Una imagen de Léolo, muy significativa |
Por alguna razón que desconozco, últimamente y sin buscarlo han llegado a mis manos películas que enfocan de diferente manera la infancia y la adolescencia. Léolo es una de ellas, considerada un tipo de poesía cinematográfica, con toque surrealista y lírico, una película de culto para muchos cinéfagos. Es la última película del director canadiense Jean-Claude Lauzon que, cinco años más tarde, moriría en accidente aéreo cuando preparaba su tercera película. Lauzon dirigó y escribió Léolo, además de Un zoo la nuit (1987) y el corto Piwi (1981)
Jean-Claude Lauzon |
Con Léolo nos cuenta la cruda infancia complicada y mísera del niño encarnado por Maxime Collin. Léolo huye del ambiente creado por su destartalada familia a través de su desbordada fantasía y plasma todos sus pensamientos en pequeñas hojas de papel que, una vez escritas, arroja a la basura. Escribir y leer es insólito en el seno de su familia y quizá por ello es su actividad más frenética llegando a rozar lo enfermizo, como un adicto que no puede dejar su obsesión, ni de noche ni de día. Una vez encontró un libro, soportando un mueble que estaba cojo. Es el único libro que halló en su propia casa y nadie supo decir de dónde había salido. Léolo está en contra de su familia y canaliza esta ira, no del todo infantil, con su propia y original manera de entender la literatura. Pero todos esos escritos que pergeña día a día, son recojidos de la basura por un misterioso anciano que él denomina "domador de versos" y a través de su lectura vamos conociendo la cruel historia de este niño.
Puede resultar, en ocasiones, que tanto las palabras como las reacciones del niño pertenecen más bien a las de una persona adulta. Pero Léolo también es un niño que madura desde una edad muy temprana. Y por ello, llevado probablemente por la incomprensión a la que lo somete su familia, también en su alma se genera el sentimiento de odio, hasta tal punto que llega a intentar asesinar a su abuelo, sentimiento de rabia contenida que también, a lo largo del metraje, experimenta contra su propio padre. La familia de Léolo está marcada por la ignorancia más absoluta y por la locura. "Porque sueño, yo no lo estoy" nos repite constantemente el fantasioso niño, como un estribillo que nos guía a través de su historia. Y precisamente son esos sueños los que desarrolla mediante su tenaz y solitaria actividad de la lectura y la escritura. Sueños que nos llevan a conocer su primer amor, su más puro e inalcanzable amor, el de una vecina italiana llamada Bianca (Giuditta del Vecchio), que resulta ser una prostituta que ejerce con su abuelo. Sueños que, por tanto, nos llevan a su propia pesadilla, al odio; sueños que sirven para que Léolo se abstraiga de todo el mundo asqueroso que se esparce a su alrededor.
Bianca, despierta el primer amor de Léolo y le hace soñar con Italia, Sicilia, tierra que conoce a través de sus sueños |
Léolo tiene una hermana presa de la locura que vive en el sótano de la casa y un hermano tonto que solo se preocupa de adquirir masa muscular. Vive en una familia absurda y todo ello nos envuelve en una historia que, en numerosas ocasiones, coquetea con el surrealismo, que puede parecer desordenada y que incluso nos ofrece un final abierto a varias interpretaciones. Todo ello coronado por una banda sonora adecuada, como son las canciones de Tom Waits o de los Rolling Stones y con una fotografía de Guy Dufaux que incide directamente reforzando la decadencia siempre presente en el mundo del niño y que, parece ser, termina venciendo, como comprobamos en algunas escenas donde Léolo se abandona a la mala vida, bebiendo, fumando y teniendo horrendas experiencias sexuales con las que pierde la virginidad y la infancia.
