En 1977
Stephen King publicó The shining, su tercera novela después
de Carrie y El misterio de Salem’s Lot. Según vaticinó su editor, con esta
nueva obra ya sería considerado un escritor de terror. No fue desencaminado
pues The shining supone su primer
best-seller editado en tapa dura. Y tres años más tarde, en 1980, fue llevada a
la gran pantalla y adaptada por Stanley Kubrick. Nunca quedó satisfecho Stephen
King con esta película. Lo que observamos los cinéfilos como una creación, un
esfuerzo de Kubrick para engrandecer la historia, King lo encajó como una
manera de desvirtuar su novela. El director se basó en una buena historia de
terror para crear una obra maestra del cine de terror. Pero el escritor, para
subsanar lo que él consideraba un error, produjo en 1997 una miniserie poco
acertada, dirigida por Mick Garris que se olvidó como una mera anécdota sin
trascendencia.
En un
principio Stephen King tituló a su nueva novela Shine pero, al ser este un término despectivo para los ciudadanos
afroamericanos, se decidió por The
Shining, tomando como referencia la canción de John Lennon Instant karma en cuyo estribillo se
puede escuchar we all shine on. Algo
semejante ocurrió en España donde la novela se tituló en un principio Insólito esplendor. De hecho, en el
doblaje castellano de la película (horroroso), se habla continuamente de esplendor. Pues bien, este esplendor o
resplandor se refiere a la cualidad que supuestamente tienen algunas personas
para imaginar, vaticinar casi sin darse cuenta, hechos que ocurrirán en el
futuro. King, al principio de la novela y a modo de introducción, plasma un
fragmento de La máscara de la muerte roja,
relato de Edgar Allan Poe en que se basa la novela. Después de este fragmento,
se incluye la frase El sueño de la razón
produce monstruos que Goya plasmó en el número 43 de su serie de grabados
titulada Caprichos. Parece esta la
frase más internacional que pronunció el famoso pintor aragonés, ya que ha sido
utilizada varias veces en la literatura, pues antes que Stephen King, ya la
utilizó, por ejemplo, Charles Baudelaire para sus Flores del mal. Pero, para no desviarnos del tema, digamos que esta
introducción de la novela es fabulosa. Ambienta, sitúa y prepara al lector para
digerir la perturbadora historia que está a punto de comenzar.
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Así se conoció en España la novela de Stephen King |
Jack Torrance
(Jack Nicholson) es un escritor que está trabajando en su nueva novela. Para centrarse en ella, acepta un trabajo de
mantenimiento y guarda en un gran hotel aislado en las montañas, durante la temporada
de invierno en la que permanece cerrado, junto a su mujer Wendy (Shelley Duvall) y su hijo Danny (Danny Lloyd).
Precisamente, lo primero que disgustó a Stephen King, fue la manera en que
Stanley Kubrick comenzó la historia. Tanto novela como película, comienzan con
la entrevista de trabajo que realiza Jack Torrance ante el encargado del hotel,
Ullman. Pero, aunque comienzan las dos en la misma situación, desde el principio,
podemos notar sutiles diferencias que afectan, sobretodo, al tratamiento que
recibe el personaje de Torrance durante todo el metraje. A pesar de que Jack
Nicholson cuaja una interpretación colosal que no admite más observación que el
elogio, el autor de la novela nunca reconoció en él al Jack de su obra.
