Cary Grant, Irene Dunne y Randolph Scott. |
Paseando por blogs amigos encontré un artículo de Hildy Johnson que hablaba de los ascensores en el cine. Mi memoria cinéfila no pudo dejar pasar la ocasión de recordar uno de los momentos más divertidos de las comedias screwball que sucede, precisamente, en un ascensor. Para ello, hablaremos hoy de una película que, a pesar de haber visto en numerosas ocasiones, nunca había reseñado: Mi mujer favorita, dirigida por Garson Kanin y producida por Leo McCarey en 1940 (Sí que hice un leve acercamiento, hace cuatro años, que se puede leer aquí)
Cary Grant, en su salsa. |
Un pletórico Cary Grant de 36 años acababa de rodar La fiera de mi niña (Howard Hawks 1938), Gunga Din (George Stevens 1939) y en 1940 abordaría nada menos que tres películas, entre las que se encontraba otra brillante comedia, Historias de Filadelfia (George Cukor 1940) No creo que sea una exageración afirmar que Cary Grant era, en aquella época, el actor de actores, el más cotizado y valorado de todos. Y no era para menos. Él lo sabía y siempre llenaba la pantalla cuando aparecía. Si contabas con él, como protagonista, poco más hacía falta para que la película fuera un éxito. Este es el tipo de actor que nos encontramos en Mi mujer favorita. Grant vuelve al tipo de personaje que había creado para La fiera de mi niña, el que repetiría con gran éxito en Arsénico por compasión (Frank Capra 1944), cuatro años más tarde. Era ese tipo de galán, un poco alelado, torpe y patoso, al que las mujeres le traen de cabeza y dominan su vida, sin remisión.
En esta ocasión, la partenaire de Grant no podía ser mejor. Se trata de Irene Dunne, con la que ya había compartido pantalla en Terrible verdad (Leo McCarey 1937) y volvería a hacerlo, un año más tarde, en Serenata nostálgica (George Stevens 1941), de manera menos efectiva, debido al extraño giro hacia el drama con una pareja que funcionaba y se había entendido a las mil maravillas en la comedia. Completan el cuarteto protagonista Randolph Scott y Gail Patrick.
En el juzgado: Gail Patrick, Cary Grant, Irene Dunne |
Nick Arden (Cary Grant) habiendo dado por muerta a su esposa Ellen Arden (Irene Dunne), que lleva desaparecida siete años, decide rehacer su vida. Para ello se dispone a contraer matrimonio con la joven Bianca (Gail Patrick). Pero, después de la ceremonia, antes de emprender el viaje de luna de miel con su nueva esposa, Ellen, su ex mujer, vuelve a la vida o, mejor dicho, aparece y decide hacer lo posible por recuperar a su marido. Ellen, contrariamente a lo que Nick pensaba, había sobrevivido al accidente donde creyó perderla y había pasado siete años en una isla desierta junto a su salvador, el apuesto Stephen Burkett (Randolph Scott), una suerte de Tarzán isleño Debemos buscar el orígen de tan disparatado argumento en un poema, el titulado Enoch Arden, de Alfred Tennyson. Podemos leer tal poema aquí. Con semejante punto de partida podemos imaginar que el resto de la película abordará situaciones disparatadas, gags donde Cary Grant se debate entre sus dos esposas (acusado, además, de bigamia) y donde se desenvuelve como pez en el agua; enredos, equívocos, celos y unas pequeñas dosis de romanticismo clásico que convierten a esta comedia en una de las más divertidas e imprescindibles del género.
