¿Quién pudiera conquista la inocencia de Judy Garland para esta mañana del 6 de enero? Solo los niños pueden. En cualquier caso, un atisbo de añoranza se ha asomado por las ventanas de las primeras horas, inavidiendo la escarcha en la hierba, los paisajes y he reclamado, casi sin darme cuenta, la inocencia de Dorothy, en El Mago de Oz, cantando notas tristes al arco iris. Aunque años más tarde, cuando le sorprendió la vida, comprobara lo duro que es luchar contras adicciones como el alcohol y las drogas, aunque fuera obligada a ser mayor de edad, de repente, como todos los juguetes rotos, como todas las maltratadas niñas prodigio de Hollywood, a pesar de todo ello, envidio la ternura de Judy quien, recordemos, también fue aquella, mujer ya, que no menos inocente cantaba Que tengas unas felices pequeñas navidades (Nunca he sabido cómo traducir de manera adecuada Have yourself a merry little Christmas) a una niña que lloraba, desconsolada, en Cita en San Luis y que podría ser perfectamente ella misma, la niña que no tuvo infancia, la niña que debió crecer y que encontró, en su madurez, el resguardo de su inocencia perdida, en la perdición.
Para esta mañana de 6 de enero y de inocencias huidas pero, al fin y al cabo, la muestra perfecta de la vida que quiero, Judy Garland en blanco y negro, antes de hallar el color de Oz, se me antoja una añoranja imprevisible pero necesaria. Y quien dice Judy Garland dice yo mismo, hace unos 25 años (¡qué barbaridad, un cuarto de siglo!) cuando eran mágicas las mañanas del 6 de enero. Así que permítanme este exceso de confianza y este travestimiento. Voy a calzarme los zapatos rojos de charol para concebir, una vez más, la inocencia de Judy Garland o de los niños, para reivindicar la infancia como lugar que visitar, al menos, una vez por semana para así poder construir otras baldosas nuevas que, aunque no sean amarillas, nos conduzcan al lugar seguro donde nos reconocemos. Tengan feliz mañana todos ustedes y reciban una invitación formal a pasar por el rincón de Frank Sinatra, para celebrar el 2015, año del centenario de su nacimiento: Aquí
Marcos, es tan fácil lo que pides, no he perdido nunca esa ilusión, si vieses el trabajo que tuve ayer para preparar los zapatos limpios y que Baltasar dejase sus regalos, porque si están sucios o tirados de cualquier manera pasan de largo, siempre esta noche es mágica y lo digo completamente convencida, porque disfruto mogollón haciendo eso y levantándome a la mañana para ver si mi zapato tiene algo, ver la cara de mis padres cuando descubren sus regalos, y no quisiera por nada, perder esta parte de mi niñez que la he mantenido toda mi vida, pareceré una tonta, la niña que soy me visita mucho y me ayuda mucho a mantener las ilusiones, y a lanzarte en determinadas ocasiones como cuando eres un niño y no piensas en nada malo ni en las consecuencias.
ResponderEliminarExiste cierto encanto en la fantasía de los niños y cierta percepción que perdemos cuando termina nuestra infancia. Y no es malo conservar un pedazo de ese íntimo refugio, siempre con cuidad pues, de lo contrario, puede ser peligroso. Gracias por pasar y comentar, amiga Arantza. Muxux.
EliminarHay cosas de la infancia que es bueno mantener. La infancia es nuestra patria.
ResponderEliminarPuede que escribir sea una buena manera de mantener esa parte viva, amigo Roberto. Me gusta eso de que la infancia es nuestra patria. Abrazos.
EliminarEstimado Marcos,
ResponderEliminarQue bonito texto, con tu añoranza de la inocencia perdida ya en edad adulta, con tu elección tan poética de las palabras y solo las palabras adecuadas. ^^
Siempre me gustó soñar caminando en Oz por ese sendero de baldosas amarillas hacia un futuro mejor, por eso intento no perder la ilusión nunca, pero que fácil es decir que uno nunca pierde la ilusión, sobretodo cuando el tiempo gana el pulso a la esperanza. Ilusión, ilusión.
¡¡Felicidades por el centenario de Frank Sinatra!! ^_^ Espero que des mucha guerra en ese aspecto.
"A mi manera" un abrazo Marcos.
Amigo UTLA, gracias por tus amables palabras.Yo creo que nadie ha renunciado, alguna vez, al sueño de Oz. Muy importante, ciertamente, mantener ilusión por todo. La guerra está garantizada en el aspecto Sinatra ;) jeje Muchos y fuertes abrazos UTLA!
EliminarMaravilloso. Respecto a Sinatra me uno a ese centenario que no es más que unos minutos. Sinatra canta cada vez mejor. El otro día le día a un amigo que Sinatra no vendía su voz. Sinatra vendía estilo, y esto, mi querido amigo, es lo que no hay ahora.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Amigo, Paco, muy acertada tu afirmación sobre el amigo Frank. Desde luego, ofreció una manera de ser, una manera de contar las canciones, un estilo irrepetible que hizo historia. Muchos lo han intentado imitar y nadie le ha llegado al betún. ¿Ahora? Impensable. Un fuerte abrazo y lo mejor para este año nuevo.