Comenzando por esa primera escena, en la obra literaria, Ullman ataca a Jack
Torrance incidiendo en su oscuro pasado. En la novela se nos cuenta
detalladamente un episodio pasado en el que Jack rompió el brazo a su hijo
Danny. Con el personaje de Torrance, Stephen King, trata el alcoholismo y los
problemas de las relaciones entre padres e hijos. De hecho, en un comienzo
desechado de la novela, veíamos al pequeño Jack maltratado por su padre alcohólico que, mientras le
propinaba una paliza, no hacía más que repetirle que, estaba viéndose a sí
mismo, de mayor. El pasado de Jack Torrance es esencial para entender el
personaje. Sin embargo, Kubrick deja a un lado toda su historia (esbozado de
pasada en la escena de la barra del bar) y trata esencialmente el tema de su
esquizofrenia. Otra de las grandes diferencias es su evolución. En la obra
literaria vemos a un hombre que ha superado la adicción al alcohol, un escritor
que siente la motivación suficiente para aceptar el trabajo en el Overlook y
escribir, en esa soledad aparentemente favorable, una nueva novela. El cambio
que experimenta Jack Torrance en la novela es más consecuencia de la influencia
que sobre él ejerce el hotel (de hecho, un personaje más) que una enfermedad.
En cambio, en la película, la evolución que experimenta es desmesuradamente
rápida, casi inexistente. Simplemente, un cambio brutal en su
comportamiento. El constante diálogo
interior, la lucha interna que Jack experimenta, no está presente en el
personaje de Jack Nicholson e incluso en el libro, Jack Torrance, experimenta
un resquicio de arrepentimiento y llega a decidir abandonar el Overlook.
Además, la familia Torrance llega a salir una vez del hotel para llevar a Danny
al médico, pasaje que también omite Kubrick.
En El resplandor hay tres personajes
principales, Jack Torrance, el Overlook y Danny. El niño interpretado por Danny
Lloyd es, en definitiva, el personaje al que se refiere el título, el que más esplende. Danny tiene un amigo imaginario llamado Tony y en
la novela, escucha la voz de este amigo en sueños. En la película es diferente
y representa uno de los hallazgos de Kubrick. Escuchar a Tony a través de la
voz transformada y maquiavélica de Danny, mientras eleva su dedo índice, es
realmente un efecto espeluznante que, además, está presente desde el comienzo. Por otro lado, la conocida palabra Redrum, en la
obra de King, llega a Danny en los sueños mucho antes, incluso, de llegar al
Overlook. De hecho, hay un pasaje muy interesante en la novela sobre redrum. En la consulta del médico
(escena omitida en la película) se interpreta redrum como ron rojo (siempre manteniendo, de alguna manera, este
color presente) o redoble de tambor (re-drum) En la obra de Kubrick, sin
embargo, Danny empieza a encontrar esta palabra en la voz de su amigo
imaginario Tony, cuando ya está en el Overlook, siendo la escena del espejo una
de las más recordadas en el cine de terror, otro giro maestro del director que
no se encuentra de igual manera en la novela.
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Danny escucha a Tony, frente al espejo. |
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El río rojo |
Halloran,
trabajador del Overlook con el que Danny conectará nada más conocerle, es otro personaje tratado de diferente
manera. En la película está interpretado por Scatman Crothers, actor y cantante que murió poco después del
rodaje. En el primer encuentro con Danny, en esa primera escena, mantiene un
diálogo mucho más intenso y revelador que en la novela. Y la principal
diferencia está en el desenlace de la historia ya que Harollan, en la obra de
King, termina la historia junto a Danny y Wendy.
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Scatman Crothers como Dick Halloran |
Para terminar
con todas estas diferencias, el principal hallazgo de Stanley Kubrick, en
cuanto a la historia, es el laberinto donde Jack Torrance perseguirá por última
vez, hacha en mano, a Danny. Este laberinto no existe en la novela. En su lugar
hay un jardín con formas de animales que, de vez en cuando y obedeciendo a la
alucinación de Torrance, van cobrando vida y persiguiéndole. Este pasaje de la
novela es poco convincente y nada efectivo, rompiendo incluso con el tono
principal de terror que sigue durante toda la historia. Acertadamente Kubrick
sustituye este elemento por un jardín laberíntico que, en la escena final de la
película, con la niebla en la noche de invierno, crea el ambiente adecuado para
ese apoteósico final, más convincente que el literario. También ocurre el
efecto contrario y hay pasajes de la novela algo más intensos que en la
película como, por ejemplo, la conocida escena de la bañera. Pero, en general,
el terror se mantiene tanto en la película como en la obra de King.
