soy incapaz de escribir un poema pequeño, salu2..
La ceguera de piedra da miedo. Algunos la tienen sin darse cuenta. Abrazos y gracias por pasar JLO
Eliminarcoletazos que devuelve la marea
ResponderEliminarcomo una gran memoria mineral
salutos
Hola Elisa, bienvenida. Esperemos que esa memoria mineral nio se pierda nunca. Gracias por pasar.
EliminarHola Marcos, me quede pensando en sirenas y medusas, no sé. Algo me dice que es una nostalgia añeja, lo que expresa esa estatua de piedra.
ResponderEliminarSaluditos y un gusto venir otra vez por aquí.
Nostalgia añeja, profunda tristeza....tan profunda como el lecho del mar. Gracias por volver por aquí Beatriz. Abrazos.
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