Randolph Scott e Irene Dunne. Cary Grant, detrás, sufre los celos. |
Situémonos en la escena del ascensor. Es prácticamente el punto de partida de esta disparatada comedia. Nick (Grant) acaba de contraer matrimonio con Bianca (Patrick) y se disponen a comenzar su luna de miel en un lujoso hotel. Un botones acompaña a la pareja de recién casados llevando las maletas al ascensor. Cuando se están cerrando las puertas, Nick ve en el vestíbulo a su anterior esposa, Ellen y acompaña el cierre de puertas del ascensor con su cabeza, inclinando el cuerpo hacia la izquierda, hasta que terminan de cerrarse, momento en que vemos la cara de perplejidad de Nick. Aunque resulta un gag muy sencillo ha sido imitado en varias ocasiones a lo largo de la historia del cine. De hecho, la película inspiró dos remakes y solo uno se pudo llevar a cabo. El primer remake estaba dirigido por George Cukor y quedó incompleto por la repentina muerte de Marilyn Monroe, que era su protagonista. Se trataba de Something's got to give y en el reparto también estaba Dean Martin. Se rodaba en 1962 cuando el mundo del cine sufrió, como una sacudida, la trágica noticia. Posteriormente, tuvo lugar un remake desafortunado con Doris Day. Podemos ver la famosa escena del ascensor en el propio tráiler de My favorite wife:
Antes de terminar este post es necesario hablar de una de las mayores curiosidades de la película: ¿Quién era realmente la mujer favortia de Cary Grant? Pues bien, no era Irene Dunne. Aunque actualmente el hecho es de sobras conocido, en 1940 Cary Grant era el galán por excelencia, por el que suspiraban actrices, figurantes y público en general. Nada conocían de su orientación sexual.
Cary Grant y Randolph Scott en una imagen que suponemos inédita en la época |
Grant y Randolph Scott se habían conocido ocho años antes, en 1932, durante el rodaje de Sábado de juerga (William A. Seiter) y parece ser que, desde ese momento, adquirieron una casa en Santa Mónica (lejos de los inquisitivos fotógrafos hollywoodienses) y compartieron el máximo tiempo posible. Por aquel entonces Cary Grant estaba casado con Virginia Cherrill y esta lo abandonó por pasar demasiado tiempo junto a su amigo. Más que con ella. Como vemos, en 1940, año en que se rodaba Mi mujer favorita, la pareja Grant-Scott ya llevaba tiempo consolidada, eso sí, en el más estricto secreto. La sociedad norteamericana hubiera acabado con la carrera de ambos actores de haber conocido esta historia. De hecho, Cary Grant tuvo que contraer matrimonio en numerosas ocasiones (hasta cinco), aconsejado y presionado por los estudios de grabación para acallar posibles rumores. Lo cierto es que Randolph Scott forma parte del reparto de Mi mujer favorita porque fue condición inapelable del propio Grant. Durante el rodaje, compartieron íntimamente todo el tiempo libre e incluso vivieron juntos, completamente aislados del resto del equipo. Sin duda, eran tiempos difíciles para la homosexualidad y esta pareja tuvo que vivir verdaderas complicaciones. Dos años más tarde, en 1942 Cary Grant contrajo matrimonio con Barbara Hutton quien, según dicen, acabó con el idilio entre su marido y Randolph Scott que, comprendiendo que se trataba ya de un amor imposible, contrajo a su vez matrimonio con Patricia Stillman, en 1944, con la que compartió el resto de su vida. Sin embargo, Grant se divorció de Hutton en 1945 La relación entre él y Scott perduró en el tiempo, al menos transformada en amistad, hasta 1986 año en que murió. Randolph Scott solo sobrevivió un año a la muerte de Grant.
Década de los treinta. Scott y Grant, en su casa, como dos playboy |
Desde luego, conociendo esta historia como telón de fondo, el visionado de Mi mujer favorita queda alterado y lo contemplamos todo desde otro punto de vista. Sin embargo, no deja de ser una divertida comedia, agradable para ver tranquilamente una tarde de domingo, ahora que empieza a apretar el calor. O eso, o nos vamos a la playa...
Randolph y Cary se divierten |
El reparto completo de My favorite wife: Gail Patrick, Cary Grant, Irene Dunne y Randolph Scott |
No he visto esta película, ni el remake de Doris Day. Apunto esta . Hace poco revisé That's entertainment (las tres) y creo que el papel de Doris lo iba a hacer Judy Garland, si no me equivoco. Pero sufrió una crisis (la pobre necesitaba un descanso) y dejó el rodaje.