Y por último,
para terminar ya con un artículo que se alarga más de lo intencionado, me
centraré en la película. En 1976 Garret Brown inventó la steadicam y Kubrick la
populariza con El resplandor. El
desasosiego que crea en el espectador esta cámara que sigue al triciclo de
Danny por los pasillos del Overlook, sin saber lo que hay detrás de cada
esquina, dramatiza la tensión y es el recurso que redondea finalmente ese
magnífico ambiente creado en la película. Este, junto a otros elementos, como
el río de sangre (según Kubrick, la cara de Danny gritando) o la música
electrónica, a base de sintetizadores, de Wendy Carlos (nacido Walter Carlos)
sin embargo, no fueron suficientes para que obtuviera el reconocimiento
merecido en una gala de los Oscar que, en 1981 y presentada por Johnny
Carson, premió a Robert De Niro por Toro salvaje o a Robert Redford por Ordinary People. Sin pena ni gloria pasó
El resplandor por aquella gala, una
película a la que, sin embargo, la historia sí que está brindando ese
reconocimiento, situándola como la clave del cine de terror a partir de los
años ochenta. Sí que fue” premiada”, sin embargo, en los Razzie awards (creados ese mismo año), a la peor actriz y al peor
director. Lo cierto es que, tanto Jack Nicholson como Shelly Duvall (en el
papel de Wendy) realizan unas interpretaciones fabulosas, igual que Danny
Lloyd. Y hasta aquí este resplandor que, si puede ser, deberían ver en versión
original… más que nada, por no escuchar a Verónica Forqué doblando a Duvall. No
lo olviden, All work and no play makes
Jack a dull boy no quiere decir No
por mucho madrugar amanece más temprano.
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Danny en triciclo, filmado utilizando la steadicam, método que refuerza la tensión en la escena |
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Shelley Duvall en uno de los gritos más famosos de la historia del cine y no precisamente por el sonido. |
Marcos... te vas a reír... pero no puedo ver películas de terror............ me dan terror... un desastre. Así que no he visto esa famosa película.
ResponderEliminarDe Stephen King sólo he leído El retrato de Rose Madder, Corazones en la Atlántida y El pasillo de la muerte en los años noventa. Ya hace tiempo que no leo nada de él.
Pese a todo, me ha gustado mucho el paralelismo que has establecido entre novela y película. Muy interesante.
Esa música me ha erizado toda...... qué miedoooooooo!!!
Besos!!
Yo tampoco. Me sobrecogen y tu relato me ha puesto los pelillos de punta..No creo que la vea nunca. Sé lo suficiente sobre ella como para evitarla. Esa cara de Nicholson ya me da bastante miedo y ¡ no te digo el tema de los niños en las peliculas de terror, algo bastante frecuente y para mi odioso.
ResponderEliminarPero tu reseña estupenda.
Un beso Marcos
Yo aún no me he leído la novela, ya caerá que para algo la tengo... Muy interesante todo esto que nos cuentas, Marcos. A mí esta película me sigue encantando, la última vez que me la vi fue en su 30 aniversario y, sinceramente, esperaba un mal envejecimiento. Todo lo contrario, sigue siendo un clásico de terror en toda regla. Eso sí, yo también recomiendo mucho verla en versión original no sólo por no imaginarte a Verónica Forqué, sino principalmente por evitar el espantoso doblaje que le hacen a Nicholson, por otro lado sensacional en esta historia.
ResponderEliminarEl tema musical de "El resplandor", otra joya. Besos.
Estupenda entrada. Respecto al doblaje, fue el propio Kubrick quién por lo visto lo supervisó personalmente, porque se parecían mucho a las voces originales. Otra curiosidad, los planos del principio fueron utilizados para el final de Blade Runner.
