Primeras luces.
Huellas de madrugada
sobre la arena de la mañana.
Suena el mar.
En esta ciudad de interior
que me posee
bocinas de barco
irrumpen el amanecer,
entre dos cristales,
restallando del recuerdo mis pupilas
en las rosas cercenadas
o el puerto fantasmal de tus labios,
esta hora de aliento de río
abandonado por el agua.
La calle recién regada por el cielo,
la espuma crispada de los crispados almendros,
exhalado está ya el grito
ahogando el enronquecido ritmo
de los grises tranvías.
Amanecer
y ocupar un pequeño asiento rojo
en un anónimo autobús.
Frente a mí,
deleitando el bostezo
de los primeros Cafés
y el desplegar de las alas
en ciertos conventos de clausura,
tu figura, de azul y lágrima,
se presenta imposible
como el humo al partir
en los trenes del siglo XXI
Imposible te admiro,
porque eres el arrabal soñado
de mi ciudad,
benévola aurora
para este atardecer de amanecida,
el desquebrajado anfiteatro
que glorifica
mi trágico escenario.
Imposiblemente real,
te admiro y pienso
que hoy he despertado
por alguien como tú.
(Tú y yo, tan anónimos,
en este autobús cualquiera,
íntimamente desconocidos)
Si he de ser sincero
odio la parada
que termina con este viaje
y si te has dado cuenta,
pido perdón.
Espero que me disculpes,
pero todavía me conmueve la belleza
que invalida el tiempo,
aquella que no concibe
la vida limitada;
me conmueve, todavía,
la sombra de tu sonrisa
y la mirada
donde pierde siempre la muerte.
Dónde se toma esa línea de autobús, poeta? Un placer leerte, como siempre!
ResponderEliminarYa no existen líneas como aquella...jejeje Ahora seremos devorados por grises tranvías. Un abrazo, Fran.
ResponderEliminar"pero todavía me conmueve la belleza
ResponderEliminarque invalida el tiempo,
aquella que no concibe
la vida limitada"
Ya me parece que has vuelto¡ Un estupendo poema de soledades.
¡¡thank you very much¡¡
Ayy qué bonito, toda una historia entre paradas de un autobús.
ResponderEliminarEn esos autobuses yo he soñado muchas historias.
Abrazo!!
Hermosa historia, como es habitual en tí. Me encanta "The shadow of your smile"
ResponderEliminarUn abrazo
Se deleita uno en este breve viaje de poesía que nos has regalado.
ResponderEliminarAbrazo Marcos.
Qué bonito todo, poema y canción. Cuando he leído los últimos versos, mi mente se ha ido a esa canción, La Sombra de tu sonrisa...así que, cuando he llegado al final y he visto el enlace, he sonreído.
ResponderEliminarUn beso.
Evocación y sonrisa..qué delicia Marcos. Se vuelve uno a enamorar con Sinatra y esos versos. :-)
ResponderEliminar¡Gracias por el momento !
Un beso
Temazo!!, bonita fotografía y me gusta el título de la entrada. Hubiera preferido un relato corto (ya sabes que los poemas; pero me gusta el paréntesis).
ResponderEliminarUn abrazo.
Los autobuses son muy inspiradores. El escritor Fredric Brown se montaba en ellos solamente para que se le ocurrieran ingeniosas historias...
ResponderEliminarQue no me había ido...jejeje Gracias pro pasar Jonhan.
ResponderEliminarHola Laura. Yo también he soñado pero, imagino, es porque siempre que me montaba en el bus me acababa de despertar... Besos.
Gracia sSelegna. "The shadow of your smile" en voz de Sinatra es uno de mis temas favoritos. Magnífica letra.
Me alegro acróbata. Abrazos.
Bueno Myra, es un verso-excusa para incluir la canción de Sinatra, una de las más bellas de su repertorio. Besos.
Gracias a ti por pasar momentos aquí, Abril. Besos.
La intención es que sea una historia pero en poema. Me alegro que te guste la canción. Es de mis preferidas de Sinatra. Un abrazo.
Vaya, no lo sabía Roberto. Eso sí, son inspiradores si no da scon uno de esos días de apretujones y demás peligros que un autobús suele brindar. Un abrazo.
Me encantan que me cuenten historias...
ResponderEliminarPoesía que además relata... y nos hace sentir.
Y recordar.
Porque es curioso que muchos nos acordamos de un rostro en un autobús, un tren, un avión... o en el metro. Un rostro con el que no cruzamos palabra. Sólo, quizá, una mirada. O una sonrisa. Y soñar después con la posibilidad de algo... Por eso pienso que se recuerdan tanto porque se sintió una posibilidad de futuro...
Besos filosóficos
Hildy
Buen poema que me recordó mis idilios de metro (casi nunca tomo el autobús) y muy interesante tu entrada sobre "Experiment of Terror". Me encanta esa película con una espléndida Lee Remick que supo desmarcarse de la etiqueta de sucesora de Marilyn que le habían asignado los productores. Ahora veré tu blog de fútbol. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMaravillosa y poética historia con alma propia y maravilloso también este tema en la voz de Sinatra. Preciosa imagen, Marcos, es de las que hablan por sí mismas. Besos.
ResponderEliminarEsa era la idea, contar una pequeña historia Hildy. Encuentros mágicos por fugaces e imposibles. Muy bonitas tus palabras filosóficas. Besos.
ResponderEliminarSupon que, si en Zaragoza tuviéramos metro, poca gente sufriría el autobús, Miquel. Al menos, ya está la alternativa del tranvía. La película me gustó mucho. Quizá lo de "sucesora de Marilyn" le viene un poco grande pero creo que, como apuntaba Hildy, su carrera empezó en lo alto y fue descendiendo meteóricamente. Saludos.
Gracias Clementine. La canción de sinatra es de mis preferidas. Me alegro que hayas disfrutado. Besos.
Esos encuentros íntimos entre personas anónimas que normalmente se pierden en el olvido.
ResponderEliminarMuy bueno, un saludo Marcos.
Un abrazo Jon y gracias por pasar.
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