ResponderEliminarAy! Cary y Randolph. Recuerdo las fotos del libro Hollywood Babilonia. Anger no decía nada de ellos...se limitaba a poner las fotos y los pies. Cary y Randolph en el boxeo, Cary y Randolph en la piscina, Cary y Randolph, etc...
Está claro (creo yo) que había una relación entre esos dos. Pero hay dos cosas que me llaman también la atención sobre su homosexualidad.
Una es esa en la que no recuerdo cuál de sus esposas (sería de las últimas o la última) cuando le preguntaron acerca de si a Cary le gustaban los hombres soltó "No sé. Estoy demasiado ocupada follando con él para preguntárselo" y otra es que en el libro de Cabrera Infante se ve que no podía admitir que su ídolo era gay y decía algo en plan "la gente piensa que era homosexual, pero en realidad Cary Grant era demasiado tacaño y por eso compartía piso con Randolph".
Por otra parte, ¿dos amigos no pueden compartir y vivir juntos sin tener una relación? Mira el caso de James y Henry...Lo que pasa es que las fotos de estos dos. Esa que supones que en la época sería inédita. Joder, si es la pose típica de galán con chica acompañándole (jaja)
En fin... Si veo la peli ya te comentaré qué tal.
Un abrazo.
Ah! No creo que Serenata nostálgica sea menos "efectiva" que "La pícara puritana". Pero sí, igual ese giro dramático la hace menos comedia. De hecho, yo no la recuerdo ni como comedia... pero me gusta esa peli.
ResponderEliminarSí, David, esa fotografía última es muy reveladora. Es curiosísimo el punto de vista de Cabrera Infante y por otro lado, buenísima la anécdota en la que comentas la respuesta de Grant a sus mujeres. Tremendo. Pues espero que te guste esta comedia. Es genial. Abrazos, amigo.
Eliminar¡Excelente reseña! Recuerdo la película levemente porque hace mucho que la vi, tu texto me ha servido para refrescarla en mi memoria, quizás la vuelva a ver.
ResponderEliminarMuy interesante lo que explicas de la doble vida que tuvieron que llevar Grant y Scott (y tantos otros y otras) por su orientación sexual.
Abrazos!!
Me alegra que te haya gustado y refrescado la memoria de esta comedia tan divertida, Luna Llena. A mí me resulta una historia interesante (la personal entre Grant y Scott) pero también, con un fondo triste, por la represión social que les tocó vivir. Abrazos Luna Llena
EliminarDaba lo mismo que hiciera un drama que una comedia, siempre estaba impecable. Encuentro muy difícil para un actor ser creíble en dos géneros tan distintos. La prueba es esta peli que comentas en esta estupenda entrada y otra peli que a mí me encanta, "Sólo los ángeles tienen alas", lo mismo que "Serenata nostálgica". Era un actorazo.
ResponderEliminarUn beso.
Cary Grant era todoterreno. Eso está claro. Nadie puede ser tan malo como en "Sospecha" no tan bueno como en "La fiera de mi niña", ni tan pícaro como en "Charada" Actor de actores, Cary. Admiración siempre he sentido por él. Besos Myra. Gracias por pasar.
EliminarNo la he visto, pero "La pícara puritana" es una maravilla, ya la llevé al cine club del blog con una escena final que es para partirse de risa.
ResponderEliminarSaludos.
Pues yo es esa la que no he visto, Ethan. Tendré que repasar esa entrada en tu blog. Gracias por pasar, amigo. Abrazos.
EliminarLo de la doble vida era bastante común en esa época. Lo tenían que ocultar, tristemente, y desde luego no eran los únicos.
ResponderEliminarDesde luego, Roberto. Pero quizá el caso de Cary Grant ha sido más sonado por su imagen de galán clásico. Abrazos amigo.