ResponderEliminarHola Laura. Tampoco es el terror un género en el que yo me prodigue demasiado pero, si existen películas de obligado visionado, "El Resplandor" es una de ellas. Sin embargo, en mi caso, esta es la única novela que he leído de Stephen King. Mis excusas por erizarte y gracias por pasar. Besos.
ResponderEliminarSin embargo, Abril,la historia al comienzo no parece ser de terror. Pero el paradisiaco "Overlook" seconvierte en un lugar realmente claustrofóbico. Gracias por pasar.Besos.
Tienes razón, Clementine, los años no han pasado por esta película, a pesar de utilizar música electrónica,propia de los setenta que, por cierto, como dices, es otra joya. Besicos, gracias por pasar.
Asombroso que Kubrick aprobara ese doblaje, Cahiers. Muy buena tu anédota sobre "Blade runner", la desconocía totalmente. Gracias Cahiers. un abrazo.
Gran película, sí señor, a pesar de Nicholson. Las aparaciones de las niñas en ese pasillo me causan siempre que la veo desasoiego. Saludos.
ResponderEliminarUn peliculón. O cómo ser infiel a una novela para crear una joya del cine...
ResponderEliminarFantástica película: el genio arrasando en todo género en el que se metía. Mencionas un punto muy importante, el uso de la steadicam y es que Kubrick fue un avanzado en aplicar técnicas cinematográficas. ¿Un fracaso en taquilla? Bueno, también lo fue "Blade Runner"... En cuanto al tema del doblaje, vi "El resplandor" años después de su estreno, cuando ya me había leído la novela de King, y el choque fue brutal, je, je, no hablaban como en la novela, no. Pero al cabo de los años me ha sucedido lo contrario y ese doblaje me parece inseparable a la película. Será ternura.
ResponderEliminarSaludos.
Veoq ue Nicholson no es santo de tu devoción, Angelus. Sí, esas niñas también son muy impactantes. Un abrazo.
ResponderEliminarEso es, Roberto. Pero, vamos, no suele ser lo corriente. Hitchcock también era uno de los que creaban obras maestras a partir de relatos muy discretos. Un abrazo.
Veo que te gusta "El resplandor" Licantropunk. Lo del doblaje tiene que ser por costumbre o ternura, como dices. Gracias por pasar a comentar. Un abrazo.
A mí me parece una película algo irregular y en la que Nicholson se cuela tres pueblos. De todos modos me impactó la primera vez que la vi, y la escena que me sigue encogiendo el estómago es la del triciclo por los pasillos. De King no he leído nada e imagino que el maestro kubrik le hizo un favor al libro. Un abrazo Marcos
ResponderEliminarEs la escena magistral, Juan, donde la steadicam es la clave para esa angustia que se crea. Sí, le hizo un favor pero la novela no es del todo desdeñable. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarentré por acá por la foto de Chaplin en tu último post y me encontré con este post/joya sobre la genialidad de Kubrick y su Resplandor... me das todos los datos que encontré desperdigados por ahí y aún más... es verdad que lo sacó al título de una canción de Lennon???
ResponderEliminarsoy fan de Kubrick, Lennon, Nicholson, Poe y todos eswtán en este post jaja... te lo agradezco... salu2 y me hago fan ya...
Sí, King se inspiró en una canción de Lennon cuyo estribillo dice "We all shine on" Muchas gracias por tus palabras y por venir para quedarte. Saludos.
ResponderEliminarEsta película es de esas que siempre que la vez te asusta, creo que Stanley Kubrick era un excelentísimo director porque aunque uno la vea mil veces siempre le encuentras cosas nuevas.
ResponderEliminarSí, a veces incluso aterroriza más que la novela...a veces. Me gusta y podría volver a verla sintiendo el mismo terror en las mismas escenas. Gracias por pasar Dulce y bienvenida a este espacio. Espero que te guste.
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