EliminarNo me ha costado nada sentirme niña con esta entrada, Marcos. La verdad es que es bueno tratar de recuperar un poquito de esa infancia que todos llevamos dentro por muy adultos que nos hagamos.
ResponderEliminarUn abrazo y genial el tema Somewhere over the Rainbow, me encanta.
Entonces, he cumplido parte del objetivo, amiga Mucipa...¡gracias! "Somewhere over the rainbow" es una de esas eternidades interminables: https://www.youtube.com/watch?v=rectLMhmkz8
EliminarInocencias huidas. Buena definición de la Garlan. No obstante cada vez que oigo ese "Más allá del arcoiris" se me sigue erizando la piel
ResponderEliminarSí, se puede coger como una definición de lo que fue Judy. Y sí, siempre es emocionante escuchar en su voz este tema que inmortalizo. Gracias por pasar Alí y lo mejor para este 15!
EliminarRecuerda, querido Marcos, que el sol, tarde o temprano, siempre acaba saliendo y brillando. Evocadora entrada, maestro. Me ha encantado.
ResponderEliminarClaro y con él, el arco iris jejeje Mil gracias por tus palabras Alex. Un fuerte abrazo!
EliminarUno se va haciendo mayor... pero hay sensaciones que no se olvidan y de vez en cuando nos iluminan la sonrisa. Que no lo perdamos del todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es un buen propósito, amiga Nury ruri. Hagámoslo real. Un fuerte abrazo!
EliminarEcho de menos esa inocencia infantil, esa despreocupación y el ilusionarme con pequeñas cosas insignificantes a ojos de adultos, pero casi mágicas para un niño.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, Charly, el cine podría ser un buen vehículo para volver a esa ilusión. Muchas veces lo he pensado. Abrazos y lo mejor para el 15
EliminarQue tiempos aquellos, en los que uno pasaba la noche con un ojo abierto, de guardia, para ver si veía de reojo a Baltasar.
ResponderEliminarSaludos
Di que sí...yo una vez vi un pie...Te juro que es como si lo estuviera viendo ahora. Lo que es la imaginación. Un abrazo, amigo!
Eliminar¿Y quién lo añora esos recuerdos llenos de magia? Yo los he vivido también como madre.
ResponderEliminarY si la inocencia va de la mano de Oz, no podemos añadir nada más salvo disfrutar con tus palabras.
Un abrazo!!
Toda una experiencia debe ser comprobar como madre o padre esa inocencia. Al fin y al cabo, verse otra vez reflejados en nuestros hijos. Gracias por tus palabras Luna Llena. Abrazos!
Eliminarwe are not in kansas anymore...
ResponderEliminarme encanta el Mago de Oz.
Que tengas un año fantástico.
un beso
Gracias, Karin. Lo mismo te deseo
EliminarPerfecta elección para el día de Reyes. Sigamos esas baldosas amarillas... pero sobre todo, disfrutemos del trayecto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año, Marcos.
Exactamente, que la vida no sea aquello que pasa a nuestro lado sin darnos cuenta. Abrazos Marisa y lo mejor para el 2015
EliminarEstamos totalmente en la misma onda nostálgica, Marcos.
ResponderEliminarPreciosa canción y en una de las versiones más hermosas, la de Judy.
Hay que seguir siendo un poco niños..no perder la curiosidad y la alegria de vivir, pasaremos del B/N al color..aunque reconozco que el "noir" tiene sus encanto (jaja)
¡Felicidades por lo de Sinatra! Aunque éste hombre no cumple..es eterno.
Un abrazo
Sí, noto ciertas coincidencias temáticas, Abril...un gusto. Yo creo que la de Judy es "La versión" Luego habrá otras (como la de Frank) pero ya no suenan como esa original. Me quedo con el nori, excepto en esta película porque su blanco y negro es más sepia jeje. Abrazos y gracias por pasar.
EliminarRecuerda entrechocar tres veces los tacones y seguir las baldosas amarillas. ¿Se nota que es una de mis películas favoritas? Yo intento seguir con mi ilusión infantil la Noche de Reyes. No es fácil, pero hago lo que puedo. Pobre Judy, a la que no dejaron ser niña.
ResponderEliminarYo sueño en blanco y negro pero esa noche me visitó un dorado cochinillo asado. No sé porqué siempre tengo sueños comestibles en Noche de Reyes.
Abrazos. Borgo.
Es para estudiarlo esto de los sueños culinarios en Noche de Reyes, Miquel. Me acordé mucho de ti mientras escribía esta entrada por tu relato de las baldosas amarillas, el que leíste aquí en Jaca. Bueno, sigamos la senda marcada. Abrazos amigo.
EliminarQué preciosidad de entrada, Marcos, qué maravilla de mensaje...
ResponderEliminar"Have yourself a merry little Christmas" no hay que traducirlo, tú escúchalo en la voz de Sinatra y verás como tengo razón :)
Mágicos abrazos.
Desde luego, tan solo basta escuchar esa versión para comprender el mensaje. Gracias por pasar, amiga Clementine. Mágicos!
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