Eliminar¡Ya sabes, querido Marcos, lo que me gusta el cine clásico americano! Y uno de los imprescindibles entre los actores de aquellos años es Cary Grant. No solo es divertido, seductor, galán... sino que tiene a sus espaldas una filmografía llena de títulos imprescindibles. Entre ellos, la película que reseñas... y qué ganas de volver a verla. Como decía el maestro del suspense, Grant estaba bien hasta con un huevo podrido en la cabeza. Pero además se dejaba acompañar muy bien en este caso por la gran Irenne Dunne, Gail Patrick y Randolph Scott... Y completas tu artículo con ese rumor a gritos que corría por Hollywood en aquellos años y lo triste es que si eran homosexuales o bisexuales no pudieran vivir su amor sin necesidad de ocultarlo. Tengo pendientes los western de Randolph Scott con Budd Boetticher...
ResponderEliminarBesos
Hildy
PD: ¡Me encanta la escena del ascensor! Los hoteles y los ascensores han dejado muy buenas escenas cinematográficas...
No creo que haya existido un actor mejor que Cary Grant en la Historia del cine. El actor completo. Ese era él. Gracias por pasar, Hildy. Besos.
EliminarMuy interesante la entrada y también la idea de hablar sobre los ascensores de la pantalla. A mí, claro, la primera película que me ha venido a la cabeza es "Un ascensor para el cadalso".
ResponderEliminarHace poco emitieron en TV-3 el remake "Apártate cariño" con Day, James Garner y Chuck Connors en el papel que hacía Scoot. Ya había oído hablar de su comentada relación con Grant y fíjate que casualidad: en la película de Doris Day aparece en un corto papel Wally Cox, de quien se dice que tuvo una relación muy íntima con Marlon Brando.
Abrazos!
Borgo.
Nada Miquel, está claro que tenemos que hacer una lista de películas sobre ascensores. Curiosa coincidencia lo de Wally Cox que desconocía totalmente. Abrazos, amigo!
Eliminar¡Por fin! la próxima llegada del verano me concede una tregua de unos meses que sin duda aprovecharé para recorrer de nuevo mis rincones favoritos entre los que se encuentra el tuyo Marcos y nada mejor que encontrarme nada menos que con sir Archibald Alexander Leach cuyas interpretaciones en la comedia relucieron más que el sol y actores como Tony Curtis intentaban imitarle o incluso Burt Reynolds pero...no llegaban.Leslie Ann preguntó a Reynolds ¿Esta usted imitando a Cary Grant? Burt contestó: No, estoy imitando a Tony Curtis cuando imita a Cary Grant.
ResponderEliminarUn saludo Marcos
Jajajaja...¡qué buena anécdota, amigo Yuri! Inimitable, en efecto, el bueno de Cary. Abrazos y bien hallado. Gracias por tu visita.
EliminarEl "momento ascensor" de "Mi mujer favorita" es uno de los mejores momentos cómicos de la historia del cine. Y tenía que estar protagonizado, claro que sí, por Cary Grant, para mí el mejor en este tipo de comedias.
ResponderEliminarMe he visto esta película millones de veces, Marcos, y las que me quedan... Además creo que Cary hace una pareja perfecta de comedia con Irene Dunne, como ya lo demostraron en "La pícara puritana".
Ay, este irrepetible cine...
Besos, Callau.
Gracias Clementine. Estoy completamente de acuerdo contigo. Era difícil no hacer buena pareja con Cary. Ahora me viene a la memoria, por ejemplo, Grace Kelly, Audrey Hepburn o Katherine Hepburn...otras féminas que han sido parejas estupendas de Cary, pero Irene Dunne está, desde luego y de sobras, a la altura de todas ellas. Muy buena actuación de ambos. Besos Clementine.
EliminarUno de mis actores favoritos. De niña devoraba sus películas. Interesantísima la entrada, me ha gustado mucho. Ahora que tengo tiempo, una buena película para recordar.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Nury ruri. Me alegra mucho que te haya gustado y te hayan entrado ganas de revisar esta comedia maestra. ¡Que la disfrutes! Saludicos!
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