El espectador no puede obviar la buena dosis de autobiografía que está presenta en esta película. Jean-Claude Lauzon nació en el seno de una familia muy humilde de Montréal (Canadá) y tuvo que desempeñar cualquier trabajo durante su infancia y adolescencia hasta poder optar al título de Comunicaciones y posteriormente a sus estudios cinematográficos en la ciudad de Los Ángeles, en los años 70 Esa humilde infancia, esa complicada adolescencia, se plasman en esta su más completa y última obra. Como Truffaut hiciera con el personaje de Antoine Doinel en Los 400 golpes, Lauzon plasma su propia experiencia en la de Léolo y se convierte en su álter ego. Muestra la misera, las dificultades y probablemente, también, un reflejo de su propia familia. ¿Qué hubiera sido del cine de Lauzon sin su repentina y temprana muerte? Hay quien dice que después de Léolo solo cabía una posibilidad: la del declive. Pero también existen los que pensamos que su carrera se hubiera afianzado con el tiempo y pudiera haber sido uno de los directores más interesantes en esta época tan crítica para el cine.
(Al principio del post suena Cold, cold ground, de Tom Waits)
Joder, qué maravilla de cinta; la vi hace tiempo y me encantó. Me encantó.
ResponderEliminar¡Gran entrada!
Yo la he visto ahora por primera vez. Desconcierta al principio pero acaba gustando y mucho. Gracias por pasar Alex.
EliminarHan pasado años ya desde que la vi. Una cinta que cautiva, con un trazo surrealista y es verdad que algo cercana a los 400 golpes por su discurso autobiográfico. Gracias por recordarla.
ResponderEliminarAbrazos
Tiene un toque mágico y poético pero de una poética cruda. Gracias por pasar, Ethan. Abrazos.
EliminarGracias Marcos por esta nueva propuesta ya veo que las críticas son buenas así que si salgo vivo de mi recorrido por la filmografía de Allen buscaré un paréntesis para Lauzon.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, Yuri. El paréntesis tampoco tiene que ser muy grande. Como ves, su filmografía solo contiene dos películas y un corto. Espero que te guste. Abrazos.
EliminarVi esta peli dos veces en el cine. Me gustó mucho en su día. Luego la he revisitado un par de veces y creo que se sigue manteniendo. Ahora será de culto (como dices), pero recuerdo una crítica en el periódico donde la ponía a caldo.. Jajaja..:En fin... Sorprendía un poco a cómo jugaba con los cambios temporales y los actores...pero creo que la peli estaba muy bien. ¿Sonaban los Rolling Stones? Jo! Yo recuerdo más lo de Tom Waits, aquella canciónd de "En las alturas, en las alturas"... Había cosas de esa peli que me gustaron mucho. Cuando el hermano en plan Charles Atlas se encuentra con el capullo y este le da de hostias porque a pesar de ser una montaña...no recuerdo muy bien lo que dice. Pero es una peli llena de detalles estupendos... y otros no tanto (lo del gato me dejó buuff). Es una peli dura también.
ResponderEliminarPreguntarse qué hubiera sido de la carrera de este hombre. Pues ni idea.
Un abrazo.
Sí, la escena del gato es muy reprochable, David. De hecho, yo la suprimiría. Pero excepto este detalle (que, según creo, no es para otra cosa que para refrozar esa decadencia absoluta en la vida del niño) la película está muy bien. La escena del hermano cachas siendo otra vez herido en su orgullo por el matón debarrio, como ya le ocurriera de pequeño es muy buena. Los Rolling suenan de fondo y es un tema muy poco conocido, titulado: "You can't always get what you want" Y también aparece Gilbert Becaud, en la banda sonoa. Abrazos y gracias por pasar.
ResponderEliminarNo. No veo por qué hay que suprimirla. Refleja claramente el "ambiente" en el que se mueve el personaje.
ResponderEliminarY bueno, hace años que no he vuelto a ver la peli, pero eso de tema poco conocido...ya sé que no es Frank ;-), pero esa canción de los Stones es de mis favoritas (igual mi favorita) de ellos...así que vamos, pero que muy conocida (jaja)
Otro abrazo y no hay de qué...
Perdone "stoniano" jeje Yo no la conocía. Yo, por el gato, más que nada. ¡Pobre animal! Otro...
EliminarUna curiosa película con una extraña poesía visual aunque yo le reprocharía un empeño algo forzado de querer impactar o epatar al espectador. Si yo dedicase un post a "Leolo" lo acompañaría de una receta con tomates... ya sabes porqué. Es verdad, buena banda sonora.
ResponderEliminarAbrazos, amigo. Borgo.
Pues sí, lo del tomate despista mucho al principio y tengo que confesar que yo exclamé "¡Vaya gilipollez" Pero luego me acabó gustando bastante. Abrazos Miquel!
EliminarSi veo la película te cuento que opino.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Karin. Saludos y espero que te guste, si la ves.
EliminarA mí me gustó bastante, la recuerdo con mucho agrado. Tenía un punto surrealista y poético muy elegante. Seguro que su autor hubiera seguido con grandes películas. Una pena...
ResponderEliminarSeguro. Aunque dicen que serái difícil superar Léolo pero creo que su producción hubiera sido interesantee para le cine actual. Un abrazo, Roberto.
EliminarPues cuando la vi en su día no me gustó demasiado, me pareció que utilizaba unos recursos emocionales excesivamente facilones. Pero yo era joven y, ay, excesivamente airado a su vez (no quieres saber lo que pensé de "Cinema Paradiso"), así que puede que ahora me gustase más. Y yo a ella.
ResponderEliminarSaludos.
Puede ser. Espero que el tiempo en ella y en tí haya obrado a favor jeje Un abrazo Licantropunk!
EliminarDebo reconocer -no sin cierta vergüenza que aún no la he visto... Le pondré remedio un día de éstos.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, Charly, yo la acabo de ver, así que tampoco...jeje Es imposible ver TODO el cine. La oferta histórica es enorme. Gracias por pasar.
EliminarHola Marcos, será que por favor me puedes informar en qué sitio de la red puedo conseguir la película. Te lo agradecería
EliminarNo la conozco, mis lagunas cinematográficas son muchas. Me interesa todo lo que explicas aunque es un tema que me duele. Estoy cansada de ver adolescentes en situaciones límite por abandono de responsabilidades de sus familias. Un tema muy complicado y con efectos perversos sobre estos niños/as.
ResponderEliminarMe encanta la peli de "Los 400 golpes", su música es una maravilla.
Abrazos!!
Sí, la música en las películas de Truffaut siempre tenía su encanto. Pues te gustará esta también, Luna Llena, aunque el tema sea tan crudo y aquí en Léolo, es crudo de verdad. Sórdido y surrealista. Un buen cóctel. Gracias por pasar.
EliminarSiempre he querido ver esta peli, espero que se de esa oportunidad pronto.
ResponderEliminarEspero que la encuentres. A mí me la dejó un amigo que la venera. Dicen que no es fácil encontrarla pero espero que así sea. Gracias por pasar David C. Saludos
EliminarHace no mucho, mi pareja me recomendó que viera esta película ¡Que casualidad que nos hables de ella! Me han entrado más ganas de verla.
ResponderEliminarComo siempre, gracias por descubrirnos el gran cine.
Un abrazo
Tu pareja tiene buen gusto jejeje. Graicas a ti por comentar y enriquecer. Abrazos Silvia.
Eliminarporque sueño, yo no lo estoy.
ResponderEliminarPorque sueño, yo no estoy loco...
Léolo la vi en el momento de su estreno y ya no la olvidé. La vi hace unos dos años o tres otra vez y volvió a conquistarme. Y tienes razón es un retrato doloroso de un niño. Un niño que la realidad que le rodea le engulle, le impide seguir soñando... aunque él se aferra con uñas y dientes... hasta si es necesario perder la cordura...
Besos
Hildy